domingo, 1 de junio de 2014

La madurez de Don y el bailoteo de Bert

Un número musical para despedir la media temporada de ‘Mad Men’. Hablemos de ello porque fue una forma de darle un toque especial a esta decisión de AMC de dividir la séptima temporada en dos partes por razones estrictamente comerciales (imagen de cadena, más tiempo para buscar un relevo, más presencia en los premios). Pero lo industrial no quita lo creativo. El universo de ‘Mad Men’ es realista pero después de tantos años se puede permitir un momento de locura elegante, una pequeña digresión de tono, casi como si se tratase de una escena oculta tras los créditos.

El número, como podéis imaginar, contiene detalles importantes de la trama de ‘Mad Men’, así que puedes dejar de leer si todavía no has visto la despedida temporal de Don Draper.

Robert Morse puede que ya no tenga el físico para marcarse un número ambicioso, pero fue un detalle simpático hacia el personaje de Bert Cooper y hacia el propio actor, que tuvo una prolífica carrera en Broadway. Recordó hasta cierto punto a la película ‘Todos dicen I love you’ de Woody Allen, en el sentido que se nota que es una aproximación humilde al género pero hecha desde la más profunda admiración. Algo sencillo pero efectivo, aunque el Zou Bisou Bisou de Megan siempre estará en la cima de los momentos musicales de la serie. Allí Jessica Paré robó el inicio de la quinta temporada de ‘Mad Men’ y monopolizó los contenidos de los blogs televisivos durante un par de semanas.


 
‘The best things in life are free’ sirvió también para despedir con una nota positiva la temporada. Parecía que ‘Mad Men’ querría llevar a Don al abismo para sus últimos episodios y resulta que los utilizarán para traer algún tipo de paz espiritual al personaje. Él es egoísta, un mal padre y un mal marido y puede que sus mejores días como gurú creativo ya hayan pasado, pero demostró haber crecido. Su forma de terminar la relación con Megan (“te ayudaré”) o de permitir que Peggy se luzca fueron una buena prueba de ello. ¿Será capaz de seguir por esta senda y asumir que sus mayores éxitos y alegrías ya deben provenir de sus hijos, ya sean los biológicos o los laborales (Peggy)?

El episodio, además, fue especialmente emotivo. La muerte de Bert, la realización de Peggy, la madurez de Don, la tranquilidad de todos ellos viendo el aterrizaje en la luna... fue una bonita estampa. Sólo cambiándole un par de escenas podría haber servido como un final definitivo, por lo menos en cuanto al estatus de cada personaje. ¿Así que qué le queda para explicar a Matthew Weiner? ¿No está Don ya al final de su viaje y toca ver hasta qué punto puede llegar Peggy? Al fin y al cabo, resulta interesante el momento en el que Pete la defiende y dice que es “mejor que cualquier otra mujer”. ¿Veremos a alguien asumir que también es mejor que cualquier hombre?

Elizabeth Moss al final no pudo quejarse. Peggy tuvo una presentación bastante frustrante al principio de la temporada, convirtiéndola en una solterona amargada, pero Weiner rectificó a tiempo y permitió que la viéramos otra vez como la mujer ambiciosa y profesional de siempre. No pasaría nada, tampoco, si emplearan los últimos episodios en buscarle un marido, que está claro que esta mujer necesita sexo. Pero la actriz es quien tiene el mejor personaje femenino de la serie, sobre todo porque el guionista es el único por el que se preocupa.

¿Qué ha sido de Joan esta temporada? Ha estado desaparecida y la trajeron sólo para hacer frente contra Don sin venir mucho a cuento (o demostrando que quizá deberían haberle dedicado más minutos). ¿Qué pasó con Megan, que era otra? Weiner le cambió la personalidad cuando pasó de secretaria a publicitaria y esta vez la moldeó otra vez a su antojo, convirtiéndola en una histérica que había dejado atrás toda su inteligencia emocional. Suerte que su adiós a Don tuvo clase y que Jessica Paré tiene encanto en la piel de Megan. ¿Y, finalmente, qué pasa con Betty? Pues nada, que sabe italiano. Mantener a January Jones en el reparto para esto, me parece un desperdicio cuando podrían tenerla fuera de la serie y literalmente contratarla para un sólo episodio o directamente darle el estatus de la mujer de Roger Sterling (extra con frase).

