martes, 21 de febrero de 2012

El libro de Elena Gilbert

El otro día entré en una tienda de libros en inglés y decidí que ya era hora de leer algo en esta lengua, además de ver series en versión original. Ya había hecho mis pinitos con los libros de Tina Fey y Chelsea Handler, pero tocaba pasarse a la novela y creí (o me escudé en la idea) que sería factible empezar con una novela juvenil. El vocabulario nunca es tan complejo como el de los grandes autores y además tenía la vista puesta en The Vampire Diaries, la saga de L.J. Smith en la que Kevin Williamson se basó para crear la serie del canal CW. Y no pude quedarme más helado al terminar el primer tomo de la tetralogía y sacar una conclusión sin matices: Williamson es un GENIO.


La trama ya la conocéis: una chica huérfana llamada Elena Gilbert es cortejada por dos hermanos vampiros, Stefan, la voz de la conciencia, y Damon, que va dejando cadáveres por donde pasa. En esto es fiel a la obra. También en los nombres de algunos de los secundarios. Pero paremos de contar y no solamente porque en las páginas Elena tenía el pelo rubio como el sol y en la televisión podría pasar como gitana. ¡Es que no tienen nada que ver!


Me acuerdo de cuando empecé la serie hace tres temporadas. En alguna publicación norteamericana había leído que probablemente al personaje de Jeremy Gilbert, el hermano de la protagonista, les costaba encontrar el tono por el simple hecho de que no aparecía en los libros. Y creí que seguramente era tan pesado por este hecho, creí que sería una regla de tres bastante lógica. Pero Williamson, en realidad, había arrancado de cero en todos los aspectos. Personajes, trama, mitología... nada había escapado a sus manos y el resultado no había podido ser más satisfactorio.


Para ser exactos, los libros de The Vampire Diaries son una basura. Sí, sé que era de esperar pero la saga de Crepúsculo, por ejemplo, por lo menos era entretenida (además de ser un horror mormón donde los vampiros brillan y no tienen afilados colmillos). No hay matices, no hay argumento, solamente una chica que se obsesiona con el alumno nuevo del que no sabe nada y decide ir a por todas. Ni se construye romance, ni hay épica. Simplemente una adolescente popular que se niega a aceptar un no como respuesta y que es incapaz de atribuir una sola virtud a Stefan porque no tiene idea de quién es, ni tan siquiera semanas después de salir juntos y morrearse cada día en el portal de su casa.


El responsable de la serie, sin embargo, decidió aprovechar parte de la premisa y adaptarlo a la televisión utilizando sus mejores armas. Para empezar, la protagonista se amoldaría a la nueva moda de ser una chica muy humilde a pesar de ser guapa, inteligente y simpática; la historia de amor sería algo más que una estrategia de acoso y derribo maquinada por cuatro amigas aburridas; se inventaría personajes (Jeremy, Vicky), eliminaría alguno (una tal Meredith que está por todas partes del libro y no dice nada interesante, el prometido de su tía) y sobre todo cambiaría todos los que aparecen (la brujería se convierte en un rasgo de la cultura negra, Caroline no es tan rematadamente estúpida, Tyler no intenta violar a Elena); y gran parte de la mitología. Los hermanos Salvatore pasarían de ser unos italianos del S. XV a dos americanos del S. XVIII y los vampiros dejarían de poder convertirse en animales (decisión que debió ser tomada después de grabar algún capítulo y que explicaría que jamás volviéramos a saber del cuervo de Damon).


Así Williamson demostró tener visión de futuro, de negocio y de artista. Cogió una obra que no merece el calificativo de literaria, absorbió tres conceptos que le parecían interesantes y escribió una de las obras televisivas más entretenidas de la actualidad, sin perder su esencia adolescente pero forjando personajes y quemando mucha trama. A esto se le llama talento. Y, si alguien se planteaba comprarse los libros para descubrir las ocho diferencias e intuir hacia dónde se dirige la serie, que se ahorren el suplicio. No son lo mismo.

11 comentarios:

merxpazh dijo...

