En toda serie hay cierto tiempo para permitirse reajustar las tuercas y sacar partido a aquellos elementos que funcionan mejor, pero en el terreno de la comedia a veces se puede cambiar tanto que el resultado final sea una serie prácticamente distinta. Hace muy poco ya hablé del tema y hasta concreté en el caso de Cougar Town, pero aprovechando que volvió este San Valentín y que es mi comedia favorita, quizá es momento de analizar (otra vez) en qué se subió el listón y porqué sus autores así lo decidieron.
Sólo hace falta ver los títulos de crédito a partir de la segunda temporada, después de un verano de rumores sobre un posible cambio de nombre, para entender que los propios creadores Bill Lawrence y Kevin Biegel abrazaron su nueva filosofía riéndose de lo fallidas y poco representativas que habían acabado siendo las palabras “Cougar Town”. En lugar de mostrar el título como es, empezaron a acompañarlo de comentarios convirtiéndolo en un gag añadido de la serie (para el arranque de este tercer año eligieron “Yeah, it’s still called Cougar Town. We’re not happy about it either”).
Sin embargo, la autoparodia no parece haberles ayudado a librarse de los prejuicios que despierta semejante nombre y que sí era representativo del planteamiento inicial: una mujer divorciada que, pasados los cuarenta, decidía entrar en el mercado y degustar la carne joven. Pero, con el tiempo, la comedia sobre una devoradora de veinteañeros se convirtió en una comedia de cariz adulto. Y, mientras que me costaría concretar qué episodio marcó el cambio de rumbo (fue poco a poco y a la mitad de su primera temporada ya empezaba a conocerse a si misma), sí que cuesta menos identificar las razones.
Cougar Town siempre será la serie de Courteney Cox y, sin quitarle méritos a ella o a su Jules Cobb, los responsables vieron que Christa Miller y Busy Philipps prendían fuego cada vez que aparecían en escena como las supuestas amigas a la fuerza Ellie y Laurie. De aquí que cada vez compartieran más y más escenas. También Ian Gómez demostró tener no sólo un bromance muy divertido con el ex marido de Jules interpretado por Brian Van Holt, Bobby, sino que supieron nutrir muy bien la relación con su mujer, Ellie. De aquí que también tuviera más escenas y más tramas propias (y no servir únicamente como apoyo de Cox). Y finalmente entendieron que lo que divertía al espectador eran las interacciones que habían surgido entre todos estos personajes, así que solucionaron su vida sentimental y empezaron a jugar cada vez más con los pilares que poco a poco habían asentado.
Cougar Town, por ejemplo, tiene un vocabulario propio. Sus protagonistas a menudo juegan al penny can (que consiste en tirar una moneda en una lata vacía) para el que tienen un seguido de tradiciones, se quitan sombreros invisibles y fingen tiros en la cabeza colectivos. Y, sobre todo, entienden que no hace falta que se justifiquen ante el público. Ellos mismos muy a menudo se ríen de cómo nunca nadie parece trabajar a pesar de tener un alto nivel de vida y, cuando se dieron cuenta que se pasaban el día bebiendo, eligieron servirse copas de vino en cada episodio.
Por esto jamás recomendaría esta serie a un ex-alcohólico, pero sí que lo haría a cualquiera con un poco de sensibilidad, que busque conectar con el espectador más allá de las risas y que disfrute con un humor tan absurdo como entrañable y de aroma muy cálido con cierto toque a canela.
3 comentarios:
Yo de momento la acabo de empezar y solo llevo un par de capítulos de la 1ª temporada, y no está mal, y además tengo las recomendaciones de que va mejorando paulatinamente por lo que seguiré viéndola.
¡Saludos!
La comencé a ver únicamente por Courteney Cox pero luego de un par de capítulos estaba considerando seriamente dejar de verla. Por alguna razón persistí y agradezco que así sea ya que la serie ha cambiado muchísimo y para bien desde entonces.
Otro motivo para verla fue Christa Miller a la cual conocía por Scrubs (otra de mis series favoritas). Por cierto, el papel de Christa en Cougar Town es casi un calco del personaje de Jordan Sullivan, la sarcástica esposa del Dr. Cox (ningún parentesco con Courteney).
Yo cada vez que puedo la recomiendo.
Oskar, bien hecho. Paciencia. Claro que yo la disfruté desde el primer minuto, si tengo que ser sincero.
Camelot, es curioso porque jamás he visto Scrubs y me estoy planteando hacerlo. ¿Comparten algo?
Publicar un comentario