La baza de la nostalgia suele generar bastante ruido mediático cuando la obra que toca adaptar es memorable. Sólo hace falta ver como todo el mundo se ha subido al carro para recordar a los Ewing ahora que TNT ha relanzado Dallas. El mayor reto de una televisión cuando incurre en una maniobra de estas características, sin embargo, es mantener el interés del espectador más allá del piloto. Recordemos, por ejemplo, lo bien que le funcionó a la CW el estreno de 90210 hace cuatro temporadas: fue el más visto de su historia. Pero después se fue desinfló rápidamente, la serie se sumió en el silencio y acabó con el mismo (precario) público que el resto de la oferta del canal, lo que TNT debe evitar a toda costa y que posiblemente le ocurrirá.
Con este tipo de obras siempre hay que entender qué aportaron, qué las hizo memorables y en qué momento surgieron. En el caso de Dallas, se estrenó en 1978 en el midseason de la CBS y la malicia que corría por la sangre de J.R. atrapó rápidamente a medio Estados Unidos que, cuando llegó el final de la tercera temporada, se bloqueó al ver como disparaban a su villano favorito. Durante el verano, incluso las casas de apuestas de Las Vegas jugaron a adivinar la identidad del pistolero y semejante cliffhanger creó mucha escuela en la televisión. El canal quiso una saga culebronera para el primetime y la tuvo durante 14 temporadas, incluyendo un spin-off llamado Knots Landing, también creado por David Jacobs, que les duró las mismas temporadas y que se inspiraba vagamente en Secretos de un Matrimonio de Ingmar Bergman (básicamente el proyecto que Jacobs quería hacer en un principio).
La ventaja de la nueva Dallas, de momento, es que parece muy consciente del bagaje de la antigua. Ha reunido a los mitos de la original, Larry Hagman, Patrick Duffy y Linda Gray, para interpretar otra vez a J.R., Bobby y Sue Ellen y les ha metido en un concepto y una estética que beben meticulosamente de los orígenes. Puede que la televisión haya crecido y madurado, pero los diálogos y el montaje que dan lugar en el rancho de Southfork siguen en las mismas, lo cual ayuda a rememorar la antigua y a dejar claro tienen los derechos para algo más que utilizar un título llamativo, sino que se toman la misión con mucho respeto.
El relevo generacional
No obstante, Dallas fue hija de su tiempo y no hubo ninguna escena en los primeros episodios de la secuela que me hiciera pensar que estaba delante de un proyecto mínimamente interesante. Sobre todo porque este nuevo choque en el clan Ewing, donde J.R. y Bobby están secundados por sus hijos John Ross III y Christopher, no hay nada que destaque dentro del panorama actual. También porque, además de que ya lo hemos visto, los herederos no tienen especial interés, tanto por unos retratos llenos de tópicos como por unos actores bastante mediocres. En especial Josh Henderson, que no sabe manejar el legado de J.R. y la maldad que le corre por las venas.
Sin el factor novedad más allá de ver qué pasa con los históricos (Sue Ellen aún no se ha tomado una copa pero los estilismos de Linda Gray son ridículos) y sin un relevo generacional mínimamente estimulante, la serie solamente es un bonito recordatorio de la televisión de hace unas cuantas décadas. Hay giros y traiciones que bien podrían haber ocurrido en la original, pero entonces el público aún era bastante virgen y podía invertir en tramas manidas y actores sin registros. Puede que esta Dallas sea la hija biológica de la original, pero conceptualmente una obra como Revenge sigue mejor el modelo de ficción que los Ewing instauraron, permitiéndose evolucionar y asimilando los avances de la televisión. Los ochenta fueron de los Ewing, pero este nuevo milenio les queda demasiado grande.
4 comentarios:
Ratings Cable USA (Miércoles 13 de Junio) – Dallas #1
http://tvmascine.wordpress.com/2012/06/17/ratings-cable-usa-miercoles-13-de-junio-dallas-1/
¿Linda Evans? ¿Ein?
Sarah Jessica, estuve viendo los créditos de Dinastía y creo que el subconsciente me hizo una mala pasada. ¡Gray, Gray! Corregido. ;)
Jeje, ahora solo falta reboot de Dinastia con la Evans y la Collins dándolo todo. Uff, enloquezco solo de pensar en peleas de gatas entre octogenarias estupendas ;P
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