Esta demostrado que las adaptaciones literarias al cine o las series tienen desigual éxito en su resultado.
Aun que no me los he leído, si que había oído que la serie era diferente a los libros. Pero pensé que la diferencia sería tipo True Blood, que aunque el estilo si que esta cambiado, el aumento se mantiene... más o menos.
Me alegra ver, que al final en Vampire Diaries han conseguido sacar una serie entretenida y divertida de donde no había mucho que rascar.

Hikari dijo...

Después de ser fan de la serie cogí el libro y me ha pasado como a ti... no tiene ni punto de comparación. ¿Como consigue L.J.Smith crear unos personajes tan impersonales? Es que cuando en la serie me fascinan la mayoría, en los libros me parecen odiosos... y ojo, que he leído hasta el tercero (ahí Elena ya no es 100% estúpida, solo 60% XDD) y tengo el cuarto esperando (los conseguí todos por muy poquito dinero...) pero no sé si luego intentaré hacerme con los de "Damon", ya me parece sacar de donde no hay.

Besos!

hatshet dijo...

Totalmente de acuerdo, se me ocurrió leerme los libros en la primera temporada y todavía estoy arrepintiéndome!

Flyingvolandas dijo...

Me encantan las series fan fic para adolescentes, esta en concreto es tan genial!, es tan romántica y neo-gótica… me encanta lo gótico, el morbo gótico, los nombres góticos, que suenan tan naturales. Estoy harto de Brians y TJs, vivan los Stefanos y los Alaricos!. Voy a enviarle un mail a L.J. sugiriéndole algunos nombres góticos que, creo yo, podrían molar bastante. ¿Qué tal Ataulf?, el nuevo profesor cañón de matemáticas, o Chindasvint, el nuevo charcutero cañón del barrio, o Recesvint, el nuevo vendedor de seguros cañón de Mistyc falls, o Urraca, la nueva jefa de animadoras cañón que compite con Caroline a ver cual de las dos es más pava. Me encanta L.J., me encanta la adaptación de su obra, que sea tan guay, y que sepa tratar de una forma tan neo-gótica un tema tan delicado como es el estupro.

Crítico en Serie dijo...

merxpazh, los libros no pueden tener menos sustancia. Por lo menos el primero. Paupérrimo.

Hikari, es eso: los personajes son impersonales, intercambiables. Y me alegro que escribieran los personajes en la serie partiendo de cero. Sobre todo Elena. De niña estúpida, a heroína accidental.

Hatshet, lo peor es que me compré los cuatro libros porque pensé que serían droga pura. Y ahora... a comérmelos con patatas.

Flyingvolandas, compro tu propuesta. Quiero unos hermanos llamados Chindasvint y Recesvint. ;)

Flyingvolandas dijo...

P.D. Williamson es un genio, es el único escritor, hasta la fecha, que se ha atrevido a matar a Sarah Michelle en pantalla sin resucitarla después

hatshet dijo...

Compraste los cuatro libros?? Madre mía, lo tuyo es confianza pura! A mí la serie mi chifla, está llena de WTF todo el tiempo y la disfruto muchísimo pero de verdad que los libros son una basura, madre!!

Crítico en Serie dijo...

Flyingvolandas, ¡crack!

hatshet, los libros iban en dos tomos: los dos primeros en uno, los dos últimos en el otro. Y como eran en inglés y no muy largos, me dije "uf, te los leerás en cuatro días como si fueran Los Juegos del Hambre". ¡Jah!

hatshet dijo...

Sí, lo entiendo, te gusta la serie y ves los libros, vas y los compras, encima son dos tomos. En fin!!

Unix86 dijo...

Dejenme decirles que los libros son mucho mejores mil veces que las peliculas, me he leido libros sorprendentes luego he visto la pelicula y realmente se quedan muy cortas.

Mi humilde opinion desde Juegos de motos

Unknown dijo...

cada opinion es respetable, pero para mi se equivocan, el libro es una maravilla, es el libro mas hermoso y apasionante q he leido, lo q pasa es q ustedes vieron primero la serie y luego leyeron el libro,asi q eso simplemente distorciona la imagen q ya tienen y respecto a como escribe la autora, es su forma de hacerlo sus obras son asi, es una grandiosa autora, asi q solo es cuestion de gusto lo normal, y tipico como la serie o lo fantastico y diferente como el libro.