Puede que los momentos brillantes de estos tres personajes puedan engañar a unos cuantos espectadores y hagan creer que ‘Mad Men’ también es ‘Mad Women’, pero la realidad es que a Weiner sólo le interesan los hombres y Peggy. Esto no cambia el hecho que estos episodios han sido sólidos, elegantes como siempre y que también demuestran que, cuando quieren quemar trama y alimentan el ritmo, todavía les sale una serie mejor. Pero también reconozcamos que los movimientos en los despachos fueron bastante menos estimulantes que los de ‘The Good Wife’ en otoño.

Puede que en su momento se pudiera argumentar que Alicia Florrick fue detrás de Don Draper, que hizo una revolución y se emancipó de su empresa antes que ella, pero ahora los King le han ganado la partida a Weiner. Para empezar, la tensión de ‘Hitting the fan’ es probablemente uno de los mejores episodios del año (por no decir el mejor) y, si echamos la vista atrás, tuvo muchas más consecuencias que la primera marcha de Don, Roger y Bert. Ahora sólo falta que ‘The Good Wife’ imite ‘Mad Men’ en el aspecto musical y aproveche las voces y el ritmo de Alan Cumming, Nathan Lane y Christine Baranski. Y lo mejoren, que sabemos que es posible.

2 comentarios:

Óscar Rus Vicente dijo...

Ay, ay, ay, doy por hecho de que te gusta mucho más The Good Wife que Mad Men y obviamente sobre gustos y colores, no hay nada escrito pero me "duele" leer que creas que la primera serie sea mejor que la segunda. Hay muchos personajes en Mad Men y es difícil equilibrar la presencia de todos. Lo de Joan está perfectamente explicado; ella se "prostituyó" (acostó) para conseguir un cliente que a la temporada siguiente Don despidió por puro capricho. Y fíjate creo que es el personaje femenino que más ha evolucionado hacia la modernidad y el feminismo porque Betty es retrógrada hasta decir basta y Peggy se comporta como un hombre. ¿Sally no cuenta como mujer? No creo que Matthew Weiner contara con un diamante en bruto como lo son su personaje y su actriz.

Fíjate, a mí Megan siempre me ha parecido un personaje coherente. Tan sólo hay que echar un vistazo a las conversaciones con sus padres. Ella nunca quiso ser secretaria ni publicista. La ruptura de ambos me ha parecido dolorosa, aletargada y elegante. Ya hubo bastantes gritos.

Un saludo ;)

PD: El número musical de Cooper me recordó a aquellos de A dos metros bajo tierra.

manantial dijo...

Apoyo a Óscar totalmente, lo único que voy a añadir es que desde muchos años se nota que a Weiner le importan Don y las mujeres y la muestra más reciente es que su campaña para los Emmy se centra en cinco personajes femeninos(Peggy, Megan, Joan, Betty y Sally)y sólo tres masculinos(Don, Roger y Pete). Cada una de estás mujeres ha tenido sus momentos álgidos, las de Peggy los has dicho tú, Megan junto a la última escena ha tenido el capítulo en el que hecha a la amiga de Don y luego realiza junto a él el trío más triste en la televisión, Joan ha tenido esta brillante conversación tan reveladora junto a Bob Benson, a Sally le han regalado el segundo episodio entero y a Betty el tercero en el que se ha ido a excusión junto a su hijo y el quinto con la ya mítica frase: "I'm not stupid. I know Italian." Las estrellas invitadas por su parte se han repartido por igual, Bert y Ginsberg entre los hombres y Dawn y Mona entre las mujeres. Y todo esto en 7 episodios, The Good Wife en 22 episodios ha logrado darle a Kalinda sólo uno realmente bueno(el 16).