La pereza podía conmigo cada vez que me planteaba empezar a ver la tercera temporada de Heroes. Tantas decepciones, historias sin rumbo y repeticiones estúpidas me tiraban para atrás. Además, mirando mis críticas pasadas, me di cuenta que no valía la pena. Pero lo hice igualmente. A veces, parece como si tuviera el deber de soportar bodrios como este. Y no.
El doble episodio que supone la premiere tiene algunos puntos fuertes. Ver a Claire aterrorizada y sola en su casa, me gustó. Observar como Sylar la deja escapar (porque sí), cómo es en el futuro (como siempre sin ninguna explicación), ver como se intenta suicidar otra vez (recordando esos inicios) o intuir que se debe “salvar a la cheerleader” para salvar el mundo... ya es demasiado. Heroes no va a ninguna parte. Una y otra vez lo han demostrado. Y Claire, por lo menos, ha seguido un patrón comprensible y razonable.
Otros, como Suresh, los Petrelli, el padre de Claire o Jessica/Nikki no han tenido la misma suerte. Han ido cambiando a voluntad de los guionistas, sin pasar por un proceso de transformación creíble. No es que sean personajes complejos o muy redondos: son cuadrados, siempre planos pero con múltiples facetas mal conectadas. Ya basta de creernos cualquier cosa.
Los recursos utilizados para que la historia cuele tampoco se salvan de ir a la trinchera. El recurso pasado-presente-futuro ha sido simplemente un juego de fuegos de artificio que, lejos de aportar varias dimensiones al producto, sólo ha servido para distraer la atención. Y es que: ¿de qué sirven esos flashforwards si remiten a un futuro que nunca veremos? A diferencia de productos como Perdidos, en los cuales el arco temporal supone revelaciones que en un momento u otro afectarán a los protagonistas, en Heroes no sabes nunca como tomarán el pelo al espectador. “Uy, sí, salva a la cheerleader”. ¿Y para qué tanta tontería si al final, cuando la ha tenido a huevo, se ha ido tan tranquilamente y le ha puesto el caparazón donde tocaba? Basta.
Y paso de hablar de lazos familiares absurdos, japoneses pesadísimos (y con el coeficiente intelectual de una pulga), héroes que aparecen para desaparecer de repente, subtramas prescindibles (la aventura irlandesa de Peter era para condenar a los guionistas) y una pérdida de tiempo considerable. Aproximadamente (y habiéndolo calculado), un día de mi vida. Demasiado. No me queda más tiempo para desperdiciar. Que sólo me haya fijado en las connotaciones incestuosas (ficticias) entre Claire y Peter y en los guiños a la auténtica relación entre los actores Hayden Panettiere y Milo Ventimiglia ha sido la señal definitiva (de hecho, el cambio de look de Ventimiglia fue la única razón por la que seguir el segundo año).
A ratos, al ver destellos de calidad, pensaba “quedarán buenos episodios”. Pero no quiero mentirme más. Como cuando en Las Horas Meryl Streep intenta convencer a Ed Harris que puede vivir unos cuantos años más y que aún le quedarán buenos días. Él contesta “en el fondo sabes que no”. Así que basta de engaños. He tenido suficiente drama de serie B (y sin ninguna casposa gracia). Quizá Tim Kring debería meditar acerca la decisión del personaje de Harris, que se tiraba por la ventana. Él podría desistir de alzar un producto que nunca ha acabado de arrancar. Y, parafraseando otros de mis referentes culturales, ahora una canción del grupo catalán Els Pets, “una retirada a temps sempre és una victoria”.
El doble episodio que supone la premiere tiene algunos puntos fuertes. Ver a Claire aterrorizada y sola en su casa, me gustó. Observar como Sylar la deja escapar (porque sí), cómo es en el futuro (como siempre sin ninguna explicación), ver como se intenta suicidar otra vez (recordando esos inicios) o intuir que se debe “salvar a la cheerleader” para salvar el mundo... ya es demasiado. Heroes no va a ninguna parte. Una y otra vez lo han demostrado. Y Claire, por lo menos, ha seguido un patrón comprensible y razonable.
