Qué difícil es hacer listas. Y qué divertido es. A finales de este mes, tocará escribir el Top 10 televisivo de este año, como ya es tradición y de momento tengo unas cuantas ideas. Pero no será tan pan comido como otras temporadas. Antes tenía que recortar como un demente para hacer cuadrar los puestos, preferencias más subjetivas y aquellas series tan buenas que, a pesar de no ser mis favoritas, no podían quedarse fuera. Este año, en cambio, pienso en mis programas favoritos indiscutibles y tengo problemas para estirar todos los dedos de las manos. Sobre todo, me cuesta encontrar la propuesta loca (y coherente y característica) que debe haber en toda lista.
La revista Time, por ejemplo, ya ha publicado las diez mejores series de 2012 y se reserva dos campanazos (o realmente sólo uno): argumentan que las elecciones presidenciales de los Estados Unidos hicieron muy buena televisión y las colocan en décimo puesto y colocan a Parks and Recreation en primer lugar, en una lista plagada de lugares comunes (Louie, Homeland, Breaking Bad y Mad Men complementan el Top 5). Una elección en el fondo muy comprensible. Si el departamento de parques y jardines de Pawnee es tu happy place, donde más a gusto te sientes como espectador, la cuarta temporada dio suficientes episodios redondos como para darle el oro. Donde también se permiten licencias es en la lista de los mejores episodios, donde intercalan el piloto de la malograda Awake, Another Ham Sandwitch de The Good Wife (para compensar su ausencia en el ránking televisivo importante) y el episodio animado de Community, en medio de las series de cable.
Maureen Ryan, que escribe para el Huffington Post, ha elegido Happy Endings y New Girl como wild cards en medio de Parks and Recreation, American Horror Story: Asylum, Homeland, Breaking Bad, Game of Thrones, Girls, Louie, Homeland y Mad Men, todas también en Time. El American Film Institute, encargado de elegir las series más destacadas, se ha permitido una concesión más mainstream como Modern Family, además de la tv-movie de la HBO Game Change y el pelotazo de The Walking Dead, que también ha tenido cabida en el Top del Washington Post donde había propuestas bastante curiosas como Dallas, Veep y Nashville. Puede que en septiembre causara furor entre los críticos, pero diría que fue más una cuestión de que no tenía competencia entre los estrenos a que fuera maravillosa. Eso sí, su piloto es un must-see.
En mi caso, las primeras posiciones ya están adjudicadas. Seguro que muchos echarán de menos la última temporada de Louie, que no estará porque mi visionado no marcha a la misma velocidad. Por suerte (y desgracia para los adictos que van al día), en 2013 Louie C.K. hará vacaciones de su propia ficción (?) y habrá tiempo para ponerse al día con ella. El año pasado ya me ocurrió algo parecido, omití una serie porque no la llevaba al día: Enlightened, que estrenará segunda temporada este próximo enero.
Y, para tener menos frentes sin cubrir (que Treme la tengo en el limbo), estoy intentando ponerme al día con Sons of Anarchy y Breaking Bad, aunque Walter White no sea santo de mi devoción. Por lo general, siempre acabo pensando que podría contarme lo mismo con la mitad de tiempo. Y, cuando hay tanta televisión por ver, el tiempo es oro. Incluso en un año donde he sentido menos flechazos que otras temporadas.
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