Ha surgido una especie de manía para que ciertas series cumplan unos requisitos que, en realidad, no las definen tanto como la gente piensa. The Good Wife, por ejemplo, es una serie de abogados que teje una red familiar, laboral, sentimental y política que prácticamente siempre tiene como objetivo mostrar qué se cuece alrededor de Alicia Florrick, qué le afecta y cómo reacciona y evoluciona ante estos sucesos.
Otra cosa son los gustos que pueda tener cada uno y que haya quienes prefieran las tramas más oscuras y evidentes a aquellas que tienen un tono más personal y que no pretendan explicar cómo funcionan unas elecciones a la fiscalía de Chicago. Lo digo, por supuesto, porque la carrera electoral en la que participaba Peter ha terminado y hasta he leído por ahí cierto medio relevante de los Estados Unidos que avisaba que The Good Wife debía elevar la trama para que no perdiera la reputación que se trabajó con su segunda entrega. Claro, hay que recordar que Eli Gold había eliminado un mensaje del buzón de voz de Alicia, que por allí corría un tal Blake que amenazaba con borrar del mapa a Kalinda y que el nuevo socio del bufete podía ser el primo de Illinois de Stringer Bell. Según muchos, no se puede competir contra esto.
Si pensamos en ello, sin embargo, todo siempre tuvo la clara vocación de avanzar en la vida de Alicia Florrick. Su entorno laboral se estabilizó, su marido se mudó al lado opuesto de los juzgados, Gold pasó a respetarla (y empezó a maquinar cómo volver a emplearla), perdió una amiga y ganó un amante. Y la tercera temporada sigue exactamente por el mismo camino (recordemos que la intensidad de “aplaudo durante cuarenta minutos” sobre todo se concentró en la traca final y por el momento sigue teniendo sus momentos “Alicia for the win” en cada episodio), solamente que esta vez se dirige hacia los mismos objetivos con otras circunstancias.
De momento, tenemos tantos más hilos que la anterior temporada. Eli Gold corre por Lockhart y Gardner mientras planea cómo hacer encajar a Alicia en las ambiciones de Peter; el (aún) marido parece haber puesto un ojo en el bufete por motivos más personales de lo que él se atrevería a reconocer (esa auditoría...); Cary, cual archienemigo de cómic, se está creciendo poco a poco; Dianne y Will continúan luchando por mantener su negocio a flote en una economía en crisis; Alicia intenta llevar a cabo un divorcio de la forma más pacífica posible, obviando que las buenas intenciones no siempre llevan a buen puerto; y los dos puntos más importantes y que conducen la temporada: Kalinda está con su proceso de expiación (que esperemos que dé sus frutos algún día, que forman un muy buen equipo) y los creadores se han empeñado en echar por los suelos el áurea de Will. Primero lo erigieron en improbable sex symbol y ahora toca sacar punta a todas esas sombras que nos han dejado caer durante el transcurso de la serie. ¿Acaso es poco?
Además, el cambio tampoco creo que sea tan drástico. The Good Wife siempre ha tendido a llevar a cabo carreras de fondo y han mantenido un entorno lo suficientemente tupido para que no perdamos el interés. Aparte de todo lo comentado, que ya es mucho, Eli está en el bufete para que la serie no aleje la dimensión política que tan bien supo elaborar el año pasado. Los casos, como casi siempre, sobresalientes (el paralelismo entre Alicia y Clarice Starling fue orgásmico). Y aún no hay quien pare los pies al matrimonio King, siempre ilusionado con meter más caracteres fuertes en su microuniverso de Chicago y acogiendo a Lisa Edelstein en un papel que Christine Baranski y Archi Panjabi ya deben odiar (¿otra competidora para los Emmy?). Vamos, que The Good Wife sigue siendo ese menú degustación del que nunca hay suficientes platos.
4 comentarios:
A ver si sale ya Peter y empieza con la Auditoria la cual va contra Will desde el segundo Cero. Qué cadáveres tendrá en el frigorífico Will? Esto se pone muy muy interesante.
A ver si juntan YA a Kalinda con Cary!!! Ais esa escena en el Despacho de él de Ambos!!!
Yo no veo a Alicia volviendo con Peter po mucho que Eli se empeñe. Igual cuando explote lo de Peter no hay divorcio y hacen ver que se han reconciliado. Pero no sé porqué yo pienso que la 3aT acabará con Alicia fuera de Lockhard & Gardner, con el divorcio de Peter firmado y establecida por su cuenta. No haría un mal tándem con J. Fox cuyo personaje es la caña. Una pena que aquél abogado Buenorro no estuviera Colegiado/Licenciado jajaja!
Igual cuando explote lo de Will... Sorry...
Una sugerencia y con todo respeto: este blog se debería llamar The Good Wife o Soup Opera. Crea que al menos sería más auténtico y no engañaría al personal con falsas expectativas. Sinceramente, el título queda muy grande.
Abril22, miedo me da cómo acabará Alicia esta temporada. Está claro que un divorcio jamás es "sólo" un divorcio...
Ulises, ¡con lo fácil que es no comentar...!
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