Sexo en Nueva York ayudó a tomar conciencia del calzado. Desde que Carrie se obsesionara por los zapatos de Manolo Blahnik y de Jimmy Choo, no hay serie pija que no les preste especial atención. Ellos son el símbolo de la feminidad mezclado con un toque de poderío gracias a los imponentes tacones. Y Lucy Liu se ha obsesionado con las sandalias, botas y manoletinas. ¿Sino qué otro motivo tenía para aventurarse a Cashmere Mafia o (Dirty) Sexy Money? Aparte de conjuntar estupendísimos zapatos, no tiene donde rascar. Desde que apareció en Ally McBeal, esta actriz solamente ha hecho un salto al vacío. El vacío de la interpretación, de los personajes y de la inteligencia.
Si desde hace unos años es la excelente Nicole Kidman quien tiene la fama de no saber elegir papeles (Margot y la boda es la única que se salva), en televisión ésta es Lucy Liu. Los rugidos almendrados y el sex appeal con el que arrollaba en la serie judicial, la lanzaron al estrellato. ¿Y luego qué? Sus pinitos más destacables en el cine son el revival de una tonta ángel de Charlie (con escena dominatrix incluida), su papel de femme fatale en la fallida Cypher y el de sobrante chica de la película en El caso Slevin. Y sus continuos regresos a la televisión tampoco es que hayan sido un éxito: primero fashion ambiciosa en Cashmere Mafia, con unos modelos tan horteras que se acercaban a lo kitsch, y ahora en Sexy Money, en un personaje sin pies ni cabeza pero con bonito calzado. ¿Es que la engañan con guiones trucados?
El último caso, el de los Rockefeller de Manhattan, roza el insulto. La abogada Nola Lyons a la que interpreta es una comunión incompetente de los tics potenciados a lo largo de su carrera y de sus personajes: mezcla la agresividad de Li, la faceta cómica de la ángel y la fatalidad de Cypher. Y esto, si se combina con la falta de actividad cerebral de los guionistas, es un cóctel molotov. Liu se ridiculiza y, como parodia de ella misma, sigue caminando con la cabeza bien alta. Es de esperar que dentro de poco, cuando desaparezca definitivamente la serie, será acusada de mujer gafada. Con Cashmere Mafia duró siete episodios y con Dirty Sexy Money quizá sólo habrá emitido diez. Y será su culpa: quizá ella no sea responsable de lo fútil y estúpido de su Nola, pero sí de haberla elegido interpretar. Esta abogada, juntamente con el también inverosímil Simon Elder, habrán sido los máximos responsables de asesinar el culebrón. ¿No querían acabar con la familia Darling? Pues lo habrán conseguido con el más mortal de los métodos seriéfilos: la cancelación.
Lo que pasará luego con Liu, es una incógnita. De seguir los mismos pasos, es de suponer que desfilará hacia donde le den el papel de chica intrigante y de carácter, para poder seguir con su caricatura. Si sigue con las mismas exigencias como actriz, el próximo proyecto deberá ser examinado con lupa. Esta evolución como sujeto basura televisivo es casi admirable. Se ha erigido como musa de los idiotas. De actriz, a broma.
Si desde hace unos años es la excelente Nicole Kidman quien tiene la fama de no saber elegir papeles (Margot y la boda es la única que se salva), en televisión ésta es Lucy Liu. Los rugidos almendrados y el sex appeal con el que arrollaba en la serie judicial, la lanzaron al estrellato. ¿Y luego qué? Sus pinitos más destacables en el cine son el revival de una tonta ángel de Charlie (con escena dominatrix incluida), su papel de femme fatale en la fallida Cypher y el de sobrante chica de la película en El caso Slevin. Y sus continuos regresos a la televisión tampoco es que hayan sido un éxito: primero fashion ambiciosa en Cashmere Mafia, con unos modelos tan horteras que se acercaban a lo kitsch, y ahora en Sexy Money, en un personaje sin pies ni cabeza pero con bonito calzado. ¿Es que la engañan con guiones trucados?
El último caso, el de los Rockefeller de Manhattan, roza el insulto. La abogada Nola Lyons a la que interpreta es una comunión incompetente de los tics potenciados a lo largo de su carrera y de sus personajes: mezcla la agresividad de Li, la faceta cómica de la ángel y la fatalidad de Cypher. Y esto, si se combina con la falta de actividad cerebral de los guionistas, es un cóctel molotov. Liu se ridiculiza y, como parodia de ella misma, sigue caminando con la cabeza bien alta. Es de esperar que dentro de poco, cuando desaparezca definitivamente la serie, será acusada de mujer gafada. Con Cashmere Mafia duró siete episodios y con Dirty Sexy Money quizá sólo habrá emitido diez. Y será su culpa: quizá ella no sea responsable de lo fútil y estúpido de su Nola, pero sí de haberla elegido interpretar. Esta abogada, juntamente con el también inverosímil Simon Elder, habrán sido los máximos responsables de asesinar el culebrón. ¿No querían acabar con la familia Darling? Pues lo habrán conseguido con el más mortal de los métodos seriéfilos: la cancelación.
