jueves, 15 de marzo de 2012

El molde de la desesperación

La fórmula narrativa de Mujeres Desesperadas fue muy comentada cuando se estrenó el piloto. Cinco años antes, Kevin Spacey había contado la historia de su vida desde el más allá y encima conceptualmente American Beauty y la serie compartían bastantes puntos en común. Ponían bajo la lupa algunos de los cimientos del sueño americano y lo hacían con mucha ironía, aunque Marc Cherry lo escribió en clave completamente femenina mientras que Alan Ball se había centrado en la crisis de un hombre de mediana edad.


Esto no significa que la voz en off de Mary Alice Young, que se voló la tapa de los sesos a los dos minutos de empezar la serie, no se haya convertido en un elemento destacable de la historia de la televisión norteamericana. Esos planos iniciales y finales de los episodios mientras se juzga un estilo de vida a partir de las pequeñas cosas (muchas veces para bien, que conste) son míticos. Pero lo hizo con una estructura tan sólida como rígida.


Desde el primer episodio hasta ahora, la serie siempre ha dividido los episodios en sus cuatro ejes principales que son las protagonistas de una forma equitativa. Y en cada entrega cada una de ellas tiene su planteamiento, nudo y desenlace en cuarenta y pocos minutos. Puede que no pasen a la historia por ello, pero sí que establecieron muy bien unos parámetros sobre los que construir humor, drama y misterio como ninguna serie había logrado. Y diría que su contenido ya rompía suficientes moldes como para que su estructura también lo hiciera (repito: la tapa de los sesos).


De hecho, Cherry ha tenido un gusto bastante cuestionable en varias ocasiones que ha intentado sorprendernos. Nunca me meteré con el tornado porque siempre adoraré ese momento “y la random salió volando”, pero los disturbios durante la manifestación tuvieron una dirección nefasta y la caída de avioneta de un año antes también dio bastante vergüenza ajena. No siempre puede ser tan íntimo, letal, divertido y ácido como cuando Edie Britt bajó del coche después de haberse “salvado” de su marido asesino. Por esto, cuando hizo cierta revelación en el último episodio, tocaba echarse a temblar. ¿Estaría a la altura de las expectativas?


A partir de aquí, SPOILERS directos a la yugular si no habéis visto el último episodio, el 8x16.


Otras veces ya nos habían colado que ocurriría algo fatídico y quién acababa muriendo era algún secundario no especialmente relevante como el ex marido de Susan o la amante de Nathan Fillion. Por eso, cuando después de anticiparnos que sería el fin de alguien, pocos podíamos imaginar que sería Mike. Bueno, por lo menos hasta que vimos a Susan rememorando porqué se había enamorado de él. Entonces caímos en la cuenta de que el fontanero iba a morir.


Sin entrar en cómo esto afectará a Susan y cómo han podido ser tan crueles con el personaje más feliz (ahora se entiende que un nieto esté en camino, para poder terminar con el ciclo de la vida y no de la muerte), diría que lo más interesante de la muerte de Mike Delfino fue que Marc Cherry supo equilibrar emoción y crudeza. No quiso mostrarnos el disparo y después aliviarnos con los momentos más felices del personaje (la vida delante de sus ojos), sino que lo hizo al revés. Primero nos contó cuán importante había sido en su camino por la serie, nos recordó cómo era “el hombre” en los inicios y cómo su historia de amor con Susan la vivimos desde el primer minuto, y después nos dejó con la imagen de él rebotando en el porche mientras su corazón dejaba de latir. Y así el personaje se fue por la puerta grande recordándonos que él también formaba parte de la historia, tanto de las Desesperadas como de la televisión.

4 comentarios:

CL dijo...

ayyy k penita cuando acaben las desesperadas, pero k grandísima temporada están teniendo, buena jugada la de acabar con Mike, la verdad es k los últimos momentos cuando han recordado cómo empezó con Susan han sido de soltar la lagrimita....
ahora k? le cargarán el muerto a Mike?
espero k hagáis especial en jr cuando acabe la serie, se lo merece.

P@B dijo...

Pues a mí me parece una muerte totalmente innecesaria y acabar con una de las parejas más tiernas de la serie dejando sin posibilidad de ser feliz a Susan me ha parecido muy cruel por parte de los guionistas. Cómo podemos esperar que Susan acabe la serie feliz? Es imposible! Ha muerto su alma gemela (se supone) y las otras tres tampoco tienen muchas posibilidades de acabar bien así que cuando acabe la serie me temo que querremos pegarnos un tiro como Mary Alice... Qué depresión!!

Inma dijo...

Si todo muy triste y aún no hemos visto qué ocurrirá con el mafioso! Pobre Susan otro palo más! Y sobre todo con el Secreto de las Chicas!!!

Crítico en Serie dijo...

CL, algo haremos en Yo Disparé a JR. Yo soy fan de la serie, así que te puedes imaginar que no podría evitarlo ni aunque quisiera. ;)

P@B, quizá la intención es que podamos ver a una Susan independiente por primera vez en su vida. A ver qué ocurre.

Abril, el mafioso me da bastante igual, la verdad. Lo que importa es el camino que le espera a Susan.