Louis C.K. es un tipo vulgar pero muy inteligente que sabe entender la naturaleza del ser humano. Su humor a ratos puede ser un tanto obsceno, sobre todo cuando hace monólogos sobre la masturbación, pero tiene un toque antropológico. Como ya comentó Alberto Rey en su blog, probablemente el diálogo sobre las mujeres gordas es uno de los momentos más inspirados de este año.
El protagonista de ‘Louie’, una versión alterada del propio C.K, le decía a su cita que no estaba gorda y ella se ofendía. Con esa negación básicamente le daba a entender que efectivamente para él era un problema que ella fuera obesa y que tenía prejuicios. El alegato sobre lo que significa ser una mujer obesa que hizo ella, una Sarah Baker fantástica, fue tierno, crudo y sonó verosímil, y esta semana no pude evitar recordarlo al leer algo sobre una obra fantástica. Decían que ‘The Wire’ no era lento. ¡Menuda tontería!
Los primeros episodios de David Simon son un peaje descomunal. El guionista no opta en ningún momento por ponerle las cosas fáciles al espectador: todos los delincuentes tienen apodos, nombres reales y la policía ni se pone de acuerdo en quién es quién. Y, como Simon tiene una aproximación a la ficción muy realista, opta por un ritmo pausado, diálogos que reposan entre silencios y un sentido dramático que no viene marcado por los giros. Es una serie lenta, sí, y no pasa absolutamente nada.
Cuando alguien produce una ficción lenta, normalmente no espera tener un público masivo porque no es del gusto de todos los paladares. Series como ‘Juego de Tronos’ y ‘The Walking Dead’ retan esta norma aunque también contienen muchas trampas para satisfacer aquellos que no son fans de semejante ritmo. Pero la lentitud ni es buena por defecto (por más que algunos esnobs crean que sí) ni mala. Es una opción a la hora de contar una historia y también un reto por parte de los guionistas: es más fácil aburrir con una ficción lenta que otra más ligera. Y ‘The Wire’ era lenta de cojones pero no era en ningún caso aburrida, por lo menos una vez entrabas en ese submundo de Baltimore y pasaba a ser un vehículo tan estimulante.
Estos prejuicios son los que nos llevan a decir cosas como “es algo más que una serie de casos” al referirnos a ‘The Good Wife’. ¿Es cierto? Sí. ¿Pero hay igualmente casos en todos los episodios? También. ¿Y los casos hacen que una serie sea menos buena? Ni en broma. Puede que obliguen a plantearnos hasta qué punto queremos ver un esquema repetirse una y otra vez, puede que muchas se estanquen en las formas y resulten formulaicas pero también hay gratas sorpresas. ‘The Closer’ ofrecía unos contrastes entre drama y comedia que eran la sal de la vida en sus primeras temporadas, ‘The Good Wife’ es la mejor serie en antena y ‘Medium’ era inquietante, achuchable y original en cada episodio.
Y luego tenemos el enésimo prejuicio, uno que viene heredado de fuera de la televisión. ¿Por qué he tenido que leer que ‘Orange is the new black’ no es una serie para mujeres? ¡Y tanto que lo es! Es una serie con mujeres protagonistas, con una creadora femenina que escribe con una óptica muy femenina. Por favor, ¡si el corazón de la serie en la primera temporada es el triángulo amoroso! Que tenga que distanciarse de la etiqueta de series de/para mujeres para ganarse simpatías es simplemente vergonzoso, demuestra hasta qué punto algunos espectadores tienen unos prejuicios muy consolidados. Que yo sepa, ‘Breaking Bad’ era esencialmente masculina y nadie sintió la necesidad de excusarla.
Basta de pedir perdón y dar excusas (que no matices) por una condición que no es intrínsecamente negativa, que simplemente es. La buena televisión es buena televisión y lo es independientemente de las etiquetas. Por suerte para todos, puede haber muchas formas, estilos y perspectivas y todas ellas pueden ser válidas si se ejecutan bien.
