Souvenir Catódico: Las nuevas inquilinas de Melrose Place e ilusiones primaverales

Reinas de segunda: Si consiguen meter a Mischa Barton, Ashlee Simpson y Heather Locklear en el nuevo vecindario de Melrose Place, yo me quito el sombrero ante The CW. Desde que surgió el rumor que la HBO tenía en la probeta una sitcom para Britney Spears, Paris Hilton y Lindsay Lohan (de la que nunca más se supo), no había habido ningún elenco que atrajera por sus nombres y apellidos.

Ahora, sin embargo, las revistas especializadas están al rojo vivo con los probables fichajes para el remake/spin-off icónico de los noventa. Simpson, cantante como su hermana Jessica, ya tiene contrato y Barton y Locklear tienen ofertas sobre la mesa. De bien seguro que la de esta última tiene una suculenta cifra escrita en el papel mientras que para la protagonista de The O.C. (y comidilla semanal de las revistas pro-anorexia) se trata de una oportunidad para saltar a la vida adulta. Teniendo en cuenta el resultado de su incursión en el cine, con proyectos fallidos o directamente despropósitos, mejor volver al medio que la lanzó al estrellato pero, eso sí, con un paso adelante: haber aceptado participar en Gossip Girl hubiera sido un error. Y si 90210 logró 5 millones de espectadores para su estreno, ya que unió la nueva generación de adolescentes con unos cuantos curiosos para ver a Kelly y Brenda reinterpretando su particular duelo de rubia/morena, con Melrose Place The CW puede tener un auténtico bombazo entre manos: Sumar los nostálgicos, que ya por entonces era un público maduro, los fans de The O.C. y la cultura pop, y los acneicos espectadores habituales de la cadena puede dar como resultado una audiencia potencial inusual en The CW.

No obstante, la cuestión será como no perderla una vez satisfecha la curiosidad, como pasó con 90210. Ya desde este mismo momento (y dudo que mi parecer pueda cambiar), declaro Melrose Place el estreno más esperado para la próxima temporada, mientras Barton se mude al vecindario y Locklear no esté en alguna clínica de rehabilitación. Y en ella residirá también parte del futuro del canal: ¿cuántos años puede aguantar con un balance tan negativo como el de este curso?

Esperanza: Asumámoslo: Fringe, pese a estar bien, no fue la revelación que se podía esperar de J.J. Abrams; Diablo Cody, por más que vaya de transgresora, se la clavó este enero con United States of Tara, un fiasco con el que seguramente fui demasiado benévolo; y, para catástrofes, Joss Whedon se estrelló con Dollhouse, con una opinión muy fría por parte de la crítica y la absoluta ignorancia de la audiencia. Por este motivo, ante los estrenos que depara la primavera, es imposible no sentir un rayo de esperanza: Podremos ver si la ABC es capaz de hacer una procedimental distinta al modelo CBS con Castle, protagonizada por Nathan Fillion, cómo se las apaña con la comedia romántica Cupid (aunque reciclar un fracaso televisivo para reformularlo al cabo de unos años no es nunca un buen presagio), si también nos sorprende con un curioso experimento de humor llamado Better Off Ted, donde reside inexplicablemente todo mi interés y en el que nos reencontraremos con la gran Portia di Rossi y el atractivo Jay Harrington, y sabremos exactamente en qué consiste la enigmática Kings, una propuesta muy extraña y arriesgada que no parece adecuarse al momento en el que se encuentra la NBC (¿No debería haber elaborado alguna cosa más facilona?). Quien quiera ver todos estos tráilers, que haga una visita al blog de Harmony.