Los planes de NBC con 'Parks and Recreation' son algo confusos. Desde ahora hasta enero sólo emitirán tres episodios, lo que podría dar que pensar que ya no confían en la serie. Razones tendrían: se estrenó en otoño con mínimos históricos y ya ni llega a los cuatro millones de espectadores. Pero, si bien las dos primeras semanas 'The Michael J. Fox Show' y 'Sean Saves the World' la superaron sin despeinarse, ahora mismo tiene mejores datos en lo que se refiere al target de los anunciantes y encima compite directamente con 'The Big Bang Theory', el tiranousaurus rex de la comedia.
La pregunta, entonces, es más bien hasta qué punto está dispuesta a caer la NBC antes de encontrar una solución a su noche de los jueves o simplemente renunciar a programar comedias a esas horas. Pero está claro que les duele. Ese fue su bastión durante muchos años, el primetime por donde desfilaron 'Seinfeld' y 'Friends' y mover o eliminar las actuales comedias significaría asumir un estrepitoso fracaso. Reconocer que son esa cadena perdida que únicamente sobrevive gracias a 'The Voice'. Y mantener 'Parks and Recreation' en el fondo significa que nadie cree que puedan hacerlo mejor en esa franja. Ninguna comedia nueva capta la atención del público y así es imposible regenerar la noche.
Esta situación en el fondo es triste. 'Parks and Recreation' es una joya y, por más que hubiera algunos espectadores que la notaran algo cansada el año pasado, yo la veo en plena forma. Sobre todo estos primeros episodios de la sexta temporada. Puede que tuviera que pasar por alto el nepotismo de Leslie Knope, pero Tynifer fue un personaje divertidísimo y el gag que más me ha hecho reír desde que arrancó la temporada televisiva a finales de septiembre. También tiene a favor que se trata de un happy place. De la misma forma que la protagonista nos intenta explicar una y otra vez que Pawnee es la mejor ciudad del mundo a pesar de todos sus defectos, 'Parks' tiene el mismo talento con sus espectadores. No todas las bromas de Andy funcionarán y que a Donna siempre la tengan en un frustrante segundo plano (¡ponedla en los créditos!), pero transmite simpatía. No quiero tener que abandonarla.
Ni tan siquiera la noticia de que Rob Lowe y Rashida Jones dejarán la serie a mitad de temporada me hace cambiar de idea. Los actores que se quedarían todavía son una mayoría y, en realidad, Anne Perkins y Chris Traeger hace bastante tiempo que viven de prestado. Esto se nota en estos episodios. Corren por los pasillos del ayuntamiento pero hace tiempo que no les queda recorrido ni situaciones hilarantes que explorar. Están allí para que les den una salida digna después de años de dedicación (sobre todo los de Rashida, que ha mantenido el espíritu del personaje incluso tras la transformación de la serie en la segunda temporada).
El problema de Anne es que es la straight-woman de la serie. Sirve para hacer avanzar las tramas, es un factor dentro de las escenas pero nunca es la actriz cómica. Sólo hace falta ver las interacciones con el resto de trabajadores del departamento: Leslie habla por ella, April se mete con ella y Ron la mira con desconfianza. Ella es el blanco, nunca es quien ejecuta (y con esto no digo que no me guste, sólo que tampoco se la echará tanto de menos). Y Chris es distinto: Lowe tiene pocos registros y los guionistas tienden a explotar siempre los mismos chistes. Puede que 'Parks' directamente sea mejor sin él.
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