viernes, 6 de diciembre de 2013

'The Tomorrow People' es para niños

Dentro de lo que cabe, ‘The Tomorrow People’ no está mal. Chicos con poderes especiales en la CW podría ser un descalabro. Hasta cuela como serie de casos, mucho mejor que ‘Beauty and the Beast’ donde ningún investigador tiene apariencia de policía y que luce hiper-barata. Sólo con la idea de que la bestia es un tío bueno con cicatrices, queda claro donde está el nivel. Pero creo que la dejaré por una simple razón: su mitología es de todo a cien.

Ya lo comenté en ¡Vaya Tele!: se nota que es el remake de una serie infantil británica y se palpa en su planteamiento. Unos son buenos (tan y tan buenos que ni tan siquiera pueden matar aunque quieran) y cuentan con la ayuda de un ordenador que habla, que podría ser el primo hermano del coche fantástico con la voz de Matthew Crawley (sí, Dan Stevens pone las cuerdas vocales). Los otros son muy malos y no comprenden que los chicos con poderes especiales son un avance en la especie humana, que no hay que erradicarlos. Y, si le sumamos que las relaciones se mueven por el terreno de los tópicos, no hay literalmente nada novedoso en el asunto.

Desde el primer episodio se podía oler la tensión sexual y se veía venir un triángulo amoroso, y el protagonista (cómo no) tiene un padre ausente y está emparentado con el villano de turno. Unas circunstancias que podrían alimentar a la serie si no se notasen tan forzadas y, que si consiguiesen ser orgánicas, probablemente la mitología seguiría impidiendo que la serie fuera a buen puerto. Porque es básica y los guiones tampoco se esfuerzan en ocultarlo y así se cumplen las leyes de previsibilidad. ¿Un ejemplo? Si de repente aparece un secundario y te venden la idea de que siempre ha corrido por allí de fondo, señal que será la víctima o el verdugo del episodio en cuestión. A estas alturas de la televisión, estos recursos deberían dejar de existir o, de utilizarlos, debería hacerse con mucha gracia.

El problema, sin embargo, no tiene nada que ver con Robbie Amell, que tiene más genes para la interpretación que su primo Stephen (que se está tomando demasiado en serio esto de ponerse cachas para ‘Arrow’) y Sarah Clarke nació con cara de madre preocupada y le funciona a la perfección. También hay que defender la transportación especial de los protagonistas, muy bien hecha y que jamás chirría. Pero no es suficiente y mi vida no es infinita. Si diese un salto cualitativo y quemasen trama como si no hubiese un mañana, me replantearía la idea de seguirla. Lástima que no creo que se trate de una de estas series.

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