Otros, como Suresh, los Petrelli, el padre de Claire o Jessica/Nikki no han tenido la misma suerte. Han ido cambiando a voluntad de los guionistas, sin pasar por un proceso de transformación creíble. No es que sean personajes complejos o muy redondos: son cuadrados, siempre planos pero con múltiples facetas mal conectadas. Ya basta de creernos cualquier cosa.
Los recursos utilizados para que la historia cuele tampoco se salvan de ir a la trinchera. El recurso pasado-presente-futuro ha sido simplemente un juego de fuegos de artificio que, lejos de aportar varias dimensiones al producto, sólo ha servido para distraer la atención. Y es que: ¿de qué sirven esos flashforwards si remiten a un futuro que nunca veremos? A diferencia de productos como Perdidos, en los cuales el arco temporal supone revelaciones que en un momento u otro afectarán a los protagonistas, en Heroes no sabes nunca como tomarán el pelo al espectador. “Uy, sí, salva a la cheerleader”. ¿Y para qué tanta tontería si al final, cuando la ha tenido a huevo, se ha ido tan tranquilamente y le ha puesto el caparazón donde tocaba? Basta.
Y paso de hablar de lazos familiares absurdos, japoneses pesadísimos (y con el coeficiente intelectual de una pulga), héroes que aparecen para desaparecer de repente, subtramas prescindibles (la aventura irlandesa de Peter era para condenar a los guionistas) y una pérdida de tiempo considerable. Aproximadamente (y habiéndolo calculado), un día de mi vida. Demasiado. No me queda más tiempo para desperdiciar. Que sólo me haya fijado en las connotaciones incestuosas (ficticias) entre Claire y Peter y en los guiños a la auténtica relación entre los actores Hayden Panettiere y Milo Ventimiglia ha sido la señal definitiva (de hecho, el cambio de look de Ventimiglia fue la única razón por la que seguir el segundo año).
A ratos, al ver destellos de calidad, pensaba “quedarán buenos episodios”. Pero no quiero mentirme más. Como cuando en Las Horas Meryl Streep intenta convencer a Ed Harris que puede vivir unos cuantos años más y que aún le quedarán buenos días. Él contesta “en el fondo sabes que no”. Así que basta de engaños. He tenido suficiente drama de serie B (y sin ninguna casposa gracia). Quizá Tim Kring debería meditar acerca la decisión del personaje de Harris, que se tiraba por la ventana. Él podría desistir de alzar un producto que nunca ha acabado de arrancar. Y, parafraseando otros de mis referentes culturales, ahora una canción del grupo catalán Els Pets, “una retirada a temps sempre és una victoria”.
16 comentarios:
Podra ser mejor o peor pero hay una cosa por la que Heroes sera siempre recordada, y es que está en todas partes. No me refiero solo a la campaña viral arrancada hace años por la NBC aino que vayas donde vayas relacionado con series, siempre está esta.
Yo solo puedo decir que esta temporada me esta gustando aunque dentro del perfil de la serie, ya se que no le puedo pedir el nivel de perfeccion de The Wire por ejemplo.
A mi me parece que tiene demasiados altibajos, que no es lo suficientemente constante, pero esta temporada parece que podria ser buena...
Tal vez me estoy engañando a mi mismo y no tengo el suficiente valor para dejarla como hice con Prison Break
moltisanti, Heroes no creo que esté tanto en todas partes. Diría que, sencillamente, te venden que está en todas partes. Esto no es como perdidos que además del márketing tuvo un gran movimiento de culto. El culto hacia heroes es de por si una campaña corporativa. No sé si me entiendes qué quiero decir.
Y srodry, curiosamente he dejado heroes en la tercera temporada, de la misma forma que lo hice con Prison Break.
