No hay que confundir la filosofía de disfrutar de las pequeñas cosas con la de martirizarse por pequeñeces. Los Braverman, sin embargo, no ven la diferencia. Ellos consiguen quedar atrapados en tonterías como si fueran conflictos de Estado. Y los guionistas, que probablemente al igual que los adultos deberían acudir a un psicólogo infantil, son incapaces de reírse un poco de ellos mismos y desconocen conceptos como la ironía y la relatividad, o con qué deben reírse y con qué dramatizar. Y es que si pusiéramos a los Braverman y al equipo de escritores en una misma habitación con un vaso de agua encima de la mesa, me pregunto quién sería el primero en ahogarse.
Candidatos en Parenthood hay unos cuantos, pero algo me dice que Joe sería el primero. Este hombre florero, que tiene menos personalidad que su hija de cinco años pero algo más que su esposa, puede tener dudas a la hora de tener otra criatura porque no quiera seguir siendo amo de casa. Esto es comprensible. Pero de aquí a argumentar que “la política de las guarderías” no le deja vivir, y que encima nosotros debamos angustiarnos por él, ya es una exageración. Como también lo es vivir una crisis existencial “porque no tiene un hobby que enseñar en la clase de su hija de siete años”. Por lo menos las Desesperadas cuando entraban en estos derroteros lo hacían buscando cobijo en la comedia. Esto no es material para un drama, sobre todo cuando viven en una mansión de diseño y nadie pierde la custodia de sus hijos por contratar una niñera.
A continuación en la cola de los potenciales suicidas seguramente le seguiría Kristina. No sé la responsabilidad que comporta tener un hijo autista, pero de aquí a inaugurar una crisis matrimonial porque “te dijeron que los padres de autistas tenían más probabilidades de divorciarse” lo que hay no es estrés, sino puro aburrimiento. Claro que, cuando no tiene con qué agobiarse, también sabe convertir la candidatura de su hija a presidenta del colegio en otra brecha familiar que amenaza con tragarse la casa entera. Y por mí como si la tierra se la traga a ella, a Peter Krause (candidato a peor actor del mundo) y al hijo. Que una cosa es que se vistiera de pirata y no tuviera amigos, y la otra es que de la noche a la mañana fuera incapaz de tener contacto visual y desde entonces se alimente a base de cromos (¿y es necesario un corte de pelo tan decadente y antisocial como el suyo?).
Y ya para terminar, todo el resto también podría hacer un favor a la humanidad y tirarse de cabeza al vaso de agua. Sarah por ser Lorelai, el abuelo también por su peinado (y porque tiene menos simpatía y empatía que su nieto), la nueva Rory porque es una vieja molona en el cuerpo de una rebelde, la abuela porque se aprovecha de las infidelidades de su marido para convertirse en una diva caprichosa, Cosby porque empieza a cansar con su proceso de maduración, la nietísima por querer ser Miss (putón de) California, Adam por ser Peter Krause (candidato a peor actor de la televisión) y Billy Baldwin por pasar por allí (y por haber pasado del guapo de Sliver a la aceleración facial actual). Si es que allí sólo se salva el achuchable de Jabbar y Drew, y éste último sólo porque después del brainstorming del piloto se olvidaron de que era algo más que un mueble.
5 comentarios:
Tienes TANTA razón con lo de Joe.. y mira que son todos unos melodramáticos del copón como bien dices, pero es que lo de Joe no tiene nombre.
Con todo, yo sigo disfrutándola y aunque se ve a la legua que no va a saber mantenerse en forma (como sí ha sabido Brothers and Sisters) con el paso de las temporadas.
PD: #yoconfieso que me está gustando William Baldwin en la serie. Lo se, para matarme XD
Cuando dices que te gusta Baldwin... ¿quieres decir que te atrae? Porque a ver, cuando se revolcaba con Sharon Stone en Sliver lo entendía... ¿pero aquí? Ui, no.
Jajaja... Pere, no has dejado a ni uno vivo... lo que he me reído... y pensándolo bien, tienes toda la razón en lo exagerados que son todos los personajes, pero a mí me pasa como a Adri, que todavía me gusta y la veo con gusto.
A mí la que más me gusta es Sara, obviamente porque es Lorelai y yo adoraba a Lorelai. Y Kristina no me parecía tan tonta hasta estos últimos capis, que ya se está pasando. Los niños me gustan también, unos más que otros pero en general están bien. No sé si llegará a la tercera o cuarta temporada, pero tampoco me preocupa, la seguiré viendo hasta que me aburra.
PD: A mí también me gusta Baldwin, y no es que me atraiga, es que me hace gracia esa sonrisica que tiene de medio lado... no sé, mola.
Jajajajajajajaja, te has pasado un poco. Estoy de acuerdo con bastante cosas de las que has dicho, de hecho todos los personajes me parecen sosillos o copias (Lorelai 2 total), pero en general me lo paso bien viendo la serie. Que es al fin y al cabo lo que cuenta.
jajajaja, me he reído mucho con esta entrada, desde hace mucho que no veo Parenthood, terminé con mucho esfuerzo la primera temporada y por lo que leo tampoco es que haya mejorado, por cierto ¿por qué crees que Peter Krause es un mal actor?
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