Decían que ‘The Wire’ había pasado desapercibida durante su emisión en HBO y que por esto era natural que se la reivindicase con tanta asiduidad desde entonces. Es un planteamiento correcto porque nunca está de más recomendar una serie tan compleja y natural como esa, pero hay series que todavía han tenido peor suerte. ‘Big Love’ no despertó pasiones mientras se emitía pero tampoco tenía arduos detractores, y cuando se habla del canal de cable por antonomasia pocos son los que la reivindican. Se habla de Baltimore, se habla de ‘Los Soprano’, de ‘Roma’, de ‘Six Feet Under’ e incluso de ‘Carnivale’. ¿Pero dónde está el amor por ‘Big Love’?
‘Big Love’, en resumidas cuentas, era un drama familiar con una característica que les diferenciaba: los Henrickson eran polígamos. Ellos seguían una variante de la doctrina mormona, que ahora se considera una secta ilegal, y procuraban vivir en la sociedad moderna sin llamar la atención. Tenían tres casas adosadas y de cara a los vecinos eran tres unidades familiares distintas. Por las noches, sin embargo, esas tres mujeres se turnaban el marido y cuidaban los hijos de las otras como si fueran suyos.
Esta premisa tan llamativa corría un riesgo muy claro, que ‘Big Love’ se convirtiese en una oda machista. Al fin y al cabo, Bill Henrickson (Bill Paxton) gobernaba esas unidades familiares y todas ellas procuraban despertar interés en el patriarca. Tampoco ayudaba que siempre quedase la duda de si la primera mujer, educada en la monogamia, había entrado en el trapo por propia voluntad o instigada por la presión de su marido que había vivido un instante de iluminación. Pero curiosamente se convirtió en el drama más femenino del canal.
No solamente tenía a tres mujeres protagonistas, encima eran el corazón de la serie y formaban la principal dinámica. ¿Se os pasa por la cabeza otro drama de HBO donde esto ocurra? Que diría una profesora que tuve en la universidad, el canal es tan falocéntrico como la religión de estas mujeres. Pero por suerte ellas eran demasiado fuertes para que sólo las definiese su amor por un mismo hombre.
Si ‘Big Love’ no se recuerda con asiduidad probablemente es porque fue un drama muy irregular. No todas las tramas funcionaban al mismo nivel, tenía momentos muy desagradables (cuando visitaban esa comuna filo-pederasta e incestuosa) y nunca ayuda que se centrase tanto en los sentimientos de los personajes femeninos. La crítica es machista, es un hecho.
Lo que ‘Big Love’ haría muy bien, en cambio, sería hablar de la fe verdadera, por marciana que fuera la poligamia. Podía no compartir los ideales de los Henrickson (me ponía de los nervios sobre todo porque las mujeres no tenían la opción de formar familias multi-parentales) pero sí podía entender ciertas elecciones de sus protagonistas. Y, como he dicho antes, la dinámica de Barb, Nicki y Margie era impagable. Sus dudas, sus rencillas, las envidias y el difícil amor que se profesaban se intercalaban en cada uno de sus diálogos y pocas veces he visto mejor química que la de Jeanne Tripplehorn, Chloë Sevigny y Ginnifer Goodwin.
Sólo esto hacía que ‘Big Love’ fuese una serie muy notable que a ratos tenía instantes maravillosos y sus personajes merecen ser reivindicados. Recordemos este instante de las tres mujeres en el coche y todas las emociones que transmiten a base de miradas. Esto no te lo hace una serie cualquiera.
4 comentarios:
Dejé hace ya más de 4 años la primera temporada a medias por falta de interés pero siempre he tenido en mente retomarla. Coincido en que lo más interesante de la serie es su trío femenino.
Yo recuerdo cuando me pusiera al día a verla a ritmo USA (creo que en la cuarta temporada) y que al menos por Twitter no había ni cristo comentándola.
Yo no la metería en las grandes, pero si entre las muy buenas. Y que me descubrió a grandes actrices ahora más populares como Chlöe.
Esta entrada es tan, tan bonita, que se me han saltado las lágrimas. Y leerla al ritmo de la música del vídeo... maravillosa.
Óscar, la temporada final debe remediar los errores de la cuarta y es un tanto precipitada, pero también es una bonita forma de cerrar la serie.
Mobius, yo la vi a destiempo hasta la última temporada, creo. O quizá la cuarta ya la vi al ritmo americano. Sea como sea, éramos pocos los que la veíamos.
Laura, esto SÍ que es un piropo. :)
Publicar un comentario