Cuando Lena Dunham llegó a la televisión y se la etiquetó como “la voz de una generación”, saltaron las alarmas. No representaban a las negras, tampoco a las no-universitarias, no hablaba de las chicas que preferían vivir en una zona rural y tampoco representaba a las mujeres que creían en el poder del trabajo por encima del de quejarse. Pero sí representaba un modelo de mujer actual, el de las post-universitarias que jamás pensaron que su futuro prometedor no se les entregaría con una bandeja de plata y que dan una importancia extrema al postureo. Y Lena Dunham no es la única.
Sólo hace falta ver, por ejemplo, ‘Frances Ha’. ¿Casualidad que cohabiten ‘Girls’ y esta película en el espacio tiempo? No. Existe una generación que trasciende las fronteras americanas y que sigue un mismo patrón, por más que precisamente las dos obras se enmarquen en Nueva York (porque no existe ciudad más cosmopolita que esta). En este caso, Frances era una bailarina que se negaba a buscar un empleo bien remunerado porque sería rebajarse, porque sería renunciar a su sueño (por más que ese sueño la llevase a instalarse en el sofá de los demás). Y no creáis que las juzgo, como tampoco lo suelo hacer con Hannah Horvath. Simplemente es un modelo de mujer que existe.
‘Girls’ y ‘Frances Ha’ podrían ambientarse en Barcelona y las dos obras funcionarían igual. Se irían de copas por el Raval, irían a los cines Verdi a ver ‘Her’ o la última de Wes Anderson, y se negarían a vivir en el Eixample pudiendo estar en Gràcia o en el Districte Vell. Marnie seguiría intentando ser galerista, Shosh estudiaría en la Pompeu Fabra (la pública que tiene fama de privada) o ESADE (la privada que es muy privada), Jessa viviría del cuento (y para hacer esto puedes estar en NYC, Barcelona o Singapur) y Hannah haría lo que hace, que es buscar excusas para dejar trabajos decentes y así poder hacer nada.
Detrás de ‘Frances Ha’, además, también había una mujer de carácter. La película fue escrita por el director Noah Baumbach y por su actriz protagonista, Greta Gerwig, que tenía que estar delante y detrás de las cámaras de ‘How I met your dad’, el proyecto parecido a ‘Cómo conocí a vuestra madre’ que parece que al final no verá la luz. Y es una suerte, la verdad. Había algo interesante en ver su voz encajar en la televisión generalista, pero también sería una lástima cortarle las alas, que es lo que hubiera pasado.
Ya me imagino antes de tiempo las críticas a la serie por no ser como su antecesora y las críticas hacia ella por traicionar el espíritu indie que lleva dentro. Prefiero verla en otra película y, si tiene que escribir una serie, que sea en HBO, Netflix, Amazon o hasta FX, que entienden la comedia como algo más relativo. Y ‘Frances Ha’, por cierto, estaba francamente bien. Si la hubiese visto cuando todavía estaba en la universidad, probablemente me hubiera fascinado.
Y, teniendo ‘Girls’ en televisión, no necesito ‘Broad City’. La comedia escrita y protagonizada por Ilana Glazer y Abbi Jacobson se supone que es más irreverente y también mucho más cómica, en la línea de ‘Portlandia’. No son tan post-universitarias como parodias del postureo cosmopolita y últimamente están ganando tracción por las redes sociales. Pero Lena Dunham y ‘Girls’ ya me funcionan demasiado bien como comedia, drama, parodia, ejercicio de autoconciencia y reflexión y, por lo tanto, ‘Broad City’ simplemente me resulta intrascendente.
Pero confirma otra vez que sí, que hay una generación de mujeres muy concreta y hay unas cuantas mujeres que ejercen de voz de ellas. Dunham, Gerwig, Glazer y Jacobson, y las que están por llegar. Y el subgénero, que conste, me encanta.
Sólo hace falta ver, por ejemplo, ‘Frances Ha’. ¿Casualidad que cohabiten ‘Girls’ y esta película en el espacio tiempo? No. Existe una generación que trasciende las fronteras americanas y que sigue un mismo patrón, por más que precisamente las dos obras se enmarquen en Nueva York (porque no existe ciudad más cosmopolita que esta). En este caso, Frances era una bailarina que se negaba a buscar un empleo bien remunerado porque sería rebajarse, porque sería renunciar a su sueño (por más que ese sueño la llevase a instalarse en el sofá de los demás). Y no creáis que las juzgo, como tampoco lo suelo hacer con Hannah Horvath. Simplemente es un modelo de mujer que existe.
‘Girls’ y ‘Frances Ha’ podrían ambientarse en Barcelona y las dos obras funcionarían igual. Se irían de copas por el Raval, irían a los cines Verdi a ver ‘Her’ o la última de Wes Anderson, y se negarían a vivir en el Eixample pudiendo estar en Gràcia o en el Districte Vell. Marnie seguiría intentando ser galerista, Shosh estudiaría en la Pompeu Fabra (la pública que tiene fama de privada) o ESADE (la privada que es muy privada), Jessa viviría del cuento (y para hacer esto puedes estar en NYC, Barcelona o Singapur) y Hannah haría lo que hace, que es buscar excusas para dejar trabajos decentes y así poder hacer nada.
Detrás de ‘Frances Ha’, además, también había una mujer de carácter. La película fue escrita por el director Noah Baumbach y por su actriz protagonista, Greta Gerwig, que tenía que estar delante y detrás de las cámaras de ‘How I met your dad’, el proyecto parecido a ‘Cómo conocí a vuestra madre’ que parece que al final no verá la luz. Y es una suerte, la verdad. Había algo interesante en ver su voz encajar en la televisión generalista, pero también sería una lástima cortarle las alas, que es lo que hubiera pasado.
Ya me imagino antes de tiempo las críticas a la serie por no ser como su antecesora y las críticas hacia ella por traicionar el espíritu indie que lleva dentro. Prefiero verla en otra película y, si tiene que escribir una serie, que sea en HBO, Netflix, Amazon o hasta FX, que entienden la comedia como algo más relativo. Y ‘Frances Ha’, por cierto, estaba francamente bien. Si la hubiese visto cuando todavía estaba en la universidad, probablemente me hubiera fascinado.
Y, teniendo ‘Girls’ en televisión, no necesito ‘Broad City’. La comedia escrita y protagonizada por Ilana Glazer y Abbi Jacobson se supone que es más irreverente y también mucho más cómica, en la línea de ‘Portlandia’. No son tan post-universitarias como parodias del postureo cosmopolita y últimamente están ganando tracción por las redes sociales. Pero Lena Dunham y ‘Girls’ ya me funcionan demasiado bien como comedia, drama, parodia, ejercicio de autoconciencia y reflexión y, por lo tanto, ‘Broad City’ simplemente me resulta intrascendente.
Pero confirma otra vez que sí, que hay una generación de mujeres muy concreta y hay unas cuantas mujeres que ejercen de voz de ellas. Dunham, Gerwig, Glazer y Jacobson, y las que están por llegar. Y el subgénero, que conste, me encanta.
3 comentarios:
Me encanto Frances Ha, con una mirada mucho mas amable que girls hacia su protagonista. Conozco a gente que encajaria como un personaje de esas ficciones sin problema, y no diria que sean mala gente, de hecho les tengo cariño a mas de un@, y Lenna es muy dura en ese sentido, nos muestra mas las sombras que las luces, casi inexistentes en los personajes de girls. Frances Ha es mucho mas generosa en eso.
Sí, 'Frances Ha' es más simpática pero en esencia es un modelo de mujer parecido. Dos formas de contar lo mismo y las dos igual de válidas.
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