miércoles, 12 de febrero de 2014

El canta-mañanas de los juzgados

Algún día tendremos que superar que hay más tipos antipáticos aparte de ‘House’. Sólo hace falta que haya un protagonista irritante y bocazas que las comparaciones se suceden. Se dice de ‘Rake’, por ejemplo, la serie con Greg Kinnear que se centra en un abogado que es un canta-mañanas y hay un punto en común: hay un caso en cada episodio y se emite en FOX, que la emite desde enero. ¿Pero se parece lo suficiente a ‘House’, se trata de un último latigazo de una moda? Rotundamente no.

Sólo hace falta ver la condición de Keegan Deane, el personaje protagonista, para entenderlo. Es un ludópata, es un putero y bebe demasiado, pero es un tipo simpático. Es un hombre egocéntrico pero tiene una gracia natural con la que se gana simpatías, a diferencia del médico cuyos únicos amigos eran masoquistas que querían alguien que les atizara verbalmente cada mañana. ¿Pero esto hace que sea mejor o peor serie? No, no tiene nada que ver.

‘Rake’ es una serie que podría ser oscura. Como he dicho, le van las drogas, las prostitutas y tiene deudas. Le parten la cara de vez en cuando no reúne el dinero a tiempo. Pero todo lo que rodea al abogado es tan y tan ligero que se queda en nada. Es un tipo entrañable, es un tipo que cuesta imaginar que un día las cosas le irán realmente mal. Si acaba en el sofá de un amigo porque no tiene un duro, pues no es ningún drama. ¿Dónde está entonces el interés del personaje? No lo sé.

El retrato es muy amable. Los casos se tratan por encima y no tienen especial gracia. Por lo tanto, tiene dos opciones: crear una química divertida con los secundarios, que hay unos cuantos, o llevar el personaje por otro camino. Sam Raimi dirigió un episodio piloto y no le gustó a la cadena, que pidió algo menos triste. Así que no pueden abordar su estilo de vida como lo que es: decadencia humana. Pero lo que sí pueden permitirse es vender que los acontecimientos de Keegan importan, que tienen trascendencia.

Pongamos por ejemplo el primer episodio, donde un matón le persigue y, a pesar de que le cae bien, tiene que partirle la cara. Sirve de alivio cómico y no pasa nada que lo sea. Pero si no hay consecuencias, si no hay algún instante dramático de verdad, cuesta comprender la gravedad de su situación. Y, si jamás van a contemplar esta posibilidad, pues deberán engrasar muy bien todas las interacciones para que ‘Rake’ sea una serie de provecho. Sin embargo, no creo que estén por la labor.

Lo que hacía distinta a la serie, que es un remake de una serie australiana, lo quitaron adrede y lo que queda es muy poco interesante. Vamos, que tiene unos cuantos números para que la cancelen y no será el fin del mundo.

No hay comentarios: