Slumdog Millionaire, Kate Winslet y Mickey Rourke. Como cinéfilo, no podía contener mencionar estos tres nombres. Me cuesta concebir que la grandeza de algunas propuestas de Danny Boyle, responsable de la magnífica 28 días después, finalmente haya sido premiada. ¡Pero no! ¡Esto es un blog de series! Así que toca un esfuerzo doble: primero, por no hablar del renace del monstruoso Rourke, la (evidente) consagración de Winslet o la revolución de Boyle. Segundo, por intentar que Tina Fey y Rockefeller Plaza no vayan a estigmatizar otra vez el repaso a unos premios de televisión, los Globos de Oro. Las odas a esta mujer se han acabado. Aviso: mi fe ciega hacia esta mujer tiene límites y la tercera temporada no cumple (independientemente del fervor que despierte Fey y de los dos globos que ha vuelto a ganar). Creo, pero no a tientas. Y, ahora, el repaso uno por uno.
¿Mejor drama? Mad Men por delante de Dexter, House, En terapia y True Blood.
Matthew Weiner puede reclamar un pedacito de cielo de sueldo, pero que vigile con sus demandas: encabezar la serie más aclamada por la crítica durante varios años es una forma de consolidarse. Y, por el momento, Mad Men lo consigue: dos años seguidos aclamada como mejor drama por los Globos de Oro y justamente. Que hubiera ganado True Blood, hubiera sido divertido y controvertido, pero el costumbrismo que exhalan los planos sesenteros de Sterling & Cooper se merecían el galardón. Y aunque Jon Hamm no haya ganado, las nominaciones se han incrementado con January Jones. ¿Objetivo para el año que viene? Colar a Elizabeth Moss (la secre intrépida) entre las secundarias. Méritos tampoco le faltan.
¿Mejor actriz de drama? Anna Paquin de True Blood, por delante de January Jones (Mad Men), Sally Field (Cinco Hermanos), Kyra Sedgwick (The Closer) y Mariska Hargitay (Ley y Orden).
Los lectores de Crítico en Serie ya lo sabréis: aquí hay predilección por Anna Paquin desde que arrolló siendo una niña con El piano. Y, aunque algunos argumentarán su estatus de oscarizada para atraer los votos, este Globo de Oro obsequia una interpretación preciosa. Ella ha sabido transmitir el caos mental, el flechazo hacia un vampiro y la inocencia de Sookie Stackhouse con maestría. La única pega que tiene esta victoria (entre grandes de la televisión) es la consecuente derrota de January Jones. De haber ganado ella, no estaría indignado. Tiempo al tiempo.
¿Mejor actor de drama? Gabriel Byrne de En terapia, por delante de Michael C. Hall (Dexter), Jon Hamm (Mad Men), Hugo Laurie (House) y Jonathan Rhys Meyers (Los Tudor).
Hamm no ha revalidado y el dorado galardón ha caído en las manos de Gabriel Byrne, que el año pasado se atrevió con En terapia, una serie que olía a premios de interpretación por los cuatro costados. Primeros planos e intensos diálogos son la clave. Y, según lo visto, las miradas del psiquiatra que encarna Byrne han satisfecho a la asociación de Hollywood de la prensa extranjera. Suerte. Así Dexter se ha ido con las manos vacías.
¿Mejor comedia? Rockefeller Plaza por delante de Weeds, The Office, Californication y El séquito (Entourage).
La victoria estaba cantada, pero todo lo que toca decir ya se dijo por los Emmy: 2008 fue el año de Tina Fey y la reconquista en el apartado de mejor comedia era una apuesta segura. No había otro caballo ganador y más cuando sus competidoras tampoco rebosaban del factor actualidad. El premio, sin embargo, se deberá a los episodios emitidos en primavera: la tercera temporada, de momento, está siendo terriblemente irregular. Me da miedo: no sé si empiezo a oler a quemado.
¿Mejor actriz de comedia? Tina Fey de Rockefeller Plaza, por delante de Mary-Louise Parker (Weeds), Debra Messing (Divorcio en Hollywood), America Ferrera (Ugly Betty) y Christina Applegate (Samantha, ¿qué?)
(Casi) sin comentarios. Salió en la portada de Vanity Fair como la nueva novia de América. ¿Hacen falta más comentarios?
¿Mejor actor de comedia? Alec Baldwin de Rockefeller Plaza, por delante de Steve Carell (The Office), David Duchovny (Californication), Tony Shalhoub (Monk) y Kevin Connolly (El Séquito / Entourage).
Segunda recompensa para el ex de Kim Bassinger, quien ya ganó el globo en 2007. Realmente lo de Rockefeller Plaza es un tándem: no hay Fey sin Baldwin. Y, con tanto divismo entre estos dos, yo hecho en falta más planos y reconocimiento para Elaine Krakowsky, la maravillosa Jenna y antigua secretaria de Ally McBeal.
