¿’Revenge’ es una serie que necesite cuatro temporadas? Esta es la pregunta del millón. Se trata de una serie fuertemente serializada donde la trama es bastante clara: Amanda Clarke quiere destruir a todas aquellas personas que contribuyeron a hundir a su padre. Por lo tanto, no debería poder alargarse demasiado. Pero en ABC consideran que es un chicle que da más de si y habrá cuarta temporada. Y me parece una gran noticia.
Este tercer año, bajo la batuta del nuevo showrunner Sunil Nayar, la serie ha funcionado mucho mejor. Ya comenté hace unas semanas que incluso los franceses encajan mejor como personajes satélites y, si bien se notó cierto bajón con la llegada del padre de Margot, también están ofreciendo un tramo final destacable. El momento helicóptero fue digno de enmarcar y también la situación de Charlotte del episodio 3.21. ¿Quién nos hubiera dicho que después del desastre de la segunda temporada un extraño en la producción encontraría el rumbo? Para que luego la gente se queje de los cambios de guionistas.
Y, para quejicas, todo el mundo que gira alrededor de ‘Community’, desde los espectadores a los miembros del equipo. Primero se le hizo la vida imposible a los nuevos guionistas de la serie cuando el creador Dan Harmon fue despedido y, ahora que ha regresado para la quinta temporada, la crítica ha decidido que es igual de irregular. Es hasta curioso escuchar algunos críticos americanos decir que la culpa de la mala temporada de ‘Community’ es culpa de la NBC por reducir el número de episodios. Según los chicos de Firewall & Iceberg, esto obligó a Harmon a elegir los episodios más pirotécnicos y olvidarse de aquellos que profundizan y muestran las evoluciones de los personajes. Sí, claro. La culpa de los guiones de Harmon no es de Harmon.
La cancelación de la serie es una mala noticia para sus espectadores, por supuesto, pero tampoco es una catástrofe de proporciones bíblicas. Estamos hablando de una ficción que ha tenido datos entre mediocres y malos desde que se estrenó. Por más que varias veces pareció que la habían maltratado en el canal, la verdad es que NBC le dio cuatro temporadas más de las que hubiera tenido en cualquier otro canal. ¿Que duele porque estaba muy cerca de cumplir “six seasons and a movie”? Cierto. Pero tengamos en cuenta que este lema se lo inventó Abed y el canal tampoco puede estar satisfaciendo chantajes emotivos tan evidentes como este, sobre todo cuando llegar a cinco temporadas ya es un lujo. La película, que la financien los fans en Kickstarter, que todos sabemos que irán por aquí los tiros.
Lo más simple, sin embargo, es acomodarse en la postura victimista como lleva haciendo el reparto de ‘Community’ desde su segunda temporada. Una cosa es luchar para mantener el empleo y otra pasarte cuatro años lanzando puñaladas al canal y medio llorando por todas las plataformas sociales posibles. Al principio tenía gracia pero ya no y hasta se nota en algunos medios de comunicación. Por ejemplo, Joel McHale ha caído de su pedestal y su presentación en la cena de la Casa Blanca recibió palos a más no poder. No es tan gracioso como él cree, ni es tan buen actor como algunos espectadores de ‘Community’ argumentan, que a menudo hasta había quejas porque no era nominado al Emmy.
Hay que estar contentos por todo lo visto, que ha sido mucho más de lo que pudimos imaginar, y al ser una comedia no es como si hubiera mil tramas al aire. Con los dramas, en cambio, hay que ir con mucho más cuidado porque, si el canal no avisa, lo más probable es que nos quedemos a dos velas. Esto es lo único que pido para ‘The Good Wife’, por ejemplo, que hace mucho tiempo que vive de prestado y se lo agradezco a la CBS, y sólo espero que Les Moonves le dé la posibilidad de cerrar las tramas cuando llegue el momento de decirle adiós.
Este tercer año, bajo la batuta del nuevo showrunner Sunil Nayar, la serie ha funcionado mucho mejor. Ya comenté hace unas semanas que incluso los franceses encajan mejor como personajes satélites y, si bien se notó cierto bajón con la llegada del padre de Margot, también están ofreciendo un tramo final destacable. El momento helicóptero fue digno de enmarcar y también la situación de Charlotte del episodio 3.21. ¿Quién nos hubiera dicho que después del desastre de la segunda temporada un extraño en la producción encontraría el rumbo? Para que luego la gente se queje de los cambios de guionistas.
Y, para quejicas, todo el mundo que gira alrededor de ‘Community’, desde los espectadores a los miembros del equipo. Primero se le hizo la vida imposible a los nuevos guionistas de la serie cuando el creador Dan Harmon fue despedido y, ahora que ha regresado para la quinta temporada, la crítica ha decidido que es igual de irregular. Es hasta curioso escuchar algunos críticos americanos decir que la culpa de la mala temporada de ‘Community’ es culpa de la NBC por reducir el número de episodios. Según los chicos de Firewall & Iceberg, esto obligó a Harmon a elegir los episodios más pirotécnicos y olvidarse de aquellos que profundizan y muestran las evoluciones de los personajes. Sí, claro. La culpa de los guiones de Harmon no es de Harmon.
La cancelación de la serie es una mala noticia para sus espectadores, por supuesto, pero tampoco es una catástrofe de proporciones bíblicas. Estamos hablando de una ficción que ha tenido datos entre mediocres y malos desde que se estrenó. Por más que varias veces pareció que la habían maltratado en el canal, la verdad es que NBC le dio cuatro temporadas más de las que hubiera tenido en cualquier otro canal. ¿Que duele porque estaba muy cerca de cumplir “six seasons and a movie”? Cierto. Pero tengamos en cuenta que este lema se lo inventó Abed y el canal tampoco puede estar satisfaciendo chantajes emotivos tan evidentes como este, sobre todo cuando llegar a cinco temporadas ya es un lujo. La película, que la financien los fans en Kickstarter, que todos sabemos que irán por aquí los tiros.
Lo más simple, sin embargo, es acomodarse en la postura victimista como lleva haciendo el reparto de ‘Community’ desde su segunda temporada. Una cosa es luchar para mantener el empleo y otra pasarte cuatro años lanzando puñaladas al canal y medio llorando por todas las plataformas sociales posibles. Al principio tenía gracia pero ya no y hasta se nota en algunos medios de comunicación. Por ejemplo, Joel McHale ha caído de su pedestal y su presentación en la cena de la Casa Blanca recibió palos a más no poder. No es tan gracioso como él cree, ni es tan buen actor como algunos espectadores de ‘Community’ argumentan, que a menudo hasta había quejas porque no era nominado al Emmy.
Hay que estar contentos por todo lo visto, que ha sido mucho más de lo que pudimos imaginar, y al ser una comedia no es como si hubiera mil tramas al aire. Con los dramas, en cambio, hay que ir con mucho más cuidado porque, si el canal no avisa, lo más probable es que nos quedemos a dos velas. Esto es lo único que pido para ‘The Good Wife’, por ejemplo, que hace mucho tiempo que vive de prestado y se lo agradezco a la CBS, y sólo espero que Les Moonves le dé la posibilidad de cerrar las tramas cuando llegue el momento de decirle adiós.
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