martes, 2 de agosto de 2011

Los supercasos y el factor 'X'

Las series de casos tienen que dejar claro desde el principio cuál es el anzuelo que las hace diferentes y que ejerce de imán para el espectador. No es una cuestión de dar seguridad al espectador, sino de poder aprovechar cuanto antes mejor su tirón y, si son series policiales un tanto genéricas (a CSI la diferenciaban los métodos y la estética, pero al fin y al cabo se trataba de averiguar quién era el asesino), siempre tienen a favor que hay un estímulo claro: tenemos unos sospechosos y nuestros héroes deben hallar al culpable. Pero esto no ocurre con las otras series de casos cuya finalidad no es ésta y Alphas, como bastantes otras, creo que necesita entenderlo.


Pongamos como ejemplo a Fringe, que también es de ciencia ficción. Tenía unos casos que debía resolver el equipo, pero como no había la incógnita de quién era el responsable y además cambiaban las bases de cada episodio con nuevos recursos tecnológicos, mi interés iba decreciendo a cada episodio. El hecho de que hubiera elementos de la ciencia ficción no era excusa suficiente, pues lo más interesante ya aparecía en los primeros minutos de metraje cuando se exponía la naturaleza del caso. Hasta que no pusieron el arco longevo en un segundo plano muy obvio y mezclaron los casos con las emociones de los personajes, Fringe no demostró cuanto valía.


Y con Alphas me sucede un poco lo mismo que me ocurrió en su día con Fringe (y con Haven, Warehouse 13...): me atrae la premisa de un grupo de personas con superpoderes que se dedican a cazar a supervillanos, me gustan los efectos visuales (sencillos pero muy bien hechos), pero no le veo un recorrido a largo plazo más allá del piloto y no lo digo porque no tenga un claro arco argumental que abarque la totalidad de la temporada como Fringe (que algo parece que hay aunque no primordial). No hay el estímulo de saber quién es el culpable de entre una serie de sospechosos (CSI, Se ha escrito un crimen, The Closer), no me interesa cómo se lo van a montar para cazarlo (como en The Closer) porque con superpoderes todo vale, las relaciones (el motor de Bones y también de Hawaii Five-0) son muy elementales y no tienen gracia ni morbo, y tampoco le veo mucho potencial al personaje central sobre el que gira la historia (House).


Por esto creo que bajaré del carro de Alphas hasta que no me entere de por dónde van los tiros o si toma otro camino distinto al ver qué les funciona y qué no (algo que Fringe aprendió en su momento). De momento espero que suavicen el tono del experto en comunicaciones (o que consigan hacerlo entrañable de alguna forma), que busquen relacionar a sus protagonistas de una forma menos genérica y que dejen de vender a David Strathairn como una especie de nuevo House en cuanto a atractivo se refiere. Quizá hay mujeres que se sienten atraídas por un cojo borde que las vejaría constantemente, pero difícilmente alguien encontraría interés en un abuelo pseudo-hippie que va de gurú. Bueno, de tener groupies potenciales seguramente estarán plantando patatas en su casa sin teléfono ni luz, así que mejor que se ahorren otra escena tan bochornosa como la de Strathairn saliendo de la piscina en un speedo.

2 comentarios:

satrian dijo...

Pobre David, que no está tan mal el hombre :P
No destaca de momento, pero me gusta como buscan el enfoque de serie mutante de Marvel, grupo de mutantes "buenos", buscan a mutantes "malos", pero no todo es tan blanco y negro como parece, aunque de momento solo rozan la superficie, por ahora me interesa, ya veremos si acabo con ella.

OsKar108 dijo...

A mi de momento me está gustando la serie, el enfoque de las diferencias de los Alphas me parece que está bien tratado. A ver como continúa.
Pobre David Strathairn, lo has puesto "guapo" jajajajaja.

¡Saludos!