martes, 19 de agosto de 2014

El carisma de Jessica Fletcher

El maratón de ‘Los misterios de Laura’ que me pegué hace unas semanas- incluyendo el libro de ‘Laura y el misterio de la Isla de las Gaviotas’ que es como un episodio novelado escrito por los mismos Javier Holgado y Carlos Vila- me dejó con ganas de participar en más casos. Es lo que echaba de menos en la televisión, tener un papel más activo durante la investigación, algo que Jessica Fletcher me dejaba hacer. ¿Así que por qué no empezar directamente ‘Se ha escrito un crimen’?

No es como si no conociera las andanzas de la escritora de Cabbot Cove. Hasta recordaba el episodio piloto lo justo como para saber de antemano quien sería el autor del crimen, equis años después de haberlo visto. Es la grandeza de las reposiciones, que tanto pude verlo en TVE, en TV3 o más recientemente en 8tv, y probablemente todas las veces me quedé atrapado en el sofá. Es una serie muy ligera, muy patillera (Jessica Fletcher no comparte todas las sospechas) pero también es muy icónica.

En el episodio muere un hombre durante una fiesta de disfraces que curiosamente iba de Sherlock Holmes. Si esto no es una declaración de intenciones, ¿qué es? Pero el larguísimo episodio de noventa minutos, donde el primer sospechoso es el sobrino de Jessica (el responsable de que su primera novela fuese publicada), demuestra la clase de ficción que ‘Se ha escrito un crimen’ será. Hay unos minutos de presentación, hay un asesinato y luego seguimos la investigación de Jessica, de la que siempre nos faltan datos. A veces se intuye mejor quien es el asesino por las argucias de guión para que le descartemos que por las pistas que han sembrado (y que no se entienden del todo hasta el desenlace).

Pero lo más interesante de redescubrir los inicios de la escritora es presenciar la creación de este mito de la televisión. Angela Lansbury había tenido una carrera cinematográfica decente sin llegar a ser una estrella, pero tenía las tablas suficientes para sostener una serie. Consigue vender ese carisma de Jessica, una mujer que siempre está dispuesta a ayudar al prójimo pero que también tiene una tendencia natural a meterse donde no la llaman. La facilidad con la que recibe todas las informaciones de la policía es pasmosa, como también la necesidad de todos los sospechosos de darle explicaciones y hablar ante su presencia.

Estas situaciones poco verosímiles para aquellos que hemos visto las ficciones posteriores, basadas en tecnicismos y donde los equipos de investigación cumplen las normativas al pie de la letra, son lo que permiten que ‘Se ha escrito un crimen’ sea un vehículo nostálgico maravilloso. Por ejemplo, me fascina su falsa modestia. Esta mujer, que supuestamente escribió un libro para que no lo leyese nadie y que se comporta como si fuera la autora de una guía de instrucciones, aceptaría encantada una invitación a la luna si la NASA se la ofreciese.

Ella también tiene el don de colarse en oficinas, remover todos los papeles y que no la veamos como una criminal porque es una menopáusica entrañable y hospitalaria. ¿Y qué me decís de su pelo de abuela estándar, que ni tan siquiera se le humedece cuando va a correr cada día por las calles de Cabbot Cove mientras saluda futuros asesinos? Eso sí es talento y no su capacidad por resolver crímenes.

Si yo tendiese una trampa a mi principal sospechoso de asesinato que consistiese en provocarle para que entrase a mi casa a robarme y/o matarme, no sólo significaría que me habría vuelto loco: probablemente estaría hecho un manojo de nervios con la frente empapada y abanicándome bien sofocado. Pero ella espera allí, paciente y sin despeinarse, y asumiendo que el asesino no querrá matarla al final porque ya lo ha atrapado. Al fin y al cabo, ¿por qué querría alguien matarla simplemente porque le ha estropeado los planes? Por el amor de Dios, ¡que es Jessica Fletcher!

Son estas cositas, junto con la absurda tasa de mortalidad y de crímenes violentos de Cabbot Cove, que me llevan a revisionar ‘Se ha escrito un crimen’. Es un simple y ligero entretenimiento que me recuerda esos tiempos en los que veía televisión únicamente para pasar el rato. Bueno, y también me recuerda a mi abuela, que en paz descanse, que tanto se parecía a Jessica Lansbury. Ella no iba por la vida atrapando asesinos ni salía a correr por las mañanas, pero tenía el mismo don de recibir a todo el mundo con una sonrisa y hacerles sentir a gusto con ese mismo peinado.

1 comentario:

Unknown dijo...

Esta pelicula te deja pensando de todo un poco, es excelente porque deja un mensaje. Algo cruda pero es parte de la trama, de hecho la recomiendo porque es una de mis favoritas en estos tiempos. Mi Villano Favorito pelicula gratis gracias por compartir esta breve sinopsis.