No hacía falta ser un lumbreras para intuir que Embrujada, al lado de Moulin Rouge y Las Horas, no estaría a la altura del listón de Nicole (y aún así fui a verla). Tampoco comprendí porqué las distribuidoras españolas tuvieron interés en llevar Entre Mujeres a Europa cuando era el principio del fin de la carrera de Meg Ryan y todos lo sabían. Pero Adam Brody estaba allí (y una semidesconocida Kristen Stewart, que estaba lanzándose al estrellato y nadie lo sabía), así que también pagué la entrada de rigor. Y hasta un día me tragué en la tele Mi padre... ¡qué ligue! a pesar de despreciar al sucio de Gerard Depardieu. Porque allí estaba Katherine Heigl, cuya sonrisa acabó rebajando a Julia Roberts a la categoría de caballo parlante.
Pero mientras existe un ‘palabro’ que define la acción de olvidar de forma más o menos consciente todo aquello que no está a la altura de nuestros ídolos y fetiches (fanesia), aún no he encontrado la expresión que defina todo aquello que hacemos por amor al séptimo y octavo arte. Y es que lo que me ocurre con Make It or Break It, que vuelve el próximo lunes, no es ni medio normal. El poder que un placer culpable ejerce sobre mí siempre será superior que el de un David Simon o Aaron Sorkin (de hecho, Sorkin, de tan pedante, casi me produce urticaria).
MIOBI, por ejemplo, puede provocar que decidas romper tu promesa de no ver nunca jamás CSI: Miami sólo para ver en otro escenario a dos Diosas trash como Chelsea Hobbs y Cassie Scerbo, sobre todo si una de ellas acaba siendo la asesina de la semana. Y si adoráis a Emily Kmetko por encima de todas las cosas (y empatando con su madre, cuya obsesión por la laca hasta ofendería a las reinonas de los ochenta), no podéis perderos su mala leche final. Ver a una diva confesando un crimen con una sonrisa y levantando la ceja no tiene premio (a partir del minuto 4:45 podéis ver grandeza en estado puro):
Tampoco tiene precio que te revelen que el panfleto cristiano de melena rubia resulte ser un icono de la televisión. Candace Cameron, de Padres Forzosos, era para mí una completa desconocida. Pero Montsinya, con su camiseta de “My favorite DJ is DJ Tanner” me abrió los ojos y me condujo a ver la anticuada serie para ver a una de las actrices más abiertamente republicanas:
Claro que, por basura, la que me tragué para disfrutar de Cody Longo (a.k.a. “Tommy Walker”) en la nueva versión de A Por Todas. Contenía moralejas tan trascendentes como que la autenticidad está en los ‘ghettos’ y las bandas callejeras, “no mires a nadie a los ojos si no quieres que te peguen con razón” o “si eres negra siempre puedes ser racista con los latinos”. Qué profundidad, amigos. Por no hablar de grandes citas como “lo siento, pero no hablo el dialecto del ‘Taco Bell’” y la inmensa filosofía de reggaetón que impregna cada segundo del metraje. Todo sea por ver a Cody Longo (que, para empezar, ni tan siquiera es un personaje regular):
Supongo que debería responsabilizar al Twitter de parte de esta obsesión por el cásting de MIOBI al que, siendo razonable, tampoco le veo mucho futuro (bueno, a Nico Tortorella quizá sí). Y es que todas las gimnastas, progenitores y demás prole tienen cuenta. ¿Y lo mejor? Gracias a los tweets he podido descubrir que la zorra de Lauren sale con Cody y que él tiene un grupo de música con Johnny Pacar, que en la ficción sale con la Kmetko. El grupo primero se llamaba Fairlene y ahora Forever The Day (y si queréis escuchar algo de ellos, siempre podéis ir a su página de MySpace). Y si os morís de ganas de followearlos, de la misma forma que Cameron sigue a Sarah Palin, aquí tenéis los links a sus cuentas: Chelsea Hobbs (mi venerada Kmetko), Cassie Scerbo, (la zorrupia Lauren), Susan Ward (la Kmetko Sénior), Josie Loren (Kaylie Cruz), Rosa Blasi (la adúltera y ex Lu Delgado), Jason M. Olazabal (el cuernudo Mr Cruz), Neil Jackson (el buenorro de Sasha), Candace Cameron (la guarrilla revirginizada), Johnny Pacar (el segundo pizzero), Nico Tortorella (el guapo de las pizzas y Dios personal) y Nicole Anderson (la temible Kelly Parker en MIOBI y la tonta del insti en Jonas).
3 comentarios:
jajaja, me encantó todo lo que mencionaste de A por todas, ha sido hilarante, yo no sigo tanto cosas malas por ver a alguien que me caiga bien pero ahora que recuerdo me quedé viendo una película muy aburrida porque salía Rachel Griffiths pero es que escucharla con acento australiano es un deleite y valía la pena por ella
en la anterior a esta última de "A por todas" una de las protas es la zorrupia de Lauren en MIOBI!
Alejandro A, no te creo. Seguro que tienes muchos más ejemplos de "vi algo que sabía que era horrible sólo porque salía tal persona". Un día estarás viendo algún bodrio en la tele o el cine y te acordarás de mí.
Pilar, ¿really? Gracias por material por "MIOBI LOVE (II)". Con el tiempo seguro que se gestará ;)
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