Si bien ayer argumentaba porqué Will & Grace no me apasiona, hoy toca hablar del nuevo proyecto de sus responsables David Kohan y Max Mutchnick, que han hecho equipo otra vez para volver a la televisión con una sitcom. En este caso, se llama Partners y su premisa no suena precisamente descabellada: dos mejores amigos de toda la vida deben compaginar su amistad con sus respectivas parejas. Vamos, que son una especie de Will y de Grace, pero esta vez en la forma de dos hombres, uno homosexual y otro heterosexual.
Estos fáciles paralelismos han permitido que se haya esperado Partners con cierta ilusión por parte de la crítica, que suele recordar con nostalgia las comedias de los jueves del canal NBC, y le ha evitado a la serie tener que ser comparada con Shit My Dad Says, la cancelada sitcom de William Shatner que también escribieron ellos. No obstante, a pesar del regreso al terreno conocido que les brindó el estrellato como guionistas, esta comedia casi está cosechando más titulares por ser el nuevo vehículo de Michael Urie, el robaescenas oficial de Ugly Betty y con una nada silenciosa comunidad de fans.
Él interpreta a Louis, el socio y amigo homosexual, y David Krumholtz (Numb3rs) es Joe. Este es un trozo de pan maleable y Louis, en cambio, es una versión moderada de Jack McFarland: egocéntrico, entrometido y superficial. Y las respectivas parejas son una diseñadora llamada Ali (Sophia Bush de One Tree Hill), con quien Joe se compromete en el piloto, y Wyatt (Brandon Superman Routh), un enfermero cachas de quien Louis se avergüenza por no ser médico.
En el episodio piloto las químicas funcionan. Primer reto superado. Urie y Krumholtz son creíbles como una pareja de amigos de toda la vida porque en cierto modo se compensan (uno es un parado y el otro marcha para los dos) y Bush, que no tenía experiencia en este género, demuestra tener talento para la comedia y encima conecta con sus compañeros de escena en el piloto. Sólo falla Routh que, además de tener un no-personaje en la presentación, resulta bastante incómodo. Pocos actores más sosos hay que este señor y lo demuestra siempre en cada proyecto en el que participa (ni en Chuck colaba como un seductor hombretón de acción).
La química grupal y por parejas no quita que Urie, que es el actor reclamo, esté bastante desesperado por ser la estrella. No sé si será porque le queda demasiado grande un papel protagonista o porque siente que debe ocupar el hueco de Sean Hayes, que ganó un Emmy y tres galardones del sindicato de actores. Y, si optan por convertirlo en un spin-off encubierto de Jack McFarland, Partners perderá todo su potencial porque pasaría a ser una versión pobre de un clásico anterior (que no me gusta, por cierto).
Claro que, aunque no sea así, seguramente acabará afianzándose como una comedia mediocre. Al fin y al cabo, estamos hablando de la CBS y Kohan y Mutchnick son sus responsables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario