miércoles, 13 de abril de 2011

¿Mystic Falls? Adelante, siempre adelante

Esta entrada contiene spoilers de los últimos episodios emitidos de The Vampire Diaries (2x17), así que estás avisado.


Los habitantes de Mystic Falls están tan acostumbrados a las situaciones de riesgo que si no les muerde un vampiro, tropiezan con un hombre lobo, hablan con la doppelgänger y pierden la memoria a la vuelta del súper, deben pensar que su vida está sumida en el tedio. Y lo que Elena ya debe empezar a preguntarse es cómo de momento aún no ha llegado una Olivia Dunham del FBI para resolver los asesinatos de los pueblerinos, puesto que desde el inicio de la serie ha debido haber tantas muertes inexplicables como fiestas y todos sabemos cómo son los Lockwood a la hora de buscar excusas para montar cocktail parties. Por más resets de mentes que hayan hecho los hermanos Salvatore, las cifras no engañan.


Esta decisión de jugar a contar las tramas de forma acelerada, sin descanso para el espectador y con poco tiempo para elaborar el drama humano que viven sus protagonistas, tiene sus pros y sus contras. Por una parte, permitió que tuviera una primera temporada brillante, por adictiva, por su romance inicial y porque Damon, más que morbo, aportaba mala leche. La pega, sin embargo, era que el espectador podía inmunizarse ante tantas misteriosas llegadas a Mystic Falls de las que, además, conocíamos perfectamente su recorrido natural. Llegan, tocan la moral y mueren, como Lukas o Alice, que tan pronto desaparecieron y ya nadie se acordó de ellos. Si a esto le sumas que Elijah y la mujer lobo tenían tanto carisma como la piedra lunar, que para empezar jamás me he interesado demasiado en saber de que trata la maldición (lo único que importa es que es muy, muy mala y por esto lo mejor es camuflar la piedra en la jabonera del baño de invitados, no vaya a ser que alguien no la descubra), en mitad de la segunda temporada The Vampire Diaries pasó por un ligero bache. De hecho, temía que la serie teen, por saturación y aceleración, hubiera llegado a un punto de no retorno.


Por suerte jamás se puede dar por muerto a un vampiro y, con un poco de dispersión de aquello que no funcionó y más acumulación de aquello que sí que atrae, en Mystic Falls ha vuelto la garra tras un tramo medio un tanto mediocre. Katherine si está fuera de la tumba gana puntos y, aunque comparta planos con Elena y Nina Dobrev no sea Anna Torv, uno olvida por completo que son la misma actriz. Los padres biológicos de la chica, además, son de un retorcido malicioso que da miedo y, en lugar de aprovechar la variante emocional del asunto, los guionistas han preferido tirar hacia adelante (adelante, siempre adelante). Se nota que los responsables de la serie quieren dejar respirar al personaje de Elena y que han optado por torturar emocionalmente a Caroline (¡bingo!). Esto no quita, por ejemplo, que la inmolación de Isbobel fuera impactante, ni tan siquiera por las trágicas connotaciones que supone para Elena (que está igual de impasible que antes de contemplar a su madre biológica suicidándose por lo culpable que se sentía por querer entregarla a su verdugo).


Y, como marca la tradición, los what-the-fucks llegaron en masa. Primero, la muerte de Isobel (tras descubrir que lo de envejecer a Mia Kirshner no le sienta muy bien). Después resulta que la pobre Caroline es el blanco de las conspiraciones de Matt y la sheriff, o sea, que su novio y su madre quieren cargársela. Y en lugar de planear la enésima llegada de un personaje random, por más que se llame Klaus y sea el vampiro más temible del planeta, han introducido al histórico en el apetecible cuerpo del profesor Alaric (que hace tiempo que debe estar desempleado). Ah, y a todo esto la brujilda está planeando morir por los demás en una especie de competición con Elena para ver quien se sacrifica antes. Drama, drama y drama. ¿No lo echabais de menos?

9 comentarios:

Fon dijo...

