Si fuera actor, le pediría a mi agente que se acostase con quien fuera necesario para trabajar en ‘The Good Wife’. Hay series que son más agradecidas que otras para los profesionales y Robert y Michelle King saben sacarle tanto partido a los guiones como al talento de los intérpretes. Taye Diggs, por ejemplo, suele disgustarme en todos los sitios donde aparece y ni me di cuenta de mis prejuicios hacia él cuando apareció por Florrick y Agos y asociados. Un caso más de actor bien aprovechado.
El reparto, además, debe estar encantado. A Matt Czuchry, que probablemente era el más ignorado, finalmente le han dedicado más minutos que de costumbre. En esa pecera llena de tiburones que es Chicago, donde todos ocultan algún pensamiento tras su mirada, el personaje de Cary Agos es más fácil de leer y por esto Czuchry llama menos la atención. Tiene el empeño de un joven emprendedor soltero y sin compromisos, no como la mayoría de sus compañeros, y esto se nota en su directa forma de abordar los obstáculos.
Sea como sea, he tenido más minutos y nosotros hemos podido ver sus pectorales. Robert y Michelle por fin escucharon nuestras plegarias, ellos que evitan al máximo mostrar las escenas de sexo, puesto que prefieren sugerir (y consiguen escenas mucho más potentes). Es coherente, por lo tanto, que la fotografía sin camiseta estuviera enmarcada en ese contexto. Podemos adorar la serie y el factor carne de Czuchry, pero me decepcionarían regalándonos escenas sin camiseta a estas alturas.
No es esta clase de serie, también porque es una serie que vende el atractivo y no la carne. Sólo hace falta ver cómo venden la virilidad de Chris Noth o cómo hicieron de Josh Charles todo un sex-symbol. Y el tacto con Eli Gold también tiene mérito. Cogieron a Alan Cumming y le diseñaron un personaje a medida que encima es heterosexual. Y sí, hasta cuela. Llegó a convencerme en esas escenas con America Ferrera.
Pero la mejor sorpresa hasta el momento, más allá de los potentes cameos (Gloria Steinem, por ejemplo), es ver que Christine Baranski ya tiene episodio para los Emmy. Mi teoría es que, si no ganó el año pasado que tenía un episodio donde demostraba que es una actriz como la copa de un pino y había enviudado recientemente, no lo hará nunca por ‘The Good Wife’. Es lo que ocurre si no te peleas con cuchillos y lloras desconsoladamente, que los votantes no te hacen caso. Pero esa reflexión de pie en su despacho y el posterior paseo por las oficinas de Lockhart and Gardner es personalidad y presencia.
Y, ya para terminar, también puede estar contenta Julianna Margulies. Ella, que no quiere maltratar su pelo a diario con lavados y secados, tiene otra peluca para esta sexta temporada y probablemente es la más maravillosa. Mientras esperaba a la funcionaria penitenciaria, su melena lucía y le confería mucha elegancia. Probablemente la actriz no había estado más guapa en ‘The Good Wife’, como tampoco lo había estado Makenzie Vega hasta su última aparición. Tocaba recordar que Alicia Florrick es madre y sus hijos, nos gusten sus elecciones o no, me resultan muy interesantes. Claro que en esto estoy prácticamente solo.
El reparto, además, debe estar encantado. A Matt Czuchry, que probablemente era el más ignorado, finalmente le han dedicado más minutos que de costumbre. En esa pecera llena de tiburones que es Chicago, donde todos ocultan algún pensamiento tras su mirada, el personaje de Cary Agos es más fácil de leer y por esto Czuchry llama menos la atención. Tiene el empeño de un joven emprendedor soltero y sin compromisos, no como la mayoría de sus compañeros, y esto se nota en su directa forma de abordar los obstáculos.
Sea como sea, he tenido más minutos y nosotros hemos podido ver sus pectorales. Robert y Michelle por fin escucharon nuestras plegarias, ellos que evitan al máximo mostrar las escenas de sexo, puesto que prefieren sugerir (y consiguen escenas mucho más potentes). Es coherente, por lo tanto, que la fotografía sin camiseta estuviera enmarcada en ese contexto. Podemos adorar la serie y el factor carne de Czuchry, pero me decepcionarían regalándonos escenas sin camiseta a estas alturas.
No es esta clase de serie, también porque es una serie que vende el atractivo y no la carne. Sólo hace falta ver cómo venden la virilidad de Chris Noth o cómo hicieron de Josh Charles todo un sex-symbol. Y el tacto con Eli Gold también tiene mérito. Cogieron a Alan Cumming y le diseñaron un personaje a medida que encima es heterosexual. Y sí, hasta cuela. Llegó a convencerme en esas escenas con America Ferrera.
Pero la mejor sorpresa hasta el momento, más allá de los potentes cameos (Gloria Steinem, por ejemplo), es ver que Christine Baranski ya tiene episodio para los Emmy. Mi teoría es que, si no ganó el año pasado que tenía un episodio donde demostraba que es una actriz como la copa de un pino y había enviudado recientemente, no lo hará nunca por ‘The Good Wife’. Es lo que ocurre si no te peleas con cuchillos y lloras desconsoladamente, que los votantes no te hacen caso. Pero esa reflexión de pie en su despacho y el posterior paseo por las oficinas de Lockhart and Gardner es personalidad y presencia.
Y, ya para terminar, también puede estar contenta Julianna Margulies. Ella, que no quiere maltratar su pelo a diario con lavados y secados, tiene otra peluca para esta sexta temporada y probablemente es la más maravillosa. Mientras esperaba a la funcionaria penitenciaria, su melena lucía y le confería mucha elegancia. Probablemente la actriz no había estado más guapa en ‘The Good Wife’, como tampoco lo había estado Makenzie Vega hasta su última aparición. Tocaba recordar que Alicia Florrick es madre y sus hijos, nos gusten sus elecciones o no, me resultan muy interesantes. Claro que en esto estoy prácticamente solo.
5 comentarios:
Por fin los King han saldado su deuda con Matt Czuchry y le han dado mucho más peso del que había tenido hasta ahora. Y él se ha lucido (en todos los sentidos jajaja). No hay reparto en la televisión actual más redondo que el de The Good Wife. Estoy de acuerdo en que el Emmy de Baranski no tiene pinta de que vaya a llegar nunca. Y en que es todo elegancia, porque es capaz de dotar a Diane de una gran carga dramática sin perder la compostura, ser honda estando tranquila. En lugar del grito, el susurro (y la risa <3).
Y si te sirve de algo, yo también creo que los hijos de Alicia son muy interesantes, y la conversación con Grace en el último episodio me pareció fabulosa. Los King son capaces de hablar de todo tipo de temas sin juzgarlos, sólo presentando diversos puntos de vista. Es admirable.
A mí también me encantan los hijos de Alicia, no como la mayoría de adolescentes repelentes de otras series.
¿Peluca? ¿En serio? Nos has matado un mito.
No era ningún secreto. ¡Vivan las pelucas de Julianna!
Espero que la trama de Matt Czuchry vaya a más porque lo borda!! Muy interesantes siempre han sido los hijos de Alicia aunque yo a Grace a veces le habría dado un guantazo pero está madurando bien y no la han estropeado.
El Emmy a Baranski ojalá llegue en ésta temporada o en la siguiente que parece ser será la última según el rumore rumore...
p.d: Las pelucas de Julianna se merecen un post xD
p.d: ¿Qué haremos cuando acabe The Good Wife a parte de llorar? ¿Cuál será el siguiente proyecto de los King si es que lo hay?
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