En televisión hay herencias, plagios y referencias. Por ser un medio tan joven, ni que sea porque prácticamente sólo se utilizan como referencias las series de los últimos veinte años, nos encontramos con bastantes casos de parecidos y guiños más que razonables. El miércoles, por ejemplo, hablaba de ‘Boardwalk Empire’ como supuesta heredera de ‘Los Soprano’ y no era ningún golpe bajo. Seguro que en los propios despachos de HBO, que emitió las dos series, hablaban en estos términos. Bueno, y debían añadirle la etiqueta de Scorsese para sentirse bien con ellos mismos.
Una de las series actuales que más se presta a las comparaciones es ‘The 100’. Su planteamiento era muy ‘El señor de las moscas’, con ese grupo de chavales problemáticos que mandaban a la Tierra para descubrir si ya era habitable, pero la serie ha sufrido un proceso de transformación. Su mayor fuente de inspiración (y no lo disimulan) es ‘Perdidos’. Como la serie de J.J. Abrams y Damon Lindelof, nos hicieron creer que nos encontraríamos con unos náufragos viviendo el día a día en una tierra hostil... y descubrimos que no estaban solos. Encontrar agua y comida era el menor de los problemas.
La cuestión es que tener una serie como referencia no tiene porqué ser malo. Las referencias son como el alcohol, que hay que beber con moderación y, si se hace, pues que el sujeto mantenga la dignidad y no pierda la compostura. De hecho, con una copita a veces sale lo mejor de uno mismo y en el caso de ‘The 100’, por más que se monten botellones descontrolados, aguantan muy bien el tipo. Sólo hace falta ver el arranque de la segunda temporada. Si no hubiéramos vivido todos esos enigmas de la escotilla y los otros, probablemente hubiera aplaudido delante del televisor. Pero, como sí lo había vivido, me conformé con asentir con admiración.
El responsable, Jason Rothenberg, entiende bastante bien que los tiempos han cambiado. Si debe utilizar ‘Perdidos’ de referencia, no puede permitirse el lujo de hacernos esperar y la hiper-actividad de la protagonista Clarke y el resto de los personajes es muy astuto. No hay tregua como tampoco la tienen ellos y de momento no se ahogan en la trama. Cuando ‘The 100’ se presentó podía augurar lo peor a nivel de personajes, ni que sea porque parecían sacados del molde de la CW y corrían el riesgo de funcionar a base de giros.
Clarke es una muy buena heroína (me estoy haciendo muy fan de su determinación), su madre vende su instinto maternal, Bellamy ha tenido un buen recorrido y Finn está en proceso de ser un chico-de-la-serie correcto. Hasta un personaje como Raven sorprende para bien con una madurez impropia para el canal, que demuestra que no estamos ante una serie teen sino simplemente ante ciencia ficción bien hecha.
Los títulos de crédito que han inaugurado con esta segunda temporada también dejan entrever que ‘The 100’ será prácticamente una partida de Risk con las distintas facciones de humanos luchando por la supervivencia. ¿Acaso podíamos imaginarlo cuando nos vendieron la serie como ‘El señor de las moscas’? Y, si bien no lo copiaron de ‘The Walking Dead’, más de uno verá paralelismos entre los caminantes de Robert Kirkman y el segundo episodio emitido este pasado miércoles.
Sí, ‘The 100’ es una serie muy notable y por suerte, por más que se inspire en ‘Lost’, nos cuenta otra historia. Luce barata, tiene multitud de inspiraciones pero juega bien sus bazas y no deja que su presupuesto y referencias coarten su libertad de movimiento. Es muy recomendable, sobre todo para aquellos que no pasaron de los primeros episodios, donde únicamente sentaron las bases del universo. Ahora que juegan de verdad, podemos pasarlo más que bien.
Una de las series actuales que más se presta a las comparaciones es ‘The 100’. Su planteamiento era muy ‘El señor de las moscas’, con ese grupo de chavales problemáticos que mandaban a la Tierra para descubrir si ya era habitable, pero la serie ha sufrido un proceso de transformación. Su mayor fuente de inspiración (y no lo disimulan) es ‘Perdidos’. Como la serie de J.J. Abrams y Damon Lindelof, nos hicieron creer que nos encontraríamos con unos náufragos viviendo el día a día en una tierra hostil... y descubrimos que no estaban solos. Encontrar agua y comida era el menor de los problemas.
La cuestión es que tener una serie como referencia no tiene porqué ser malo. Las referencias son como el alcohol, que hay que beber con moderación y, si se hace, pues que el sujeto mantenga la dignidad y no pierda la compostura. De hecho, con una copita a veces sale lo mejor de uno mismo y en el caso de ‘The 100’, por más que se monten botellones descontrolados, aguantan muy bien el tipo. Sólo hace falta ver el arranque de la segunda temporada. Si no hubiéramos vivido todos esos enigmas de la escotilla y los otros, probablemente hubiera aplaudido delante del televisor. Pero, como sí lo había vivido, me conformé con asentir con admiración.
El responsable, Jason Rothenberg, entiende bastante bien que los tiempos han cambiado. Si debe utilizar ‘Perdidos’ de referencia, no puede permitirse el lujo de hacernos esperar y la hiper-actividad de la protagonista Clarke y el resto de los personajes es muy astuto. No hay tregua como tampoco la tienen ellos y de momento no se ahogan en la trama. Cuando ‘The 100’ se presentó podía augurar lo peor a nivel de personajes, ni que sea porque parecían sacados del molde de la CW y corrían el riesgo de funcionar a base de giros.
Clarke es una muy buena heroína (me estoy haciendo muy fan de su determinación), su madre vende su instinto maternal, Bellamy ha tenido un buen recorrido y Finn está en proceso de ser un chico-de-la-serie correcto. Hasta un personaje como Raven sorprende para bien con una madurez impropia para el canal, que demuestra que no estamos ante una serie teen sino simplemente ante ciencia ficción bien hecha.
Los títulos de crédito que han inaugurado con esta segunda temporada también dejan entrever que ‘The 100’ será prácticamente una partida de Risk con las distintas facciones de humanos luchando por la supervivencia. ¿Acaso podíamos imaginarlo cuando nos vendieron la serie como ‘El señor de las moscas’? Y, si bien no lo copiaron de ‘The Walking Dead’, más de uno verá paralelismos entre los caminantes de Robert Kirkman y el segundo episodio emitido este pasado miércoles.
Sí, ‘The 100’ es una serie muy notable y por suerte, por más que se inspire en ‘Lost’, nos cuenta otra historia. Luce barata, tiene multitud de inspiraciones pero juega bien sus bazas y no deja que su presupuesto y referencias coarten su libertad de movimiento. Es muy recomendable, sobre todo para aquellos que no pasaron de los primeros episodios, donde únicamente sentaron las bases del universo. Ahora que juegan de verdad, podemos pasarlo más que bien.
1 comentario:
Menudo enganche!! Y yo pensaba que sería un dramón y acaba mutando thriller xD! Es como dices, hasta que no acabe no sabremos el qué pero yo me pregunto, todo lo vemos es lo que le cuentan al policía no? Así que es probable que jueguen tanto con él como con nosotros que al fin y al cabo seríamos lo mismo... Menudo Puzzle!
Visto el 3 creo que ya sé quien puede ser el muerto...
Publicar un comentario