Candace Bushnell escribió The Carrie Diaries para sacar aún más cuartos a la franquicia que la hizo famosa y la untó de dinero, Sexo en Nueva York. Publicó la novela en 2010 y, obviamente, a los cuatro días ya se hablaba de adaptación. La decisión de la CW de comprarla fue, que dirían en inglés, “a match made in heaven”. El canal que había utilizado a Carrie Bradshaw de modelo a seguir en bastantes de sus series (más por la afición a la moda que por su afán para hablar de sexo sin tapujos), la emitiría para una nueva generación de chicas aún descubriendo su propia sexualidad y qué estilo les quedaba mejor.
Esta idea, sin embargo, nunca me convenció. Por un lado, era hora que la CW dejara atrás la etapa de chicas superficiales (Gossip Girl, 90210) que nunca le funcionó especialmente bien y encima no suelo entender el concepto de precuela. ¿Qué sentido tiene seguir los líos profesionales (en este caso escolares) y amorosos de alguien cuyo futuro conocemos? O bien nos cuenta otra historia o añade capas a la psicología de un personaje. Pero, igualmente, me cuesta entender la existencia de precuelas. Muy interesante debe ser el personaje (o un universo de ficción) y aún así no siempre da resultados satisfactorios. Que se lo pregunten a Darth Vader.
En la serie estrenada en enero, Carrie Bradshaw es una alumna de instituto obsesionada con Manhattan, sin saber que logrará ser relevante allí en unos años. Su madre ha muerto hace poco (un apunte que no concuerda con Sexo en Nueva York, donde su madre está viva por más que no aparezca), ella está enamorada de su ropero y descubre a través de las experiencias de sus amigas el sexo. Y, por recomendación de su padre, empieza a trabajar en una aburrida empresa de Nueva York un día a la semana como actividad extra-escolar, donde empieza a llevar una doble vida cuando conoce a Larissa, una experta en moda de una revista con la que fingirá ser mayor.
Como admirador de la serie de televisión que la precedió (y crítico con las películas), puede que no acabe de ver la razón de ser a The Carrie Diaries por lo argumentado más arriba. No pueden hablar de las relaciones amorosas de la futura escritora con una perspectiva demasiado épica porque sabemos con quién acabará. Pero, curiosamente, Amy B. Harris, quien ha desarrollado el proyecto para televisión y que participó en Sexo en Nueva York como productora y guionista, se lo toma como una iniciativa simpática. No busca el culebrón teen más evidente (y aborrecido por culpa de la nefasta Gossip Girl) sino algo más reflexivo. Carrie quiere crecer y esta es la historia que quieren contarnos, la de una chica normalita con algo que aportar. Otra cosa es si funcionará a la larga más allá de la anécdota, si serán capaces de mantener el tono y si conseguirán que esta Carrie sea alguien por sí misma sin invalidar a la futura.
No obstante, hay algo que ni pongo en duda. El fichaje de AnnaSophia Robb para ponerse en los zapatos de la joven Bradshaw es posiblemente el mayor acierto de cásting de la temporada. No tendrá la cara de caballo de Sarah-Jessica Parker pero sí comparten un concepto extraño de belleza (o de fealdad, allá cada uno) y entiende la filosofía de Carrie. Cada vez que le ponen un primer plano, tiene la misma energía y alegría en la mirada. Esto, mucho más que un tutú, hace que Carrie sea Carrie.
2 comentarios:
yo soy muy fan de las series teens. De las buenas freaks and geeks , Awkward y me trago las malas, las dos primeras temporadas de Gossip Girl y OC. También me gusta mucho el rollo ochentero pero en esta serie hay algo que no me termina de cuadrar, que ha hecho que termine de ver los 2 últimos episodios diciendo, ya no veo mas. Que veré aun el siguiente, pero no se, creo que las historias del padre con las hijas tienen un tufo a moralina que no me acaban de molar, y al centrarse en dos frentes el instituto y Manhattan no le acaban de sacar el jugo bien a ninguna de las dos. Sobre todo al instituto y eso que las amigas son de lo mejor que tiene la serie.
Bueno, que no se bien que es, pero algo me falla, aun así le daré un par de capítulos mas, aunque solo sea por su banda sonora
Coincido en que AnnaSophai Robb cuela muchísimo como joven Bradshaw. La voz en off es muy muy acertada. Las amigas, geniales. Lo que me falla: ese rollo familiar, ese fuerte vínculo que Carrie parece tener con su familia y que años más tarde,como vemos en la serie original, se esfuma por completo. No lo acabo de entender.
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