Estos vampiritos nuestros nunca nos fallan. Este último capítulo ha puesto la quinta y nos ha regalado un par de tramas y comienzos de tramas más que apetecibles. Porque...¿no me dirás que esa alianza Matt/Sheriff no nos va a traer drama del bueno, eh? Lo único que me sobra es Jeremy, que con la tontería, si la bruja brujita juega a los sacrificios, volveremos a tener al Jeremy petardo de la primera temporada.

Un telespectador más dijo...

A mi, aun cuando muchos vean un pequeño bache, me siguen divirtiendo muchísimo, y con su regreso han demostrado que tiene cuerda para rato porque tienen muchas tramas interesantes por explotar.
Me parece que de aqui a la season finale debemos prepararnos para un gran especátulo :D

Saludos!

Anónimo dijo...

Coincido totalmente. La primera temporada fue genialérrima y la segunda 3/4 de lo mismo, ya que, como tú, noté cierto desgaste entre (más o menos) el 2x08 y el 2x14, aunque ni mucho menos dejó de gustarme, ahora, con su vuelta, los vampiros han sacado sus colmillos para deleitarnos con una gran recta final, estoy seguro :)

Crítico en Serie dijo...

fon_lost, hombre, está clarísimo que las lágrimas y el sufrimiento nos vendrá del lado de Caroline. Pobre chica, siempre nos hace sufrir.

Telespectador, creo que estaremos sin aliento y disfrutando como enanos en estos episodios que quedan. El último fue... ¡sensacional!

Joaquín, se notó cierto desgaste pero por suerte fue algo temporal y que pudieron remontar. Debió ser, como siempre ocurre, el bache que provocan las temporadas extralargas de las cadenas generalistas.

Diana P. dijo...

Lo que no entiendo, todo el drama de Klaus queriendo matar a Elena y toda la gente que ya ha muerto (y morirá) por intentar cargarse a Klaus (y salvar a Elena... ¿y en todo este tiempo a nadie se le ocurre que basta con que elena se haga vampiro para que Klaus deje de interesarse por ella y todos felices?
O, simplemente, podría beber sangre de vampiro regularmente y, si Klaus la pilla y la mata, pues se convierte en vampiro y listo.
Ya tantos episodios con la misma trama resulta raro que alguien no le proponga -¡que al menos lo proponga!- una solución "a lo Katherine".

Hopewell dijo...

A mi me parece una serie muy entretenida pero es cierto que esta temporada ha pasado por un bache. Ahora, en lo que mas concuerdo contigo es que a Mía Kirshner le sienta muy mal envejecer... Porque oye, en 24 yo estaba enamorado de ella...

Crítico en Serie dijo...

Pixelwoman, está claro que nadie quiere tocar el tema "quiero convertirme en vampiro", no sé si porque los libros no hablan de ello (que no lo sé), porque quieren dejarlo para otro momento o porque no quieren parecerse demasiado a Crepúsculo (podría ser una mezcla de todas las opciones). Pero sí, alguien tendría que hablar sobre ello de la misma forma que un día Elena cayó en la cuenta que la forma de proteger a su tía no era ocultándoselo todo (que la pobre iba a ciegas entre psicópatas) sino contándole qué ocurría en el pueblo. ¿Y en serio dejaron irse a la tía sin darle explicaciones sobre Isobel? ¡Venga ya! ;)

Hopewell, Mia Kirshner era una bomba sexual en La Dalia Negra, L e incluso en Not another teen movie (aunque allí estaba muy anoréxica). Ahora, en cambio, está muy hinchada. Me hizo recordar a la gente que se medica por algo, no sé porqué.

ADMIN dijo...

este show esta perdido, por lo unico que es visto es por Ian Somerhalder, que no es la gran cosa la vdd ¬¬

La trama es PESIMA, y lo peor es que estan tan desviados de la trama original de los libros que ya no se que esperar de esta serie. Se volvio mediocre, aburrida y repetitiva

ADMIN dijo...

@critico en serie: Bueno, yo ya me leí los libros, desde hace ya años, y en los libros Elena si se convierte en vampiro, pero fue accidental. Cambiando un poco el tema, Siempre me intereso que escribieras un articulo sobre el cambio del personaje de Damon a lo largo de la temporada, quiero decir el es el villano pero ahora parece una flor delicada que llora todo el tiempo, no se si alguien mas comparta mi punto de vista