sábado, 3 de septiembre de 2011

Chuck y el salto del tiburón

Para una serie saltar el tiburón significa haber llegado al pico de sus posibilidades y saber que, por más que hagan, todo lo que queda nunca estará a la altura. Se dice que Luz de Luna entró en esa fase cuando Maddie y David se enrollaron, Alias lo hizo cuando Sydney Bristow acabó con el SD-6 y para la mayoría Supernatural inició un periodo de decadencia cuando cerró un ciclo al final de la quinta temporada. Sin embargo, cuesta hablar de este concepto cuando una serie sigue en antena. Siempre he sido partidario que puede llegar una remontada, aunque muchas veces esto nunca suceda, y quizá por ello no dejé Chuck tras su mediocre inicio de la cuarta temporada.


Sé que hablé de ella hace poco, pero también he visto que son muchos a los que se les quedó atravesada el pasado otoño. Entiendo las razones: había cerrado su tercer año con una traca muy emotiva, con unas revelaciones que no permitían que el relato se echara para atrás y podía entenderse como el final de un ciclo. Todo lo que tenía Chuck en su premisa (la tensión sexual, esconder su condición de espía) había dejado de existir. Pero, de repente, llegaron las pruebas de que no había saltado el tiburón. Aquí las pruebas espoilerosas de que esto fue asi:


- Chuck Versus de Push Mix: La gente ya puede ir de dura y decir que las bodas hoy en día no tienen sentido, pero todo espectador tiene ese lado ñoño que quiere que sus personajes favoritos digan “I do” (a menos que se trate de House, claro). Por lo tanto, que Chuck hincara la rodilla y que Ellie tuviera un bebé son de esos momentos que siempre recordaremos como aficionados a Chuck.


- Chuck Versus the Cat Squad: Sarah Walker siempre había sido un remiendo no-patético de Las Ángeles de Charlie de McG (que produce la serie), por eso tuvo gracia verla en acción con sus particulares ex compañeras de batallas, el Cat Squad. Tías buenas luchando en grupo con modelitos imposibles siempre es un win-win, pero si encima haces un homenaje a Cameron Diaz y compañía, ya te mereces una ovación.


- Chuck Versus the A-Team: Por culpa de la parejita de Luz de Luna, siempre se ha dicho que el roce hace la decadencia seriéfila, así que tranquiliza comprobar que Chuck y Sarah pueden protagonizar un magnífico episodio como tortolitos en acción. ¿TSN...qué?


- Chuck Versus the Wedding Planner: Yvonne Strahovski es un maniquí muy mono que cecea, pero no es buena actriz. Sin embargo, ella es la chica idónea para interpretar a Sarah Walker porque: a) sabe lucir las coreografías (a diferencia de Zachary Levi, que lleva dos temporadas siendo un paleto de las artes marciales) y b) no tiene pizca de vergüenza. Su falso flash es mítico (imprescindible ir al link) y no quiero ni imaginarme lo que le costó no reírse a continuación (ah, y mención especial a Daphne Peralta. No podía ser un nombre menos terrorista-friendly).


- Chuck Versus the Cliffhanger: No, Chuck es tan nerd y cómica que nunca ha permitido que nos creyéramos las pretenciosas tramas con terribles organizaciones y peores villanos. La deriva de Volkoff, en cambio, fue un acierto (bastante light) al que ayudó que, como siempre, le pusieran unas special guest stars memorables: Linda Hamilton y Timothy Dalton. También ayuda poner al equipo al margen de la ley, escribir un buen cliffhanger y encarar la quinta temporada (y última) sin haber saltado ningún tiburón.

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