lunes, 27 de octubre de 2014

Cualquier color puede ser neutro

El éxito de los canales de cable en Estados Unidos tuvo sus ventajas de cara a los espectadores. La oferta aumentó de forma considerable, los canales apostaron por contenidos propios y de una manera u otra el espectador podía encontrar programas destinados a él. Hay canales para mujeres blancas, para negras, para aficionados a los documentales, otros obsesionados con la lucha libre, canales en castellano y para jóvenes que sueñan con descarriarse.

Pero esta infinidad de parrillas con perfiles distintos también tuvo una contrapartida: dejó de existir la televisión para todos los públicos. Socialmente podías intercalar opiniones con tus mejores amigos pero, si tocaba hablar con desconocidos, era más complicado que compartierais referentes televisivos. La fragmentación de la audiencia contribuía a la fragmentación de la sociedad y las networks lo amplificaron. En lugar de arriesgar, de querer incluir los nichos, casi les rehuyeron. ¿Dónde estaban los príncipes de Bel Air? En ningún canal para todos, sólo en aquellos orientados al público negro o, como se le llama ahora, urban.

Este desprecio hacia las minorías, que sólo encontraban personajes parecidos a ellos en concursos como ‘The Voice’ o ‘American Idol’ o con algún secundario sin demasiada sustancia de alguna serie, parece estar dando un cambio de rumbo. Las audiencias de las networks son tan pequeñas en comparación con antaño que, por ejemplo, ABC está intentando atraerles otra vez. Ya no producen únicamente para los blancos o por lo menos han dejado de creer que el blanco es el color de piel universal. Me refiero a que Hollywood se considera que un blanco es un protagonista válido para todos los públicos y uno de otra raza no, a menos que seas Denzel Washington o Will Smith.

El game-changer probablemente fue Kerry Washington y su papel en ‘Scandal’, donde Shonda Rhimes arriesgó y eligió una mujer afroamericana para interpretar a Olivia Pope. Literalmente no habíamos visto una actriz negra en un protagonista absoluto desde hacía décadas. Así culminaba un sueño, el de la normalización que Shonda ya había tanteado en ‘Anatomía de Grey’, y este año remató la jugada con Viola Davis en ‘How to get away with murder’, la serie que produce con su empresa Shondaland. ¿Uno de los puntos más comentados? Que Davis, además de ser una actriz de prestigio, tiene un tono de piel muy oscuro a diferencia de Washington o Halle Berry, que este verano estaba en ‘Extant’ en la CBS.

Es un soplo de aire fresco ver como el canal ABC, que emite ‘Scandal’ y ‘HTGAWM’ (o, como prefiero llamarla, ‘Murder’), también ha abierto otros caminos. ‘Blackish’ es una comedia familiar donde todos sus personajes son negros y los viernes emite la comedia ‘Cristela’ sobre una familia latina. Cristela Alonzo, por cierto, es muy divertida aunque es una lástima que la serie no esté a su altura (y eso que se la escribe ella, así que culpa suya). Se nota que ABC se ha cansado que los espectadores se fuguen a BET, OWN o Univision y quiere reivindicar ese mercado.

Si bien es maravilloso que cada uno pueda configurarse su parrilla y encontrar canales a su imagen y semejanza, es fantástico ver contenidos que aspiran a atraer a todos los públicos sin asumir que el blanco es el color neutro, sobre todo en un país con tanta diversidad racial como Estados Unidos.

1 comentario:

saraclaros202020 dijo...

Esta serie es muy completa, tiene de todo siempre la coloco antes de ver Los aristogatos online, tiene muy buena trama, divertidos personaes y una buena historia, la recomendare siempre