domingo, 15 de junio de 2014

El presupuesto no es un obstáculo

El mundo del midseason es bastante complicado. Las cadenas nos hacen creer que tienen propuestas interesantes y, cuando les echamos un vistazo, sabemos que no apuestan por ellas y que simplemente están quemando esa inversión. Esto se nota o bien por la calidad de la serie, que se nota que es fallida, o por la forma de programarla. Por ejemplo, a ‘Star-Crossed’ le reservaron un hueco horrible en la CW y el piloto no terminaba de funcionar. Pero también hay alguna ficción que se vende bien, que les interesa que tenga éxito. Este sería el caso de ‘The 100’.

Basada en una novela para jóvenes adultos, era otra propuesta de ciencia ficción para el canal juvenil. Como a la CW le costaba mucho encontrar su público con culebrones para chicas adolescentes, cambió el rumbo y no le está yendo mal la operación, dedicando casi toda su programación original a las series de género, ya sea ciencia ficción (‘The 100’), el terror (‘Supernatural’), las adaptaciones de superhéroes (‘Arrow’, ‘The Flash’) y melodramas sobrenaturales (‘The Vampire Diaries’, ‘The Originals’). Y a ‘The 100’ le reservaron un hueco más atractivo en la programación, por más que su presupuesto no fuera nada del otro mundo.

Este probablemente es el elemento que más destacó en un primer instante. La humanidad vive en el espacio, los recursos menguan y por esto cualquier delito comporta la pena capital, a menos que seas un menor. Por esto, porque no pueden malgastar recursos, mandan a los delincuentes jóvenes a la Tierra en una misión suicida. Creen que es inhabitable pero no tienen nada que perder. Así pasamos a tener dos series: por un lado los adolescentes revolucionados en el planeta protagonizando su particular ‘El señor de las moscas’ y los adultos en la base espacial sin saber qué les ha pasado y planificando cómo hacer perdurar la especie humana. Y este planteamiento tan ambicioso requería un presupuesto que ‘The 100’ no tiene.

Esto, curiosamente, no ha sido un impedimento gracias al buen olfato de los guionistas. No es ninguna obra perfecta ni mucho menos, pero se percibe su convicción, que creen en su obra. Nos quieren colar los bosques canadienses como bosques post-apocalípticos, y hay cuatro decorados pero los guiones son efectivos. No da la impresión que eviten llevar las tramas hasta ciertos extremos por falta de presupuesto. Es más bien lo contrario. ¿Quieren hacer estallar parte de la estación? ¿Quieren que imaginemos que esos bosques realmente son letales? Lo escriben y, si no se lo pueden permitir, pues hacen que lo imaginemos.

Los personajes tienen un trato parecido. Tienen unos actores más o menos solventes (en ningún caso sobresalientes) pero todos cumplen su cometido, sabemos en qué punto están y la serie entiende que debe haber héroes y villanos. La protagonista, esa médico y líder a la fuerza llamada Clarke, resulta creíble y es un buen ancla a la hora de entender las decisiones que hay que tomar con tal de sobrevivir, y Eliza Taylor aguanta el tipo. Y, si bien hay líos románticos y etcétera, no los alargan demasiado. La trama siempre sigue, siempre hay nuevos obstáculos y el equilibrio entre la Tierra y el satélite se consigue bastante bien, algo de lo que no todas las series con dos ambientes pueden presumir.

Es por esto, porque es efectiva, se toma en serio el argumento y entiende sus limitaciones, que ‘The 100’ ha sido una grata sorpresa. La CW tiene otra obra de género en su programación y así ya gana de goleada al canal SyFy, que de momento está dejando que desear pero tiene unas cuantas propuestas interesantes para los próximos meses.

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