No hay nada de malo en aprovechar un filón como el de Crepúsculo. Teniendo en cuenta que la primera película de la saga congregó a casi cinco millones de espectadores en Antena 3 (el mejor dato del último año para una filme con publicidad, que TVE juega con ventaja), era normal que la cadena quisiera repetir la jugada, esta vez con una saga de cosecha propia. De funcionar No Soy Como Tú, iban a tener ídolos adolescentes para dar y vender. Pero el éxito no llega así como así, como saben muy bien los americanos. Primero hay que captar la atención (con algo más que un par de spots publicitarios que copien el referente comercial) y después hay que satisfacer las expectativas. Y a pesar de que la primera misión ya fue un fracaso, pues así lo demuestra el público interesado inicial, no ayudó que estuviera manipulada por una panda de ineptos y fuera más vacía y aburrida que Luna Nueva, uno de los productos peor confeccionados de los últimos años. Vaya, que lo del jueves fue un delito.
Con una trama muy distinta, No Soy Como Tú decidió coger los elementos que diferenciaron la millonaria saga de otras obras orientadas a los jóvenes: unos protagonistas cuyo físico oscilara entre la belleza y la fealdad, y una actitud teen escéptica y desconfiada, basada sobre todo en los silencios ante la realidad presente. Pero estos silencios no son (o no deberían ser) una hoja en blanco en el guión, sino que deben ser un state of mind, una actitud comprensible de cara al espectador y que ayude a definir a los personajes. En cambio, el silencio como moda, el silencio porqué sí, como engañabobos para simular profundidad donde no la hay es la peor forma de inutilidad en una industria tan costosa como es la audiovisual. Quizá por esto, en lugar de entrar en el relato, tuve que luchar para no caer en los brazos de Morfeo.
Los libros de Stephenie Meyer, por básicos y primarios que fueran, por lo menos tenían clara su propia identidad. Eran drama-queenistas, simplistas y con una filosofía con respecto a la mujer que se acercaba al machismo imperante en la obra de Bram Stoker (que por algo la Mina Harker de la adaptación de Francis Ford Coppola no tenía nada que ver con la de la novela). Pero por más pegas que tuviera, la autora siempre supo qué emociones quería transmitir y cómo contarlas, por vulgares que sus formas resultaran a algunos. Y con No Soy Como Tú, aparte de contar los beneficios que podían sacar, no se tomaron en ningún momento la molestia de decidir quienes querían ser, como sí hizo The Vampire Diaries, por ejemplo, que utilizó a Edward y Bella como gancho y luego enseñó las cartas de su baraja, que no eran las mismas.
A partir de aquí, de la falta de ambición a nivel de contenido, todo vino rodado. Los escenarios se copiaron, los rostros fríos se coleccionaron y llenaron el metraje con frases manidas que guiaron al espectador, durante hora y media, en una trama que nunca interesó. Las únicas palabras pronunciadas tenían la intención de anunciar los giros, pero en ningún momento sirvieron para perfilar los personajes y dar cierta naturalidad al producto. De aquí que, de repente, pudiera salir un “te quiero” sin que viéramos romance previo o que, para desvelar de qué demonios iba el descalabro, alguien hablara de “carga genética vampírica”. Un horror del que los únicos que se libran son los actores, no porque hicieran un buen trabajo, sino porque su papel era tan absurdo que ni una Meryl Streep con colmillos los podría haber sacado adelante.
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Vi un trozo mientras cenaba por curiosidad y casi me duermo. Los silencios eternos, la atmósfera fría y bueno, en el "momento canario" no sé cómo acabé acordándome de Enjuto Mojamuto y su "Piticli bonico" y por lo menos me reí un rato :P
No podías haberlo explicado mejor, la verdad. Ese ritmo, esos silencios, esos personajes...
En fin. A otra cosa, mariposa.
Pues yo le di un tiempo para ver si iba de Crepusculo y la mandaba a tomar viento freco o de True Blood y me quedaba , visto lo visto en un momentito estaba en la Sexta viendo casas y luego a mi adorada Mariana Nannis e hija ( esas dos se merecen ellas sólas un reality y no lo de Supervivientes....,ese que vas a hacer hoy ... No se las uñas es de lo mejorcito que he oido , je, je)
Patricia
Lynx, si encontraste motivos para reírte, mejor para ti. ¿Quizá estabas acompañad@? Porque solo... me hubiera parecido más entretenido jugar a la ruleta rusa conmigo mismo.
Adri, la segunda parte ya la verán las madres tías y primas de los guionistas y actores.
Patricia, las Mujeres Ricas escapan a mi control, aunque quizá es porque ya veo las Real Housewives of New Jersey que son igual o peores, porque además son unas marrulleras de cuidado ;)
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