domingo, 2 de septiembre de 2012

Mindy y los sapos

No es de extrañar que el canal FOX haya pre-estrenado su nueva comedia The Mindy Project en internet antes que en televisión. Esta fue la estrategia seguida el año pasado con New Girl, que será su compañera en programación, y la operación se saldó con un gran estreno que captó la atención del público joven (hasta qué punto afectó el factor moderno de Zoey Deschanel nunca lo sabremos). Y, de momento, ya podemos sacar algunas impresiones del piloto.

La serie de Mindy Kaling tiene clara su identidad desde el minuto uno. Es una comedia romántica de veinte minutos, hija de Sexo en Nueva York y de Bridget Jones, sobre una ginecóloga que se propone encontrar al hombre de su vida. Tiene más de treinta años, ha besado muchos sapos y debe madurar si quiere encontrar la versión adulta del amor. Bueno, y si no quiere acabar otra vez borracha, mojada y despechada en comisaría, como la conocemos al principio de la serie.

Hasta el momento de su estreno ante la prensa, The Mindy Project era una de las apuestas más esperadas por los críticos norteamericanos desde que FOX anunció su compra (y después de ser desechada por NBC). Al fin y al cabo, Kaling es una persona muy respetada desde que entró a formar parte del equipo de guionistas de The Office con 24 años, muy querida por su papel de Kelly Kapoor en la misma serie y encima su camino recordaba al de Tina Fey. De repente, una guionista con talento (y siempre en la sombra de alguien más visible) se proponía acaparar la atención de todos los focos con un papel protagonista escrito por ella misma e inspirado libremente en su forma de ser. Vamos, una nueva diosa total de la comedia ahora que 30 Rock está a punto de despedirse para siempre.

Lo que se esperaba de ella, sin embargo, era otra cosa. A pesar de su agudo sentido del humor y de la consciencia de sí misma (un poco como Lena Dunham, la Diosa actual de la TV), The Mindy Project es un homenaje constante a la comedia romántica de las últimas décadas y está plagada de referencias. Hay guiños a Cuando Harry encontró a Sally, a Notting Hill y a Tienes un e-mail, y a la ginecóloga le gusta comparar a sus hombres con Hugh Grant y a ella misma con Sandra Bullock. Kaling prefería ser una princesa en apuros que una comediante intelectual.

Esto, obviamente, sólo será un inconveniente para aquellos que no pueden atribuir la etiqueta “de autor” a aquello que apele al gran público. Pero, como personalmente no tengo nada en contra de su género, creo que The Mindy Project puede ser una de las obras más divertidas y genuinas de esta temporada. Sobre todo porque sería muy interesante que Kaling hiciera la última buena comedia romántica en televisión mientras Hollywood sólo lleva morralla sin gracia a las salas de cine.

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