El fenómeno ‘Breaking Bad’ es alucinante. La progresión que ha presentado estas últimas temporadas prácticamente no tienen referente. Existe, por supuesto, el caso ‘True Blood’, ‘Juego de Tronos’ y otros ejemplos del cable. Series que se cocieron poco a poco a medida que funcionaba el boca oreja. Pero es curioso que un título que promedió alrededor de dos millones de espectadores durante sus cinco años de emisión, ahora de golpe congregase casi seis para el final de temporada- con el dato curioso que su audiencia se fue rejuveneciendo a medida que avanzaban las temporadas.
Ya no era la compañera de ‘Mad Men’ en AMC, una serie para hombres mayores de bien. ‘Breaking Bad’ fue una serie que habló a los jóvenes, que imaginaron que Walter White podía ser su padre y que se divertían con la desesperación y los errores de Jesse. Que habían crecido con Quentin Tarantino y podían apreciar los diálogos de Gus y los sorprendentes momentos de violencia. Por no hablar de las elecciones fotográficas y musicales curiosas y la capacidad que ha tenido para ser viral y social. Vivo en Girona y en la rambla más transitada hay una tienda que vende camisetas con la cara de Heisenberg o con anuncios de ‘Call Saul’. Ver para creer.
Este subidón de audiencia, que podía preverse hasta cierto punto gracias a los aumentos que tenía cada nueva temporada, demuestran que es un auténtico fenómeno y que realmente ha tocado de cerca de los aficionados a la televisión. Si la comparásemos con ‘Mad Men’, por ejemplo, Don Draper palidecería. Jamás llegó a conectar con el público masivo, ni tan siquiera con el adecuado (‘Breaking Bad’, en el fondo, tampoco se creó para tener audiencias de quince millones). Tuvo momentum en cuanto a presencia en los Emmys y fue influyente en cuanto al modelo de hombre, pero allí se quedó. Cuando se vaya, dudo que triplique su audiencia.
Si tuviera que hacerlo, ya lo hubiéramos notado este año en el que se ha emitido su penúltima temporada. No fue el caso. Entonces, señal que no transmite la sensación que “hay que verla” como sí está haciendo ‘Breaking Bad’, que incluso atrae a aquellos que jamás habían visto un solo episodio en la emisión en directo.
Pero la otra cosa que está dando que hablar es la carta de Anna Gunn donde explicó el placer que había sido interpretar a Skyler White pero lo poco gratificante que era encontrarse con un increíble rechazo por parte del público, que hasta la juzgaban a ella como mujer y que se referían al personaje como si fuese una zorra sin igual. Hasta se comparaba con Betty Draper y Carmela Soprano, dos mujeres que tienen defectos pero que jamás podrán equipararse a sus maridos (mafiosos o infieles y sobre todo desconsiderados). Ella misma comentaba que era como si molestase que una mujer pudiera corregir a un hombre o enfrentarse a él. Es cierto. Les tocaba la moral que Skyler reprobara las acciones de Walter (como tenía que hacer) y ahora les irrita que se atreva a tratarle de igual a igual, como si no tuviese el mismo derecho. La defiendo.
Eso sí, el creador Vince Gilligan también tiene algo de culpa. Él culpó a los críticos con Skyler en la Comic-Con y les describió como machistas, pero él también cayó en el recurso fácil de darle algunas pinceladas antipáticas al principio para que los espectadores sintieran simpatía por Mr White. La paja como regalo de cumpleaños y el aburrimiento de la mujer en casa mientras él trabaja como un loco para sacar la familia a flote eran detalles que contribuían a que nos posicionáramos con él, de la misma forma que Matthew Weiner hizo lo mismo en ‘Mad Men’ y pintó a Betty como una loca sin alma para así justificar que Don se fuera con otras. Pero después llega la hora de la verdad y ellas siempre serán mejores personas que ellos. Ni tan siquiera los burdos intentos de demonizarlas por parte de los creadores pueden enturbiar la idea de que son mujeres fuertes que han tenido que cargar con demasiadas faltas de respeto.
Recordemos a Walter tratando a Skyler de loca por el tema del móvil o a Don llamando al psiquiatra de Betty para saber en qué punto estaba su mujer, traicionando el médico el secreto profesional y la intimidad de ella. Desde mi punto de vista, estos detalles siempre han demostrado que estaban por encima de ellos. Pero se trata de una óptica personal y, en mi opinión, hay demasiada gente dispuesta a posicionarse del lado del hombre de la casa.
1 comentario:
Hombre tienes toda la razon. En la serie el magnetico W.W logra eso, que odiemos a Skyler con nuestra alma. Pero si uno lo piensa bien, se da cuenta que la que tiene razón es ella, solo que nos encanta el mundo delictivo al que se metio Heisenberg y ver lo 'malo' que se ha convertido.
Yo creo que el personaje de skyler esta muy bien escrito y es coherente como una madre ante todo.
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