El protagonista de ‘Louie’, una versión alterada del propio C.K, le decía a su cita que no estaba gorda y ella se ofendía. Con esa negación básicamente le daba a entender que efectivamente para él era un problema que ella fuera obesa y que tenía prejuicios. El alegato sobre lo que significa ser una mujer obesa que hizo ella, una Sarah Baker fantástica, fue tierno, crudo y sonó verosímil, y esta semana no pude evitar recordarlo al leer algo sobre una obra fantástica. Decían que ‘The Wire’ no era lento. ¡Menuda tontería!
Los primeros episodios de David Simon son un peaje descomunal. El guionista no opta en ningún momento por ponerle las cosas fáciles al espectador: todos los delincuentes tienen apodos, nombres reales y la policía ni se pone de acuerdo en quién es quién. Y, como Simon tiene una aproximación a la ficción muy realista, opta por un ritmo pausado, diálogos que reposan entre silencios y un sentido dramático que no viene marcado por los giros. Es una serie lenta, sí, y no pasa absolutamente nada.
Cuando alguien produce una ficción lenta, normalmente no espera tener un público masivo porque no es del gusto de todos los paladares. Series como ‘Juego de Tronos’ y ‘The Walking Dead’ retan esta norma aunque también contienen muchas trampas para satisfacer aquellos que no son fans de semejante ritmo. Pero la lentitud ni es buena por defecto (por más que algunos esnobs crean que sí) ni mala. Es una opción a la hora de contar una historia y también un reto por parte de los guionistas: es más fácil aburrir con una ficción lenta que otra más ligera. Y ‘The Wire’ era lenta de cojones pero no era en ningún caso aburrida, por lo menos una vez entrabas en ese submundo de Baltimore y pasaba a ser un vehículo tan estimulante.
Estos prejuicios son los que nos llevan a decir cosas como “es algo más que una serie de casos” al referirnos a ‘The Good Wife’. ¿Es cierto? Sí. ¿Pero hay igualmente casos en todos los episodios? También. ¿Y los casos hacen que una serie sea menos buena? Ni en broma. Puede que obliguen a plantearnos hasta qué punto queremos ver un esquema repetirse una y otra vez, puede que muchas se estanquen en las formas y resulten formulaicas pero también hay gratas sorpresas. ‘The Closer’ ofrecía unos contrastes entre drama y comedia que eran la sal de la vida en sus primeras temporadas, ‘The Good Wife’ es la mejor serie en antena y ‘Medium’ era inquietante, achuchable y original en cada episodio.
Y luego tenemos el enésimo prejuicio, uno que viene heredado de fuera de la televisión. ¿Por qué he tenido que leer que ‘Orange is the new black’ no es una serie para mujeres? ¡Y tanto que lo es! Es una serie con mujeres protagonistas, con una creadora femenina que escribe con una óptica muy femenina. Por favor, ¡si el corazón de la serie en la primera temporada es el triángulo amoroso! Que tenga que distanciarse de la etiqueta de series de/para mujeres para ganarse simpatías es simplemente vergonzoso, demuestra hasta qué punto algunos espectadores tienen unos prejuicios muy consolidados. Que yo sepa, ‘Breaking Bad’ era esencialmente masculina y nadie sintió la necesidad de excusarla.
Basta de pedir perdón y dar excusas (que no matices) por una condición que no es intrínsecamente negativa, que simplemente es. La buena televisión es buena televisión y lo es independientemente de las etiquetas. Por suerte para todos, puede haber muchas formas, estilos y perspectivas y todas ellas pueden ser válidas si se ejecutan bien.
P.D.Podcast: La periodicidad del podcast cada vez será más irregular, que cuando empieza el calor toca tomarse las cosas con tranquilidad. Aquí está el último programa de 'Yo disparé a J.R.' y el menú es el siguiente:
- 0': Introducció.
- 4': 'Undateable' y 'Jennifer Falls'.
- 13': 'Crossbones', una serie de piratas.
- 22': 'The Normal Heart', la película para HBO de Ryan Murphy.
- 39': El final de la quinta temporada de 'Modern Family'.
- 48': La despedida temporal de 'Mad Men' con spoilers.
- 0': Introducció.
- 4': 'Undateable' y 'Jennifer Falls'.
- 13': 'Crossbones', una serie de piratas.
- 22': 'The Normal Heart', la película para HBO de Ryan Murphy.
- 39': El final de la quinta temporada de 'Modern Family'.
- 48': La despedida temporal de 'Mad Men' con spoilers.
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