Con la mentira por delante

El señor Kurt Sutter tiene mucho carácter y le encanta soltar tacos. Cogió fama con ‘The Shield’ y tiene ‘Sons of Anarchy’. Es un creador cercano que razona sus movimientos y responde a dudas mediante Twitter. Tampoco me extraña cuando manda a la mierda a alguien porque le hace alguna pregunta que no le gusta. Recordemos que fue el tipo que se metió con Matthew Weiner públicamente por sus negociaciones de contrato que creía excesivas. Según él, no podía pedir 10 millones de dólares por temporada y negarse a cualquier sugerencia del canal como rebajar el nombre de actores en nómina.

Él también se enfrentó a unos cuantos seguidores que se ofendieron cuando incluyó elementos bastante racistas en sus tramas. Pero tuvo mucha lógica a la hora de defender su decisión: esa banda de moteros no eran ejemplos a seguir y no debería sorprender a nadie que soltaran comentarios ofensivos contra otras razas. Que los personajes no quisieran un negro entre ellos, no significaba que él tuviera esos mismos prejuicios. Sea como sea, lo que vengo a decir es que él es un hombre con muchas opiniones y muy pocos filtros.

Lo que le echo en falta, sin embargo, es que también tenga más sentido de la auto-crítica. Desde que le sigo, se le da muy bien meterse con los demás y ensalzar ‘Sons of Anarchy’ pero pocas veces reconoce que alguna trama no le funciona tan bien como esperaba. Pocos autores lo hacen, es cierto, pero el matrimonio King bien confesó que algunos giros no habían tenido la aceptación que querían en ‘The Good Wife’ y hasta Shonda Rhimes explicó que ‘Private Practice’ la hizo a la fuerza y con pocas ganas al principio. Y resulta bastante hipócrita que suelte cualquier pensamiento bajo la convicción de que es alguien honesto y después caiga en errores que probablemente criticaría en otros.

Por ejemplo, ‘Sons of Anarchy’ se está alargando innecesariamente y no hay giro en la trama que pueda disimularlo. La serie planteó un esquema y quiso seguirlo y, si hubiese sido consecuente, hubiera terminado tras la cuarta temporada, imperfecta por la única razón de que no le dio un cierre. Era fantástica hasta que quiso sacarle punta para darle una continuación. Y la cagó. Y él se obsesiona con razonarlo y argumentarlo pero no hay excusa que sirva.

La quinta temporada ya la vi a destiempo por una cuestión de desmotivación. Pero sí seguí sus tweets durante la emisión original y cómo había convencido al canal para darle más minutos en algunos episodios. No todos los guionistas se salen con la suya en este aspecto, sobre todo cuando no se trata de una season finale y pides veinte minutos más de metraje. Y no eran necesarios. Él se enfurruña en idear tratos complicados entre bandas, abrir frentes y todo sirve únicamente a una función: disimular que la única trama que importa, la vida familiar de Jax Teller, está en clara decadencia y probablemente ya no hay marcha atrás.

Todo son excusas y excusas para postergar lo inevitable y llega un punto en el que ya no cuela. Y Sutter ya puede soltar tacos y fingir que va con la verdad por delante, pero la única verdad que le concierne es que se pasó de listo y no tiene talento suficiente para fingir que su serie no está agotada, como hizo en la Comic Con de San Diego, donde explicó que había ideado la serie para siete temporadas. Pero lo está. Lástima.