sábado, 10 de octubre de 2009

Southland, a la morgue de la NBC

Cuando Regina King encerró a la testigo en el lavabo de su casa y se enfrentó a unos matones, la televisión vivió uno de los mejores momentos de la temporada pasada, por no decir el mejor. Esa tensión, acompañada por la fuerza de la actriz y rodeada de silencios y maderas que crujían, marcó un punto de inflexión en el camino de Southland. No sólo tuvo un prometedor piloto que descolocó al público, que se esperaba otra serie de policías, sino que en siete capítulos lo dejó con el corazón en un puño. Pero la NBC no ha sabido valorar las firmes bases que sentaron en tan poco tiempo y, después de renovarla para este otoño, la ha cancelado antes de su estreno. O sea, un zás en toda la boca de la audiencia.

Ante una operación tan rastrera, quien no se ha cortado un pelo es Michael Cudlitz, el agente de policía gay, que confirmó en la Entertainment Weekly que ya sospechaba algo. “Pasaron el primer spot publicitario el pasado viernes y es el único que han emitido. Esto no es relanzar la serie. Cuando tienes una cadena que nadie mira, no ayuda anunciarte sólo en la propia cadena”. Y es que la llegada de Jay Leno al prime time de la NBC es un pez que se muerde la cola y está resultando imposible dictaminar cuando parará el declive.

La cuestión es que Leno sale rentable con la mitad de la audiencia que una serie de televisión, pero a largo plazo los costes terminan siendo altísimos. Primero, no es una preferencia para el espectador, sino la opción cómoda para los huérfanos de sus series favoritas. Al conformarse con unos registros más básicos, se debilita las promociones en los intervalos publicitarios y encima mata lentamente el Tonight Show de Conan O’Brien, un programa con las mismas características. El canal casi se ha convertido en un temático de late shows y la excusa de que nos encontramos en una nueva era, más fragmentada, no es un argumento suficientemente sólido para la estrategia de Leno (¿por qué no ocupar los vacíos con realities, por ejemplo?).

Además, al quedarse con la última franja en horario de máxima audiencia, ha destrozado dos mitos del canal como son Ley y Orden y Ley y Orden: UVE, cuya crudeza y pesimismo en bloques más tempranos. Así han enterrado la serie original en la noche de los viernes, finiquitándola en la vigésima temporada, y han empezado a cavar la tumba al spin-off de Mariska Hargitay.

La alternativa que ahora le queda a la criatura de John Wells es hallar un nuevo hogar en el cable. Las miradas, de momento, se depositan en la FX, que suele dar cobijo a los dramas más duros (Rescue Me, The Shield), y en la TNT, que tiene la oportunidad de quedarse con una buena serie sin tener que arriesgarse (algo que siempre le sale mal). Y como dijo Cudlitz, el cambio incluso podría ser a mejor, pues habría la posibilidad de sumergirse en un Los Angeles aún más oscuro que el que han podido retratar en una generalista.

7 comentarios:

Warren Keffer dijo...

Para mí a la serie le faltaba bastante para ser realmente buena, no consiguieron cogerle el punto en la primera temporada, pero potencial tenía y pensaba seguir viéndola. La forma de cancelarla ha sido absurda: a punto de empezar a emitirla, con capítulos rodados... Coño, se cancela al final de la primera temporada y punto; vaya pifiada. A ver si hay suerte con las privadas.

satrian dijo...

Me da igual donde vaya pero que alguien rescate esta gran serie de John Wells.

Unknown dijo...

Lo de las dos "Ley y orden" es muy significativo, desde luego. Eran dos apuestas seguras y, con el cambio de horario motivado por Leno, se las han cargado. Y todo porque tenían pánico a que Leno, que acababa el año pasado su contrato con la NBC, se les fuera a la competencia.

Crítico en Serie dijo...

Warren Keffer, ¿viste la season finale? Porque ganaron muchos enteros. Y lo que más me molesta del asunto, seguramente, es que estaban modificando la serie y se iban a centrar en los personajes de Regina King y Ben McKenzie. Vaya, pero esto ha terminado siendo un maltrato al espectador.

satrian, yo creo que tiene posibilidades. Además, según ha comentado el propio Cudlitz, no debe ser muy cara de realizar. O eso dice.

MacGuffin, lo que le han hecho a los dos Ley y Orden no tiene nombre. No puedes tener dos series tan longevas que cargártelas. Una cosa es que dejen de funcionar y la otra es que las lapides. El L&O original podría haber aguantado unos cuantos años más. La han sabido regenerar mil veces en estos 20 años. En cambio, dejan que se pudra en los viernes por la noche. Y se cargan también el L&O:SVU, porque los sueldos de Hargitay y Melony ya no tienen justificación con las audiencias actuales.

Cuesta entender toda esta maniobra porque la NBC se está dinamitando ella sola. Tampoco hacía falta que Leno estuviera TODAS las noches en el primetime. Podía tener un programa de dos emisiones por semana, por ejemplo, ¿no?

missmole dijo...

Espero que consigan ese nuevo hogar para esta serie porque yo aún no he visto la primera temporada esperando a ver si tenía continuidad ...

Parece mentira el poco criterio que están mostrando últimamente en algunas cadenas de televisión.

Nahum dijo...

Vi Southland en verano y me pareció un producto bastante digno. Aún no se quitaba la etiqueta de ser un "The Shield" para todos los públicos, pero era una serie que prometía crecer. Con garra y conflicto y esa presencia amenazante de la ciudad.

Una pena.

Mauro dijo...

Southland fue el mejor estreno de NBC la temporada pasada (y una de las mejores series que tuvieron) y es una auténtica pena que la cancelen de esta forma, sobre todo cuando ya tenían episodios grabados.

Llevas razón en lo de que el piloto (y el estilo en general de la serie) descolocó a mucha gente. Yo la veía como una serie más que necesaria en la parrilla, un drama sobrio y realista que supo mezclar lo bueno de series como ER o The Shield. La voy a echar de menos y, esto va para NBC, va directo al cuaderno negro.