Como no podía ser de otra forma, estoy totalmente de acuerdo contigo. Héroes es una pérdida de tiempo, y capítulo a capítulo lo va demostrando. Y lo peor es que, semana a semana, se sacan de la manga cosas que te dejan en plan "¿de verdad están haciendo esto?" (por ejemplo, como cuando Claire se carga al Peter del futuro de tres disparos en el pecho. ¿No se supone que es inmortal? No entiendo nada). Por no hablar de su política de resurrecciones y "aquí no ha pasado nada". Me irrita ver cómo recuperan personajes que no aportan nada a la serie y se olvidan de aquellos que son medianamente interesantes (un buen ejemplo: Monica, la prima de Micah que podía copiar movimientos y de la que no se ha vuelto a saber nada).
Yo le he dado como plazo una semana más. El 3x05 será la última oportunidad que le doy (al menos de momento), y estoy convencido de que la va a desaprovechar. Cada vez que pienso en aquella más que correcta primera temporada (a pesar de ese final tan chof)...
ciertamente se merece que entre todos bajemos la audiencia y que se acabe. creo que la estan manteniendo porque es de las más descargadas. Pero al ser de heroes no puedo evitarlo, soy fan de los superheroes de siempre.
Yo bajo el capítulo religiosamente cada semana, pero no hay nada que me incite a verlos, así que hay los tengo muertos de asco. De hecho, ahora mismo no recuerdo ni si llegué a terminar la 2ª... Y yo era uno de los que nunca ha disfrutado mucho con superhéroes (soy más de cosas verosímiles), pero ésta me gustó al principio.
Hay quien defiende Héroes diciendo que es un cómic en televisión, pero es que incluso ésos siguen su propia lógica, y esta serie nunca la ha tenido.
Pero es que Tim Kring creó "Crossing Jordan", con eso está todo dicho.
hahahahhaa, que dura "Mac", jajajjaja
Esta serie ha conseguido lo que pocas, que la abandone dos veces... Poco más se puede decir, Tim Kring es un inepto que tuvo un poco de suerte en la primera temporada.
El que busque una serie de calidad está claro que no debería empezar por Heroes, pero es que me da pena dejarla ahora. Es difícil de describir, pero mientras haya un poco que merezca la pena de ella seguiré viéndola.
Me gusta ver que esta vez la mayoría opinan de forma parecida. Es que, algo que no he dicho en el post, tienen un problema en una serie como esta, donde los inmortales mueren, y los mortales resucitan. ¿cómo se puede ser tan incongruente?
Nos engañaron con una primera temporada prometedora o la serie murió de éxito. El resto es basura, pero claro, ya se sabe que una vez creada una legión de fanáticos estos te siguen hasta el infierno sin que en ningún momento vean la luz. Pues nada, que los fanáticos pierdan el tiempo con Heroes mientras yo veo Entourage o John Adams.
En realidad la primera temporada fue un espejismo que sonaba a plagio por los cuatro costados....Tim Kring los llama homenajes pero Watchmen y X-Men son, básicamente, el pilar de la primera. En la segunda decidió cambiar el rollo (por eso de ser un poco original) y la fastidió y ahora no puede controlar nada. La serie es como un hombre bomba.
Esperemos que la den el finiquito pronto como a PB y a otra cosa.
No puedo estar más de acuerdo... ¡siempre es igual!
Cuando empezó esta temporada no me lo podía creer: ¡otra vez un personaje viaja al futuro y ve que hay que salvar a la humanidad! ¡Por tercera vez!
Niki que no se muere ni para atras (debe ser porque está buena y quieren captar con ella al público masculino, porque no me lo explico); Suresh de repente es un mal bicho; a Hiro le roban un papel en las narices y ¡no retrocede en el tiempo para evitarlo! ¡Otra vez!
Lazos familiares que aparecen como setas... ahora hermanos, madre e hijo... ay dios.
Lo sigo como quien sigue el culebrón de la sobremesa sabiendo que es malo... para llenar el rato y porque le he cogido cariño a algunos personajes. Pero esto está kaput.
Yo sólo fui capaz de ver siete episodios, esta serie me parece que gusta por lo que queremos encontrar en ella más que por lo que ofrece, motivo por el que poco a poco nos va decepcionando...
Hola, soy Isabel, comete mi pastel
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