Los casos en Damages son meros pretextos sobre los que desarrollar el auténtico motor de la serie: la relación entre Ellen Parsons y Patty Hewes. Lo descubrimos en su primer año con el caso centrado en Arthur Frobisher y fueron coherentes en las dos siguientes temporadas. La preparación de sus batallas legales (que aún no hemos visto llegar a los juzgados) es una capa más para profundizar en un relato sobre el poder y la necesidad de renunciar a cualquier atisbo de bondad para conseguirlo y conservarlo. Por esto que nadie se asuste al ver que Ellen Parsons quiere mancharse las manos de sangre con un caso que la lleva a cuestionar el papel de los Estados Unidos en tierras afganas. Es un macguffin. Lo que en realidad quiere contarnos la cuarta temporada de Damages es cómo Ellen ha decidido convertirse en una de las grandes y sólo una guerra puede emular semejante ambición.
Para entrar en esta nueva etapa para la que hemos tenido que esperar más de un año han decidido cambiar un poco las formas. El tramposo puzzle temporal está ahí (y no me extrañaría que esa presunta sala de torturas afgana fuera un almacén de algún muelle del río Hudson), pero la entrada en la trama es algo más calmada. No nos damos de bruces contra el caso y, de hecho, aún ni sabemos qué puede denunciar Ellen porque no tenemos ni idea de qué ocurrió con la unidad de High Star, un ejército privado contratado por el Gobierno. La gracia del asunto está en ver cómo, por primera vez, es Ellen quien se busca su suerte. Si algo termina mal y alguien sale perjudicado, como parece adelantar el montaje, sólo habrá una responsable: ella misma.
Que además Ellen sea capaz de tergiversar la realidad para que Patty le compre el caso como ella quiere y encima no tener que deberle nada, demuestra hasta qué punto es una alumna aventajada. Lo que no sabemos, sin embargo, es lo que Patty ve en ella: si una hija, una rival, una versión mejorada de ella misma (con humanidad) o todo lo contrario, una abogada como ella que aún no se ha dado cuenta que no tiene escrúpulos ni espacio para los remordimientos. Depende de la mirada. Y aunque la crítica sigue fijándose en la maestría de Glenn Close y su Patty, es Ellen quien lleva la batuta por sus dobleces morales (y Rose Byrne las interpreta con una inexpresividad exquisita). Si bien la primera temporada dudábamos de la mala leche de Patty (sabíamos que no era buena, pero no hasta qué punto era mala y no tenía perdón), ahora toca plantearse lo mismo con Ellen. Bien podría ser que esta cuarta temporada fuera un viaje a los infiernos y que la quinta y última temporada sirviera para redimirla, que no me extrañaría.
De momento una cosa está clara: Damages sigue en su condición de cita imprescindible de la televisión. La primera me alucinó, la segunda me horrorizó (por lo mal llevado que estaba el caso, pues es una pieza fundamental en la relación de nuestras dos mujeres), en la tercera se consolidó y esta cuarta aún me tiene desconcertado sobre todo por la falta de intensidad de los primeros episodios. No está el frenesí pasado y esto me inquieta aún más porque bien podría significar que Damages se está reinventando para seguir con su historia (algo propio de las grandes series). Y, como comenté con MacGuffin el otro día, Damages es tan buena como los diálogos que pueda haber entre Ellen y Patty, y de estos hay unos cuantos y de un nivel muy digno. Son tan estudiados, sutiles y amenazadores como una reunión soviético-americana durante la Guerra Fría.
5 comentarios:
Está claro que Patty no ha conectado con su hijo, ni con su nieta, sin embargo está viendo como su pupila se está transformando en ella, por mucho que Ellen lo niegue.
Sin duda la relación Patty-Ellen es lo que mueve la serie.
Concuerdo con que la serie le está faltando intensidad, pero siento que Patty se está dejando ver demasiado ensombrecida por Ellen y eso sin duda me desconcierta, porque una tiburona como es Patty Hewes me parece algo increíble que se vea tan manipulada y de una forma un tanto simple, o tal vez solo se está dejando llevar para ver hasta donde llega esto...
El final del 4x03 me dejó intrigado, hay que seguir atentos (y más por las grandes estrellas invitadas que están haciendo excelentes papeles)
saludos
Estoy totalmente deacuerdo contigo.
Satrian, que conste que aún no doy a Ellen por perdida. Tiene que acabar por el buen camino.
Alejandro A, creo que es lo segundo que apuntas: ella se está dejando llevar para ver hasta donde llega todo esto y encima ya le va bien porque tiene sus preocupaciones, como encontrar a su hijo.
Yo he empezado a verla serie hace poco la 1at me parece Brutal así de entrada de la 2a llevo 4 capitulos y telita. Vaya duelo interpretativo el de estas dos y lo que nos queda.
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