lunes, 22 de octubre de 2012

Mis 'happy places'

Los ‘happy places’ son aquellas series que crean un entorno muy acogedor para el espectador y que, de alguna extraña forma, te hacen sentir como en casa. El término lo inventó la crítica estadounidense Maureen Ryan (y lo popularizó por estos lares mi companion Marina Such) y, obviamente, es un concepto completamente subjetivo cuyas muestras suelen tener un denominador común: son comedias más o menos corales con inercias propias dentro del grupo. Lo importante es que diviertan a su público y le hagan sentirse indirectamente incluido en las bromas internas. Por lo menos así lo entiendo yo.

Cougar Town, por ejemplo, es mi happy place por excelencia. Se estrenó como el vehículo de lucimiento de Courteney Cox y abordaba el despertar sexual de una divorciada, y con el paso de los episodios se convirtió en una comedia coral, alcohólica y muy autorreferencial. Puede que no siempre sus episodios estén al mismo nivel pero su creador, Bill Lawrence, entendió rápidamente la evolución de su serie y por esta razón siempre hay un toque emotivo y/o inclusivo que la eleva por encima de las bromas de sus guiones (que pueden ser magistrales, como cualquiera que abarque su adicción al vino, y otras bastante torpes). Y, curiosamente, transmite la sensación de que todos los actores del reparto son amiguísimos en la vida real (Cox y Josh Hopkins acabaron juntos como en la serie). No sé si será verdad o no, pero les funciona y la espera de la cuarta temporada se está haciendo larguísima. Será en enero y se emitirá en TBS después de que ABC la cancelara.

Otra que, en mi opinión, entra en esta categoría es Parks and Recreation, la que seguramente tendría el happy place con más densidad de población por el amor que le profesa la comunidad 2.0. Otro caso, por cierto, de obra que vivió una metamorfosis: pasó de ser una serie con personajes patéticos y que se basaba en la vergüenza ajena, a escribir sobre seres humanos defectuosos pero entrañables que se quieren de forma peculiar y con un humor más absurdo. Amy Poehler tiene una gran comunidad de admiradores por lo repelente y achuchable que resulta como la idealista Leslie Knope, aunque posiblemente el personaje-icono sea Ron Swanson. La parodia del republicano radical con el corazón de oro está muy bien construido.

Y, aunque pueda despertar cierto rechazo, Whitney es mi último hogar televisivo. Se estrenó el año pasado con un rechazo prácticamente absoluto por parte de la crítica, que además odiaba a su responsable y protagonista, Whitney Cummings, por ser prometedora y haber co-creado esa serie soez llamada 2 Broke Girls. Pero, mientras entiendo que al principio fuera denostada por tener unos secundarios poco jugosos y un aire noventero, acabó encontrando su camino poco a poco (sí, los happy places casi nunca son automáticos, a menos que seas esa ñoñería llamada Las Chicas Gilmore que nunca compré). La química entre Cummings y Chris D’Elia, que interpretan a la pareja protagonista, fue palpable desde el principio y partiendo de esta base fueron desarrollando las relaciones entre los demás (el único que nunca cuajó fue Neal y está confirmado que no volverá para la segunda temporada). Se erigió en una especie de Loco por ti pero menos pesada y con el plus de que es una obra completamente de autor, pues su autora la escribe, produce y protagoniza con un deje casi paródico como el de Tina Fey en 30 Rock. Y la buena noticia es que, tras el fracaso de Animal Practice en la NBC, por fin volverá a la televisión con nuevos capítulos. Abucheadme, sí, que Whitney y Alex ya me acogerán en el sofá de su apartamento.

P.D.Podcast: Aquí tenéis mi último podcast de Yo Disparé a J.R. donde no hablo de ninguna de estas series. En cambio, hablamos del apocalíptico éxito de The Walking Dead, de cirujanas muy pavoncias, 30 Rock y Revolution. Tenéis el programa en la columna de la derecha y aquí está la guía del programa:
- 0’: Presentación y 30 Rock, el principio del fin.
- 15’: Emily Owens M.D., la serie de la hija de Meryl Streep.
- 26’: La evolución de Revolution y la construcción de su mundo.
- 42’: Anatomía de Grey y las consecuencias del accidente de avión con Cristina Garde, con extras de Private Practice y una pequeño interrogatorio de realities musicales.
- 64’: The Walking Dead, sin rastro de Frank Darabont.

1 comentario:

Liliana Fuchs dijo...

Ains, ahora me "obligas" a dar una oportunidad a Whitney, que no llegué a tener tiempo ni de ver el piloto el año pasado.
Parks es sin duda mi happy place nº 1 ahora mismo, junto con Raising Hope, otra serie de personajes patéticos pero adorables hasta la médula.

Saludos!