Esta temporada de ‘Hannibal’ es una maravilla. Es de esas series que supo aprovechar el descanso de un año al otro para mejorar y se nota cada semana, cuando la serie decide retar nuestra moral, nuestro juicio y nuestro sentido de la belleza. Hay que encontrarle el momento adecuado para disfrutarla. En mi caso se trata siempre de noche, para disfrutar de la atmósfera, pero nunca puede ser la última serie antes de ir a dormir. Los sueños seriéfilos, cuando incluyen el canibalismo, son menos divertidos.
Los niveles de perversión están al límite. De hecho, hace tiempo que sobrepasaron lo que creíamos posible y aquí seguimos, pegados a la tele como si esto fuese otra serie de asesinatos. Pero no lo es. Como decían el otro día en The Guardian, puede que ‘Hannibal’ no esté siendo un fenómeno de audiencia como otras series de terror, pero es normal. Es tan inmoral, tiene un tratamiento tan realista de las enfermedades que muestra y es tan y tan seria que da miedo. No es fácil soportarla y no recomendaría a nadie verla en modo maratón si llega a las cinco temporadas. No puede ser indicado por razones mentales.
Diría que hablo del avance de la serie pero sin spoilers explícitos para aquellos que no van al día. Pero bordeándolos, que conste.
Diría que hablo del avance de la serie pero sin spoilers explícitos para aquellos que no van al día. Pero bordeándolos, que conste.
No solamente ha refinado su forma de mostrar la violencia implícita en los cadáveres (esa laminación aún duele), también ha aprendido a desarrollar mejor la trama alrededor de los casos. Hay una razón para todo, las relaciones entre los personajes fluyen y las sospechas se intuyen. No existe mayor exponente de todo esto que Richard Crawford. En este punto, no sé si cree que la autoría de los crímenes corresponde a Hannibal pero su forma de tratar el asunto es la más inteligente posible. Ninguna prueba así lo indica, así que él se comporta como si fuese inocente. Pero, si fuese el culpable, la mejor forma de atraparle sería fingiendo que uno se cree su coartada. Hasta qué punto está haciendo lo segundo y no lo primero, no lo sé.
Esta es una de las virtudes de ‘Hannibal’, que imaginar en qué punto están exactamente sus protagonistas es imposible. El juego de mentiras, inducciones inconscientes y sospechas es tan enrevesado que cualquiera de ellos puede acabar en el plato sin que nos demos cuenta. Hasta la doctora Bloom parece estar entrando en él, por más que hasta este momento fuera el personaje más estúpido de la ficción (y eso que existe Chilton). Y Will, qué decir de Will. Él está tan metido que cuesta diferenciar hasta qué punto se ha metido en una camisa de once varas. Sólo sé que sus últimos movimientos en el tablero de ajedrez probablemente no son lo que parecen y en cualquier momento lo demostrará con un jaque mate.
Sólo le criticaré que, si bien todo esto funciona a la perfección, en ‘Hannibal’ noto ciertas preferencias de los guionistas. Hay capítulos magníficos (el último, el del laminado y el anterior) y otros que solamente son correctos. No está nada mal, sigue siendo una gran serie. Pero percibo que son episodios más desganados, como si los estuvieran escribiendo a sabiendas que molará más el siguiente y esta sensación les rebaja puntos. Es evidente que las series tienen episodios mejores y peores, pero los peores de ‘Hannibal’ (que siguen estando bien) transmiten que los consideraban eso, menores (el del juicio, el del parto del caballo).
Pero no hace falta fijarse demasiado en esto. ‘Hannibal’ es macabra, inteligente e inmersiva y funciona a otro nivel que la mayoría de las series ahora en antena. O sea, la consideramos una serie inteligente y profundamente psicológica a pesar de momentos de un mal gusto horrible (esa cena con invitado-plato de Lecter) porque nos reta, siempre. Y hasta ha conseguido que las escenas de sexo resulten muy turbias porque en ‘Hannibal’ absolutamente nada impide que seamos conscientes en todo momento del horror que habita en el mundo.
P.D. Podcast: De ‘Hannibal’ hablamos en ‘Yo disparé a J.R.’, también de ‘The Following’ y lo compensamos con una ración de comedias. Aquí el menú y también el programa para descargar:
- 0’: Introducción.
- 3’: ‘Faking It’, una comedia de MTV.
- 11’: El arranque de la cuarta temporada de ‘Awkward’.
- 20’: ‘Nurse Jackie’ y las comedias femeninas de Showtime.
- 35’: El final de la sexta temporada de ‘Parks and Recreation’.
- 49’: El final de la segunda temporada de ‘The Following’.
- 63’: Cómo evoluciona ‘Hannibal’ (hasta el 2.10).
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