The american dream. ¿Quién no ha oído hablar de él? Ese lugar donde todo es posible, donde cualquiera puede labrarse un camino hasta la cúspide, una tierra de libertad. Un concepto abstracto que se ha inculcado a través de esa fábrica de estrellas y películas llamada Hollywood, de la literatura, de la televisión, da igual el cómo. En el fondo, todo ser humano tiene esa esperanza bautizada como sueño americano. Qué más da de donde se pertenezca: es la esperanza de ir a más, de conseguir los propósitos, sean individuales o colectivos. Un sueño que existe desde que nació el hombre pero que no se bautizó hasta que los Estados Unidos le llamaron american dream. Y lo hicieron suyo. Pero ahora este sueño ha cambiado de dueño. Ya no está en manos de un país, sino de un individuo con nombre y apellido. Barack Obama. Él se ha apoderado de la bandera de este sueño y opta por un cambio de rumbo hacia un mundo mejor, que parece tan demagógico como creíble si proviene de su boca. Gran parte de la sociedad no ha querido perderse el viaje hacia esta nueva realidad reconstruída a partir de los pedazos de sueños rotos, ilusiones frustradas y promesas incumplidas. Obama tiene la vista puesta hacia el futuro y algunos de los actores más televisivos le han querido ayudar en el proyecto. Quizás de esta manera la sociedad conseguirá vivir en la tentadora realidad que ven esos oscuros ojos.
El cantante de los Black-Eyed Peas, Will.I.am, también tuvo su pequeña visión, ese granito de arena llamado Yes we can. Él escuchó un discurso de Obama y distinguió una prometedora lírica de la que hizo una preciosa canción. Entonces los actores hicieron lo suyo: ponerse delante de la cámara. Pero esta vez, no para recitar un guión sino para transmitir un mensaje. Kate Walsh (la Addison de Anatomía de Grey y Sin cita previa) abandonó su bata de hospital por un día para recordar las mujeres que lucharon por poner su propia papeleta dentro de las urnas. Y para decir que "podemos reparar este mundo". Un perdido, Harold Perrineau, abandonó su particular isla para rememorar al presidente que dejó claro que todo era posible, imponiendo la luna como nueva frontera. Aisha Tyler, entre fantasmas, prestó su abierta mirada con una bonita sonrisa para iluminar el sueño. Bryan Greenberg se pasó con la guitarra, al más estilo One Tree Hill, para acompañar con sus acordes la bella melodía de los aires del cambio y decir que "podemos". Samuel Page apoyó el mensaje lejos de la implacable retórica de Shark, porque puede. Dejando su huella sin rastro, Enrique Murciano, dijo con su estilo sobrado y de suficiencia que "podemos". Y apartado de la escena del crimen de Miami, otro latino, Adam Rodríguez, para decir con un gutural castellano que "si se puede", para convencer a la minoría americana de raíces latinas que está dando la espalda a Obama y a su sueño, el de todos. Y para cambios, el de la pequeña del príncipe de Bel Air, Tatyana Ali, que hizo saber que la batalla será larga, que el camino será tortuoso, pero que no importan los obstáculos si realmente se quiere este cambio.
Pero no bastó con un solo video y Will.I.am volvió a la carga con We are the ones, otro homenaje al aspirante a candidato a la Casa Blanca. Y pese a no tener como base un discurso, no dejó de ser igualmente efectivo con el mismo mensaje. La antigua dark angel, ahora estrella de cine, Jessica Alba, emocionó al pedir un mundo más limpio para la criatura que tiene en el vientre. El guaperas jefe de la Betty americana, Eric Mabius, hizo su ronca crida para Obama. Adrienne Palicki, modestamente guapa, justificó su fe en el político, "porque él también cree en nosotros". Su pretendiente en Friday Night Lights, Jesse Plemmons, cómo no, también se apuntó al movimiento. Porque según Obama, el sueño, la esperanza, el cambio, es de ellos y cualquiera puede subirse al carro.
Bill Clinton, en cambio, intentó descalificar todo el discurso del senador por Illinois. Dijo que se trataba de un "cuento de hadas". Y quizás es cierto. Quizás el mundo del discurso de Obama es donde vive el príncipe azul. Quizás es donde los malos malísimos siempre acaban recibiendo su merecido. Donde las personas aprenden a no tropezar dos veces con la misma piedra. Donde la gente canta por la calle sin que nadie se extrañe. Donde los niños de madera consiguen hacerse de carne y huesos. Donde la tortuga siempre es la primera en llegar a la meta. Donde un beso salva de la muerte, de la apatía, del coma. Y donde se comen perdices.
Y como me gusta cantar por la calle cuando nadie me ve, quiero pensar que los cuentos de hadas existen. Al fin y al cabo, es allí donde los sueños se hacen realidad. El de Obama también.
4 comentarios:
cuando escucho yes, we can, me da un escalofrio.
se que son los EEUU y que siempre serán asi, pero no puedo evitar creer que Obama puede canbiarlo
Había visto el segundo vídeo pero no el primero...
La verdad es que desde el principio estoy con Obama, para que negarlo... si, puede que sea demagogia, puede que sea un cuento de hadas... pero no se si es un gran actor pero cada vez que habla parece que de verdad cree en ese sueño y que va hacer todo por cumplirlo...
He visto TANTOS debates... (no como en españa) y cada vez me gusta más..
Virgen de mi vida, que tremenda es Adrianne Palecki...y el video muy bonito también, aunque para cambiar un país hace falta algo más que un sueño y un slogan con gancho
En la web del BBVA sección TV están fusilando textos y fotos de blogs de series. Quedais avisados porque a mí me han sangrado y de Perdidos suben un montón de posts. Los del BBVA ganan dinero, nosotros, no.
Salu2
http://yonomeaburro.blogspot.com/2008/03/la-web-soy-blue-del-bbva-copia-mis.html
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