Hay finales y finales y el de ‘Scandal’ de este año es infumable. Cuarenta mortales, veinte tirabuzones y se la pega en el asfalto, como una barbie suicida y dislocada. Es lo que tiene llamarse Shonda Rhimes, obsesionarse con escribir la serie más loca de la televisión (y creer que es buena televisión) y pasarte de largo (y de lista). Pero dará que hablar, claro que sí. Si algo hace bien Shonda es escribir televisión de la que hablar, por lo menos con Olivia Pope y sus secuaces.
Intentar describir qué es lo que no funciona del último episodio de ‘Scandal’ no tiene mucho sentido. Es más fácil procurar detectar lo que sí, porque no hay absolutamente nada. Es un despropósito calamitoso. ¿Hay giros? Sí, todos y cada uno de ellos más atropellados que el anterior. Jamás creí que podía morir un personaje tan importante y que resultara un simple trámite. Todo muy loco, por supuesto, pero también muy poco intenso. Llega el último minuto y no era capaz de asimilar tanta información. O no quería, mejor dicho, que el exceso también puede ser contraproducente.
En los comentarios en las noticias y resúmenes americanos sí he notado que hasta aquellos que adoran ‘Scandal’ creen que Shonda esta vez se ha pasado, como si hubiera hecho un salto del tiburón y la serie hubiera perdido toda credibilidad con la agencia de inteligencia que no recibe órdenes de nadie y todos los tejemanejes de la madre de Olivia. Curiosamente, no estoy de acuerdo. Si ‘Scandal’ era buena (mala, en mi opinión) en la segunda temporada y al principio de la tercera, tendría que seguir siéndolo (de mala). Es la misma bazofia, con los mismos insoportables flashes y los cristales que no están allí. Bueno, en este último aspecto puede que se superaran: hubo una escena donde Abby vociferaba y no pude entender nada de la conversación porque estaba demasiado alucinado con la cantidad de cristales que había entre la cámara y las actrices.
Probablemente lo que pueda indignar más del tramo final es cuan poco le importa la política a ‘Scandal’. Lo sabíamos, ya, pero ni tan siquiera se toman la molestia de fingir que hay cierto trabajo detrás de los guiones más allá del giro. Es una serie donde todos los personajes hacen cosas atroces porque Fitz es quien debe gobernar el país pero en ningún momento se toman la molestia de explicarte porqué él sería mejor presidente que sus rivales. Sólo apoyan esta idea poniéndole de rivales a psicópatas y asesinos (el ataque de risa de Olivia al ver que todos son una panda de asesinos fue el momento más brillante y auto-consciente de la temporada) y no le iría mal explicarse un poquito más. Una buena serie lo haría, claro que esta no lo es (miremos ‘The Good Wife’, que se supone que es un drama legal y las tramas políticas están todavía mejor escritas).
Pero hay algo positivo que decir de ‘Scandal’. Después del pelotazo que dio el año pasado, mejorando su audiencia semana a semana y convirtiéndose en un éxito destacable (la renovaron por respeto a Shonda y les salió redonda la jugada), creí que este año sería el que se la pegaría, que no conseguirían llenar la trama hasta el final de temporada y que el público se aburriría con tramas-relleno (y la dejaría). Pero no, el delirio duró hasta el final y no ha habido episodios de “no me han contado nada, no ha avanzado nada”. Esto es todo logro. Y, por lo que dejó a medias el final de temporada, Shonda tiene historia para rato. Una historia mal escrita, muy mal interpretada y mal rodada, pero por lo menos la guionista tiene cuerda para rato, que no todas las series pueden decir lo mismo.
2 comentarios:
¿En serio te merece la pena perder tiempo en ver series como 'Scandal'? Porque yo aguanté una temporada y dos episodios de la segunda. Sobretodo si tienes a 'The Good Wife' en un pedestal.. Cada seriéfilo tiene sus reglas de visionado, por supuesto y las respeto pero jo, me da cosilla leer artículos como éstos. ¿Interesantes? Sí. ¿Útiles? No sé yo... Espero que no resulte ofensivo lo que digo. Me encanta tu blog y te leo siempre pero me resulta incomprensible el "hate-watching".
Un saludo
Entiendo tu postura. Pero yo me dedico parcialmente a hablar de series de televisión y uno de mis cometidos es estar al día. Y la televisión americana me fascina. Por lo tanto, me gusta estar al día de los fenómenos televisivos actuales y en USA 'Scandal' es esto. ¿Me gusta? No. Pero me gusta estar al tanto de qué sucede en ella y como lo enfocan los medios. Nunca sabes para que te servirá este bagaje cultural (o bazofia en este caso).
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