¿Mejor secundaria? Laura Dern de El recuento, por delante de Eileen Atkins (Crawford), Melissa George (En terapia), Rachel Griffiths (Cinco Hermanos) y Dianne Wiest (En terapia).
Las categorías de reparto tienen la particularidad que comprimen series, telefilms y miniseries. De este modo, los dos actores de reparto se han dado a protagonistas de miniseries. En este caso, Laura Dern, cuyo recuento no he visto. Pero de ella se puede decir algo: se merecía el premio solamente por haber soportado el rodaje de la insufrible Inland Empire de Lynch. Yo aún me estoy recuperando de su visionado. Y otra vez se le escapa a la estupenda Griffiths…
¿Mejor secundario? Tom Wilkinson de John Adams, por delante de Neil Patrick Harris (Cómo conocí a vuestra madre), Denis Leary (El recuento), Jeremy Piven (El Séquito / Entourage) y Blair Underwood (En terapia).
Era difícil que alguien batiera al reputado Wilkinson. John Adams tenía previsto en sus cálculos arrasar con todas las interpretaciones. De esta manera, a Harris se le ha vuelto a escapar la gloria por su Barney, en boca de todo el mundo, pero siempre con la miel en los labios. Y, con respecto a Underwood, sólo se puede agradecer su derrota: compaginar su trabajo en En terapia con su nefasto papel en (Dirty) Sexy Money es un crimen.
¿Mejor drama? Mad Men por delante de Dexter, House, En terapia y True Blood.
Matthew Weiner puede reclamar un pedacito de cielo de sueldo, pero que vigile con sus demandas: encabezar la serie más aclamada por la crítica durante varios años es una forma de consolidarse. Y, por el momento, Mad Men lo consigue: dos años seguidos aclamada como mejor drama por los Globos de Oro y justamente. Que hubiera ganado True Blood, hubiera sido divertido y controvertido, pero el costumbrismo que exhalan los planos sesenteros de Sterling & Cooper se merecían el galardón. Y aunque Jon Hamm no haya ganado, las nominaciones se han incrementado con January Jones. ¿Objetivo para el año que viene? Colar a Elizabeth Moss (la secre intrépida) entre las secundarias. Méritos tampoco le faltan.
¿Mejor actriz de drama? Anna Paquin de True Blood, por delante de January Jones (Mad Men), Sally Field (Cinco Hermanos), Kyra Sedgwick (The Closer) y Mariska Hargitay (Ley y Orden).
Los lectores de Crítico en Serie ya lo sabréis: aquí hay predilección por Anna Paquin desde que arrolló siendo una niña con El piano. Y, aunque algunos argumentarán su estatus de oscarizada para atraer los votos, este Globo de Oro obsequia una interpretación preciosa. Ella ha sabido transmitir el caos mental, el flechazo hacia un vampiro y la inocencia de Sookie Stackhouse con maestría. La única pega que tiene esta victoria (entre grandes de la televisión) es la consecuente derrota de January Jones. De haber ganado ella, no estaría indignado. Tiempo al tiempo.
¿Mejor actor de drama? Gabriel Byrne de En terapia, por delante de Michael C. Hall (Dexter), Jon Hamm (Mad Men), Hugo Laurie (House) y Jonathan Rhys Meyers (Los Tudor).
Hamm no ha revalidado y el dorado galardón ha caído en las manos de Gabriel Byrne, que el año pasado se atrevió con En terapia, una serie que olía a premios de interpretación por los cuatro costados. Primeros planos e intensos diálogos son la clave. Y, según lo visto, las miradas del psiquiatra que encarna Byrne han satisfecho a la asociación de Hollywood de la prensa extranjera. Suerte. Así Dexter se ha ido con las manos vacías.
¿Mejor comedia? Rockefeller Plaza por delante de Weeds, The Office, Californication y El séquito (Entourage).
La victoria estaba cantada, pero todo lo que toca decir ya se dijo por los Emmy: 2008 fue el año de Tina Fey y la reconquista en el apartado de mejor comedia era una apuesta segura. No había otro caballo ganador y más cuando sus competidoras tampoco rebosaban del factor actualidad. El premio, sin embargo, se deberá a los episodios emitidos en primavera: la tercera temporada, de momento, está siendo terriblemente irregular. Me da miedo: no sé si empiezo a oler a quemado.
¿Mejor actriz de comedia? Tina Fey de Rockefeller Plaza, por delante de Mary-Louise Parker (Weeds), Debra Messing (Divorcio en Hollywood), America Ferrera (Ugly Betty) y Christina Applegate (Samantha, ¿qué?)
(Casi) sin comentarios. Salió en la portada de Vanity Fair como la nueva novia de América. ¿Hacen falta más comentarios?
¿Mejor actor de comedia? Alec Baldwin de Rockefeller Plaza, por delante de Steve Carell (The Office), David Duchovny (Californication), Tony Shalhoub (Monk) y Kevin Connolly (El Séquito / Entourage).
