Addison abre la consulta con éxito (y Chuck pasa desapercibido)

Addison abrió el jueves las puertas de su nueva consulta. Mientras, el balance de la clientela en su primera jornada ha sido prometedor. Si con Anatomía de Grey recibía entre dos y dos millones y medio de pacientes, ahora Sin cita previa ha conseguido atraer más de dos millones en ambos episodios, una buena cifra si se tiene en cuenta la menor cantidad de espectadores en el primetime veraniego (un 15,9% y un 18,8% de share respectivamente). Además, curiosamente, aquellos que quisieron volverse a encontrar con la secundaria robaescenas del Seattle Grace tuvieron que hacer algo ciertamente extraño: pasarse de Cuatro a A3. ¿Pero qué pasó con los directivos de la anfitriona del serial hospitalario? ¿Serán ciertos los rumores que insisten en los golpes de talonario de la cadena del grupo Planeta?

Por otra parte, la no inclusión de Sin cita previa en la programación de Cuatro quizá también se debe a una cuestión de calidad (una idea muy ingenua en estos tiempos de shares y ventas de espacios publicitarios). La nueva clínica y los compañeros de la doctora Montgomery no les llegan ni a la suela de los zapatos a Izzie, George o Christina. Simplemente, la desquiciada psiquiatra, el increíble gurú médico (que parece un guardaespaldas), el ridículamente teñido curandero, una sobreactuada Kate Walsh y todo el tempo de la comedia en general son insípidos sustitutos a todos aquellos que ya conocemos desde hace cuatro años y que Shonda Rhimes debió engendrar en una noche de inspiración divina (que no volvió a experimentar). Y la patética deriva de Sin cita previa no es sólo la opinión de un aficionado como yo, sino que incluso Rhimes ha tenido que cogerse unos meses de vacaciones forzadas (no volvió después de la huelga de guionistas) para redirigir el rumbo del spin-off. Casi estoy impaciente por su regreso en Estados Unidos: ¿Puede acabar bien algo que empezó tan mal?

Entre que Anatomía de Grey es un hit mundial y que Addison era una de las médicos más carismáticas, esta semana toda la atención mediática se ha centrado en su retorno en solitario, cuando la cadena catalana TV3 también estrenaba otra serie creada en la poco fructífera temporada pasada, Chuck, con unos resultados mucho más discretos (12,3%). Sin pretensiones, familiar y freak, esta comedia de acción fue de lo mejorcito que había el año pasado en la parrilla americana. Los tráilers puede que asusten un poquito por lo blanda y boba que parece, pero, como con el vino, debe dejársela respirar un poco y que tome cuerpo. No salvará la ficción americana, pero el humor del Buy More acaba llegando a cotas surrealistas con un elenco de secundarios antológico y si se acepta por lo que es, una comedieta que no aspira a ser más que efectivo entretenimiento, podrás pasar un muy buen rato. La única pega que encuentro a la llegada de Chuck en Catalunya son las voces elegidas para doblar a los protagonistas: la de Zachary Levi es bochornosa.