martes, 31 de agosto de 2010

La sonrisa de Laura

La sonrisa de Laura Linney debe de ser de los elementos más inquietantes que he visto jamás en la gran pantalla. Es tan caricaturesca y característica, que te hace dudar acerca del talento de la actriz. La balanza, sin embargo, se termina inclinando y acabas (o acabo) abrazando esa mueca de alegría extrema, o de compromiso, o de ama de casa forzada. En El Show de Truman quizá fue donde esa sonrisa estuvo mejor empleada, pues se le podían dar múltiples lecturas al tratarse de una actriz que interpretaba a otra actriz que interpretaba otro papel en un punto intermedio entre realidad y ficción (dentro de una ficción). Y en el caso de The Big C, en cambio, casi ejerció de arma de doble filo: cuando aparecieron esos hoyuelos vi que teníamos esa actriz de cine en la pequeña pantalla (de esas que van a la televisión porque quieren, no porque lo necesitan), pero bordeó lo entrañable (a ratos cercano) con lo irritante (a ratos artificial). Un poco lo que de por sí siempre le he criticado al canal Showtime que la emite.


Si esta reacción era la que buscaba la serie, sólo Darlene Hunt lo sabrá, ya que por algo es su creadora. No obstante, a medida que han avanzado los episodios (llevamos tres), creo que se ha notado que no era intencional o por lo menos perpetuo. Quizá fue una tara inicial, un semifallo que impidió abrazar al personaje principal desde el principio, con un cáncer terminal a las espaldas, o el derecho de la serie de definirse a partir de una pequeña evolución (que también necesitaba pasar la propia enferma). Como he dicho antes, que sea de la cadena Showtime también obliga a tomarse muchas más molestias en analizar si las formas (y la premisa) realmente cuentan un fondo o más bien son un organizado aparador de una tienda de los horrores (que busca básicamente escandalizar).


En este caso, se trataba del cáncer. De hacer una comedia acerca de un tumor melánico sin cura existente (y conseguir crear boca a boca solamente con la premisa). El tono, por supuesto, no puede ser el de una sitcom convencional (algo que Showtime tampoco querría), sino que es se trata de una dramedia. Aunque, por primera vez, han hecho énfasis en la parte de comedia (de sonreír, sin malicia alguna) y no en el drama (que justamente entorpece la muy digna Nurse Jackie). Cada escena entre Gabourey Sidibe y Linney es una fiesta (de balas de pintura, de sobornos y borderías), y el hermano indigente logra ser el secundario al límite que toda comedia debe tener (sin pasarse de listillo). El marido y el hijo, en cambio, son para darles de comer aparte, claro que no pongo en duda que esta era la intención.


A ratos da la sensación que, de tanto miedo que les daba ese cáncer a la cadena, por fin la cadena quiso dar la forma de comedia comercial a una de sus ficciones, liviana y de (agridulce) sonrisa en la boca. Como si la premisa fuera ya tan dura que no se atrevieran a jugar con cinismos y formas. Y sinceramente lo agradezco porque entre The Big C y Nurse Jackie estoy en proceso de reconciliación con Showtime. Ya sabéis que le he tenido mucha manía, pero diría que por fin nuestra relación progresa adecuadamente.


(Y para los que adoran Showtime porque les hace sentirse especiales, sólo quería comentar que el director del piloto, Bill Condon, es el encargado de dirigir la última adaptación de la saga de Crepúsculo.)

4 comentarios:

satrian dijo...

A mi me han encantado sus primeros episodios, no se si porque estoy enamorado de Laura Linney, o porque su trama de mujer madura que quiere recuperar su vida, sus toques de ama de casa con todo ordenado y sus salidas de tono me ganan.

Anónimo dijo...

Es raro, porque nunca solemos estar completamente de acuerdo tú y yo, pero esta vez no ha sido así (bueno, menos la última frase... esa afirmación no justifica nada. Tú muy bien sabes cómo funciona el Hollywood más comercial, y que prácticamente todos los directores hacen de todo... a Amenábar se le propuso dirigir Xmen-3, ya ves tú lo que pegan!! xD).

Showtime no es mi cadena de cable por excelencia (yo, si tengo cierto cariño con una cadena, es HBO, por darme Sex and the City, Six Feet Under, The Sopranos, The Wire, True Blood... así como pequeñas joyas, como la última "How to make it in America").

Pero volviendo a The Big C, el primer episodio no me hizo mucho "tilín" (no soporto al hijo y al padre!!, pero como bien dices, quizás sea eso lo buscado), el segundo mejoró algo, pero ha sido con este tercero cuando ya he comprendido qué nos quiere contar y cómo quiere hacerlo, y me parece una apuesta original y optimista.

El reparto femenino me ha parecido muy acertado, y el hermano me encanta! :-)

PD y Offtopic: Es curioso, pero noto dos "Critico en Serie" distintos, según sea lo que abordes un "placer culpable tuyo" o no. En el segundo caso eres el crítico que más me encanta, resaltando detalles casi-ocultos y uniendo trayectorias y proyectos para crear un mosaico final la mar de bonico. Pero en el primero me parece que haces un juego de palabras para terminar alabando sutilmente y casi sin que se note algo cuya calidad puede dejar bastante que desear. Pero, bueno, no podías ser perfecto! xD :-P

Crítico en Serie dijo...

Satrian, Laura Linney es una buena actriz y por suerte nos ha demostrado por enésima vez que es así. Porque, por ejemplo, yo empecé a odiar a Toni Collette después de verla en US of Tara. Que reciba premios (por ser una actriz de cine que se pasa a la tele) no significa que su actuación me convenza. Al contrario. Por esto me alegro de que Laura haya sobrevivido a la experiencia.

Thore Kafka, sé perfectamente cómo funciona el Hollywood comercial y mi comentario final sólo es para tocar un poco los huevos a los gafapastas que se sienten especiales con Showtime. Mi única intención era dar a entender que entre Crepúsculo y una serie de este canal quizá no hay tanta diferencia. Entre lo mainstream y aquello que pasa por el cable de pago y nadie ve.

Y ahora hablando de tu acusación en la que básicamente dices que soy bipolar. ¿Podrías poner ejemplos? Porque este post, el análisis de la sonrisa, también me recuerda al "rabillo del ojo de Courteney Cox" en el que alababa también a la grandísima Cougar Town (que podría ser placer culpable). ¿Te refieres a posts en los que defiendo a Greek o Make It or Break It? Es que diría que muy a menudo juego con las palabras en ambos sentidos. Venga, va, pon ejemplos de los dos Críticos.

ALBERT dijo...

Yo me siento culpable por disfrutar con esta serie, pero por los motivos más peregrinos. Siento cierta culpabilidad por reírme con una serie que trata sobre el cáncer... En fin, ¡vaya tontería! Lo que tiene que hacer es dinamitar tabús y creo que ésta es una buena oportunidad para hacerlo. Para que luego le llamen tonta a la tele...

En cuantos a las dotes de la Linney, no las cuestiones. Estás más que demostradas en el cine y ahora, sí, también en la pequeña pantalla.