Segunda recompensa para el ex de Kim Bassinger, quien ya ganó el globo en 2007. Realmente lo de Rockefeller Plaza es un tándem: no hay Fey sin Baldwin. Y, con tanto divismo entre estos dos, yo hecho en falta más planos y reconocimiento para Elaine Krakowsky, la maravillosa Jenna y antigua secretaria de Ally McBeal.
¿Mejor secundaria? Laura Dern de El recuento, por delante de Eileen Atkins (Crawford), Melissa George (En terapia), Rachel Griffiths (Cinco Hermanos) y Dianne Wiest (En terapia).
Las categorías de reparto tienen la particularidad que comprimen series, telefilms y miniseries. De este modo, los dos actores de reparto se han dado a protagonistas de miniseries. En este caso, Laura Dern, cuyo recuento no he visto. Pero de ella se puede decir algo: se merecía el premio solamente por haber soportado el rodaje de la insufrible Inland Empire de Lynch. Yo aún me estoy recuperando de su visionado. Y otra vez se le escapa a la estupenda Griffiths…
¿Mejor secundario? Tom Wilkinson de John Adams, por delante de Neil Patrick Harris (Cómo conocí a vuestra madre), Denis Leary (El recuento), Jeremy Piven (El Séquito / Entourage) y Blair Underwood (En terapia).
Era difícil que alguien batiera al reputado Wilkinson. John Adams tenía previsto en sus cálculos arrasar con todas las interpretaciones. De esta manera, a Harris se le ha vuelto a escapar la gloria por su Barney, en boca de todo el mundo, pero siempre con la miel en los labios. Y, con respecto a Underwood, sólo se puede agradecer su derrota: compaginar su trabajo en En terapia con su nefasto papel en (Dirty) Sexy Money es un crimen.
11 comentarios:
Yo estoy muy contento con lo que llevamos de temporada de 30 Rock. Han conseguido mantener el nivel alcanzado tras la huelga y el tandem Liz/Jack continúa funcionando a la perfección.
Las comedias son irregulares yo creo que per se. Es verdad que 30 Rock va camino de ser la nueva Frasier en cuanto a barrer en los premios, pero el dúo Liz-Jack se lo merece todo. Ahora ya puede salir todo el mundo diciendo que está sobrevalorada :-)
No entiendo que la Paquin sea tan criticada, creo que no lo hizo nada mal como la deslocada Sookie. Otra cosa sería comparar su nivel con el de otras actrices candidatas pero eso es una tarea que no me apetece realizar. Bien por Sookie, bien por True blood.
Umm, creo que menos lo de Anna Paquin, estoy de acuerdo en casi todo. Me gustaba más la sutilmente atormentada January Jones de “Mad Men”.
Bueno, también habría optado por “In Treatment” como mejor serie dramática. La novedad que supone una apuesta tan arriesgada habría que premiarla…
Y estoy con el blogmaster: solo he visto tres capítulos del 30 Rock, pero esta tercera empieza un poco más flojita.
Ah, dos actores que eché en falta en las nominaciones: Katey Sagal, la shakesperiana abeja madre de "Sons of Anarchy" y Mia Wasikowska, la deslumbrante Sophie de "In Treatment".
Nahum, cuando se trata de la adaptación de otra serie ¿puede ser una apuesta arriesgada?
Y 30 Rock empieza floja. Va intercalando un episodio bueno con otro de flojo. Pero el de la semana pasada estuvo arriba y el cameo de Salma Hayek protagonizó uno de los instantes más divertidos de la presente temporada.
Ya tengo otro argumento para seguir recomendando 'Mad Men' :D
Yo creo que "In Treatment" sí es una apuesta televisiva muy arriesgada, aunque esté basada en el Be Tipul israelí...
Adaptar ese formato a la tele americana, con 30 minutos de drama diario, con un único escenario y esos silencios que dicen tanto, tanto... Sí, me parece una renovación televisiva de primer orden. Que lo haga una televisión israelí no tiene trascendencia (es un mercado muy pequeño y, desde luego, nada accesible para nosotros; que lo globalice la HBO, hace de altavoz de primer orden y lo convierte en un referente.
Blair Underwood no es tan malo, y tal vez no sea tan buen actor como Simon Elder pero es un personaje muy misterioso...
Ey, ¿no habría ninguna forma de que opinaras sobre cine aquí también porque a mí me interesa tu opinión al respecto? ¿O podrías crear una blog de cine paralelo a éste, aunque sea en plan cutrillo como el programa de cine de Ángel Martín en SLQH...? jeje... ¡Viva Kate! I love her. Me alegro por su premio, aunque se lo haya arrebatado a Pe...
"echo en falta", sin hache
Albert, está imposible. Tengo bastante con las series. Lo que sí me había planteado, sin embargo, era crear un blog de literatura, pero sin prisas, puramente para dejar de vez en cuando algún pensamiento. Pero... tengo suficiente con esto. Mejor concentro fuerzas.
Admin, suerte que me lo has dicho: pensaba que era un error el consejo que me dabas. Odio estos lapsus. :S
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