El no-triángulo de Revenge

En las películas, se apuesta a lo grande por las químicas entre los personajes: no hay margen de error. No es de extrañar, por lo tanto, que Catherine Hardwicke metiera a Kristen Stewart y Robert Pattinson en la cama antes de fichar al galán británico para Crepúsculo. Había que asegurarse que saltaran chispas entre los dos. En otras ocasiones, en cambio, se prioriza el factor estrella y ocurre como en Agua para Elefantes, que entre Reese Witherspoon y Pattinson no había ni un rasgo de química.

En televisión hay otro rollo. Aunque lo más importante sigue siendo que, si tienes pensados unos arcos argumentales, estos den sus frutos, siempre hay más margen de maniobra cuando algún príncipe o princesa te sale rana. Y este es el caso de Revenge. La idea inicial era que el personaje de Amanda Clarke (o Emily Thorne o Emanda, como queráis) tuviera un triángulo amoroso protagonizado por su amigo de infancia, Jack Porter, y el hijo de su archienemiga y supuesta víctima, Daniel Grayson. Pero, vistos los resultados, diría que Mike Kelley decidió redibujar la relación de Amanda con ambos.

No entraré a comentar cuán inverosímil es el punto de partida entre Emanda y Jack. Supuestamente él se ha pasado toda la vida preguntándose qué ocurrió con su objeto de devoción de pequeño y encima ha conservado su perro durante todo este tiempo (¿pero cuántos años viven los perros en los Hamptons?). Y, mientras que quizá estos cimientos no han ayudado a forjar la química (el punto más flaco de la serie), Nick Wechsler puede autoflagelarse porque la culpa es solamente suya.

Su camarero con complejo de inferioridad tenía las escenas idóneas para demostrar su amor y también para hacerse un hueco en las tramas de Revenge. Pero, una a una, ha ido perdiendo las oportunidades y también el favor de los guionistas. Simplemente, Wechsler no resulta creíble en ninguna escena, como si no hubiera encontrado el punto a su personaje. Cuando mira con cara de enamorado a Emanda, parece que esté pensando en otra cosa; y cuando debe parecer un mártir del amor, sólo resulta patético. De aquí que, poco a poco, hayan ido reenfoncando sus escenas y ahora sea claramente un efecto colateral de los malévolos actos que ejecutan Emanda y Victoria.

El que lo aprovechó a su favor, en cambio, fue Joshua Bowman. Puede que Emily VanCamp esté obligada a interpretar un personaje frío de quien sea casi imposible descifrar hasta qué punto sus sentimientos son reales o no, pero él sí impregnó cada una de sus miradas de amor. Puede ser un actor muy limitado, pero es fácil entender cómo se ligó a Amy Winehouse en el Caribe (y se rumorea que a VanCamp en el rodaje). Y, gracias a él, a sus ojitos de niño bueno y su sonrisa de príncipe de ensueño, ya no hay ni triángulo amoroso ni dudas: Emanda está enamorada de él y así podrá sufrir mucho más.

(Y Jack... que sirva copas, que es lo único que se le da bien, o que se largue con su yate, que ya estorba. A menos que, como me gusta imaginar, decore próximamente las playas de los Hamptons en forma de bonito cadáver.)

P.D.Podcastero: Y sobre esto y la identidad del cadáver en la playa hablamos en el último programa de Yo Disparé a J.R. con la colaboración de Adriana Izquierdo de Hablando de Series, Esta peli ya la he visto y Ohhh! TV Podcast. Además, toca hablar de la vuelta de Cougar Town y su presencia en los medios, las posibles razones por las que Pan Am ha fracasado y ya está cancelada, el último giro de Cómo Conocí a Vuestra Madre y más. Podéis descargar el programa en la barra lateral y aquí tenéis la guía del programa:

- 0': Presentación y la táctica del preestreno que se ha puesto tanto de moda.

- 9': Pan Am, ¿por qué fracasó? (sin spoilers)

- 20': Cougar Town (sin spoilers).

- 33': Revenge y el muerto en la arena (con spoilers hasta el 1x15).

- 61': Cómo Conocí a Vuestra Madre (con spoilers hasta el 7x16).