Si buscamos una serie densa sabemos que tenemos que buscar en HBO, Showtime y AMC. También sabemos que allí tendremos un mayor porcentaje de series buenas. ¿Pero y si buscamos un placer culpable para esta época veraniega, donde no existe nada más refrescante que una serie muy intrascendente? Pues entonces hay que rascar en terrenos más pantanosos del cable estadounidense como, por ejemplo, ABC Family.
Allí se criaron esas fulanas pijas de ‘Pretty Little Liars’ que llevan unos cuantos años obsesionando a los amantes de los misterios chaqueteros y que buscan siempre alguna serie que aproveche su éxito. Esta vez se trata de ‘Twisted’ y tiene una premisa muy similar, ya que gira en torno a la posibilidad que un adolescente sea un sociópata.
Quien sepa algo del canal que la cobija sabrá que, por supuesto, ‘Twisted’ no será una delicia para los intelectuales, ni tampoco jugará a ser psiquiátrica como ‘Hannibal’. Pero cumple una misión todavía más complicada: sirve a la perfección como un placer culpable y hacía tiempo que no me encontraba con ninguno. Lo intenté con ‘Scandal’ y sólo es mala (y peor). Tatiana Maslany es demasiado buena actriz para encasillar la mamarrachada de ‘Orphan Black’ en esta categoría. Y ‘The L.A. Complex’ es buena dentro del género juvenil. Vamos, que no había ninguna que disfrutara y me avergonzara reconocerlo de cara a la galería y ‘Twisted’ de momento es resultona.
Se podría creer que el misterio central es lo que engancha, la muerte de una adolescente y el asesinato que cometió Danny cinco años antes, pero no. Añade una capa de desconfianza en cualquier acto que ocurre y además permite que todos los protagonistas carguen sobre sus hombros un complejo pasado. Y ayuda a la hora de tejer unas relaciones personales algo distintas y entretenidas porque Denny, que mató a su tía y jamás ha contado el porqué, quiere retomar su amistad con Jo y Lacey, sus mejores amigas de infancia.
Que gire alrededor de la amistad resulta más interesante que si lo hiciera alrededor de romances imposibles (que de esos tenemos a docenas). Sus vínculos se ven afectados por los hechos del pasado y las dos amigas, que también se distanciaron durante los años que Denny estuvo en un centro de menores, deben decidir si creen en él o no. ¿Pueden confiar en alguien que reconoce haber matado a una persona pero alega que no es ningún psicópata y que no es el responsable de la muerte de una chica de su clase?
Pero todavía me tiene más enganchado la relación de las madres de Jo y Danny, esta última interpretada por la infumable y operadísima Denise Richards. Ambas tienen que lidiar con las situaciones que se han encontrado y su conflictivo acercamiento (el padre de Jo es el sheriff y sí cree que el joven es culpable) resulta entrañable. Una quiere apoyar a la otra porque no tiene la culpa de que su hijo sea un asesino (lo que la hace una muy buena persona) y la otra siente la necesidad de defender a su retoño aunque no las tenga todas consigo (lo que la convierte en una madre coraje). Vamos, que tenemos un placer muy culpable entre manos.
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