Lo que pasará luego con Liu, es una incógnita. De seguir los mismos pasos, es de suponer que desfilará hacia donde le den el papel de chica intrigante y de carácter, para poder seguir con su caricatura. Si sigue con las mismas exigencias como actriz, el próximo proyecto deberá ser examinado con lupa. Esta evolución como sujeto basura televisivo es casi admirable. Se ha erigido como musa de los idiotas. De actriz, a broma.
11 comentarios:
Lucy Liu siempre me ha caído muy mal (y sin motivo aparente. Cosas de la vida), y como actriz nunca me la he creído. Además creo que, como bien apuntas, sus papeles son siempre iguales. ¿La llegaste a ver en Ugly Betty, haciendo de abogada de Daniel (creo)? Aquí también iba de femme fatale con ínfulas de mujer supermisteriosa y superexplosiva. La pose le venía bien, pero en cuanto abría la boca...
Se ve que le va la abogacía a la pequeña Liu. Para mi lo más destacable de su carrera, aparte de Ally McBeal donde sus rugidos me hacían partirme de risa, es su aparición en Sexo en NY y como novia androide de Fry en Futurama. Eso si que son papeles de calidad. Por cierto a mi Cypher me gustó mucho.
Esta mujer siempre será recordara por el papel de ángel de Cahrlie y punto, no tiene para más. Y viendo como le va ahora mismo, necesita un milagro si quiere dar un pelotazo en su carrera.
Moltisanti, yo sobretodo la recordaré como Ling en Ally McBeal. Era grandiosa allí.
Rebeca, Cypher no está mal, pero huele a fallida. Mucha forma y muy poco contenido. Cube, la anterior película del director, era y es maravillosa.
Ánade, que no te cayera nunca bien no lo entiendo. Era genial en Ally y al principio su pose me gustaba (incluso su papel insustancial en El caso Slevin. En realidad me gusta verla). Lástima que escoja tan mal los papeles (por ser malas las películas o sus personajes). En el fondo, me duele un poquito y todo. ;)
En Ally nos encantaba, siempre con ese aire de perdonabidas, pero ubeno, en realidad qué personaje no encantaba de esa serie! El mérito no era suyo, sino de los guionistas y del personaje, por eso ha ido dando tumbos posteriormente...
Saludos!
En Ally nos encantaba, siempre con ese aire de perdonabidas, pero ubeno, en realidad qué personaje no encantaba de esa serie! El mérito no era suyo, sino de los guionistas y del personaje, por eso ha ido dando tumbos posteriormente...
Saludos!
y el papel de Nicole Kidman en The Hours, también ha sido el papel de su vida además de darle el oscar, bueno Nola Lyons no me cae tan mal y Blair Underwood me agrada mas como Alex en In Treatment, pero otra razón de que la segunda temporada no caminara muy bien es que perdió mucho su sentido del humor pero aun así me encanta
Lucy Liu cae mal por la herencia de Ally McBeal. Lógico. Eso habla de que allí, al menos, fue buena actriz.
En todo caso, no creo que esta mujer tenga mucho más recorrido dramático.
Por cierto, criticoenserie, de acuerdo en que Cypher resulta fallida. Pero Cube es de esas películas que no aguantan bien un segundo visionado. Una vez vistas las costuras, ya superado el shock de esa inquietante premisa, su brillantez pierde mucha luz.
Nahum, no deja de ser una buena película (y en este tipo de historias, uno siempre se debe dejar deslumbrar un poquito). ESo sí, no he visto ni la secuela ni la precuela. Me da la impresión que deben ser rotundamente malas...
Dsm, perdió parte del toque de comedia, pero creo que lo peor son estos dos villanos sin sentido. El personaje nuevo rico de Simon Elder es inverosímil todo él y Nola Lyons aparece iluminadamente y con una relación completamente artificiosa.
Y Nicole Kidman ganó el Oscar con Las Horas justificadamente (como hubiera sido justificado que se lo dieran a Julianne Moore o a Ed Harris o al director, guionista, compositor...). Es mi película favorita. Igualmente, el papel de su vida será el de Moulin Rouge, pese a que por las horas ganara un Oscar y que las horas sea superior. Fue el año de su despertar (junto con Los Otros).
para mi que antes habria que citar su papel en kill bill que el del caso Slevin...
y Dirty sexy money, me ha parecido muy entretenida hasta el final. un poco sin pies ni cabeza, eso podria admitirlo, pero entretenida.
Siempre la recordare como O-Ren Ishii, cortando cabezas es genial.
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