Se utiliza el adjetivo ‘pretencioso’ para referirse a aquellas series que se imponen objetivos elevados y no los cumplen, o que apestan a superioridad moral. Pero otra cosa es que toda serie de televisión tenga pretensiones: algunas tienen retos más artísticos, otras exponen un discurso del autor y otras simplemente quieren entretener. No podemos juzgar con el mismo listón ‘Rectify’ y ‘Devious Maids’ porque evidentemente pertenecen a universos tan distintos como presumen que es su público.
Con esto no quiero decir que tengamos que dejar de calificar una serie como pretenciosa, que me gusta demasiado sobre todo para referirme a cualquier guión de Aaron Sorkin, a ‘House of Cards’ o no hay mejor palabra para describir el piloto de ‘The Leftovers’, pero este relativismo también contrae otra discusión. ¿Hasta qué punto la auto-conciencia lo excusa absolutamente todo?
‘Pretty Little Liars’ no quiere ser Shakespeare pero esto no quita que hay demasiadas cosas que no funcionan como para pasárselas por alto. No van por aquí los tiros, ni tan siquiera por series ligeras como ‘Chasing Life’, que quiere ser un pasatiempo para pequeñas señoras. Lo que resulta complicado es juzgar obras como ‘The Strain’ y ‘Matador’, que se imponen metas absurdas y parecen hacerlo desde la inteligencia del que podría dar más de sí.
De ‘The Strain’ ya hablé. Es la serie producida por Guillermo del Toro que quiere homenajear la serie B. Esta es su intención o podríamos asesinarles por meter secundarios como el latino pandillero (que supuestamente deberá luchar contra los estereotipos) y el músico gótico al que deberíamos quemarle la peluca. Y ‘Matador’ es la serie que encargó El Rey, el canal que lanzó Robert Rodríguez, y que tiene en Roberto Orci uno de sus creadores.
También son bastante obvios a la hora de plantear el concepto de la serie. Es un producto para hombres: tiene fútbol, tiene mujeres y algo de violencia. Ellas, como he dicho en una crítica en ¡Vaya Tele!, me recuerdan a las actrices pseudo-porno de ‘Acapulco HEAT’ y es bastante ridículo todo el argumento. Un agente de la CIA que debe infiltrarse en un equipo de fútbol profesional y que se las liga a todas con su mirada de corderito degollado. ¿De verdad esta puede ser la premisa de una serie?
Es muy consciente que quiere ser una serie veraniega, un pasatiempo bastante estúpido y tópico. Hasta podría argumentarse que tiene un toque casi paródico por como aborda algunas escenas porque es imposible que Orci tenga tan mal gusto, que crea que esto es una buena serie. Y, si bien podría buscar paralelismos entre estas series, una la recomendaría y la otra no, por más que ambas se queden cortas.
A ‘Matador’ le falta violencia (algo que prometía su primera escena) y también escenas sexuales más explícitas y a ‘The Strain’ le faltan momentos gore, pero me quedo con esta última. Entretiene y no te hace sentir como si te faltase un hervor, algo que sí ocurre con el futbolista, por lo menos de momento. Pero las dos series obligan a plantearse hasta qué punto la gente que está detrás de los proyectos no debería haber hecho algo más decente, algo que tenga la intención de ser buena sin “peros”.
¿Por qué tienen pretensiones más elevadas? Orci tiene excusa (¿en cuántas cosas que se emiten ha metido la mano?) pero del Toro, que no se prodiga mucho por el medio, ya podría haberse lucido más. Primero una buena serie, luego a divertirse.
Con esto no quiero decir que tengamos que dejar de calificar una serie como pretenciosa, que me gusta demasiado sobre todo para referirme a cualquier guión de Aaron Sorkin, a ‘House of Cards’ o no hay mejor palabra para describir el piloto de ‘The Leftovers’, pero este relativismo también contrae otra discusión. ¿Hasta qué punto la auto-conciencia lo excusa absolutamente todo?
‘Pretty Little Liars’ no quiere ser Shakespeare pero esto no quita que hay demasiadas cosas que no funcionan como para pasárselas por alto. No van por aquí los tiros, ni tan siquiera por series ligeras como ‘Chasing Life’, que quiere ser un pasatiempo para pequeñas señoras. Lo que resulta complicado es juzgar obras como ‘The Strain’ y ‘Matador’, que se imponen metas absurdas y parecen hacerlo desde la inteligencia del que podría dar más de sí.
De ‘The Strain’ ya hablé. Es la serie producida por Guillermo del Toro que quiere homenajear la serie B. Esta es su intención o podríamos asesinarles por meter secundarios como el latino pandillero (que supuestamente deberá luchar contra los estereotipos) y el músico gótico al que deberíamos quemarle la peluca. Y ‘Matador’ es la serie que encargó El Rey, el canal que lanzó Robert Rodríguez, y que tiene en Roberto Orci uno de sus creadores.
También son bastante obvios a la hora de plantear el concepto de la serie. Es un producto para hombres: tiene fútbol, tiene mujeres y algo de violencia. Ellas, como he dicho en una crítica en ¡Vaya Tele!, me recuerdan a las actrices pseudo-porno de ‘Acapulco HEAT’ y es bastante ridículo todo el argumento. Un agente de la CIA que debe infiltrarse en un equipo de fútbol profesional y que se las liga a todas con su mirada de corderito degollado. ¿De verdad esta puede ser la premisa de una serie?
Es muy consciente que quiere ser una serie veraniega, un pasatiempo bastante estúpido y tópico. Hasta podría argumentarse que tiene un toque casi paródico por como aborda algunas escenas porque es imposible que Orci tenga tan mal gusto, que crea que esto es una buena serie. Y, si bien podría buscar paralelismos entre estas series, una la recomendaría y la otra no, por más que ambas se queden cortas.
A ‘Matador’ le falta violencia (algo que prometía su primera escena) y también escenas sexuales más explícitas y a ‘The Strain’ le faltan momentos gore, pero me quedo con esta última. Entretiene y no te hace sentir como si te faltase un hervor, algo que sí ocurre con el futbolista, por lo menos de momento. Pero las dos series obligan a plantearse hasta qué punto la gente que está detrás de los proyectos no debería haber hecho algo más decente, algo que tenga la intención de ser buena sin “peros”.
¿Por qué tienen pretensiones más elevadas? Orci tiene excusa (¿en cuántas cosas que se emiten ha metido la mano?) pero del Toro, que no se prodiga mucho por el medio, ya podría haberse lucido más. Primero una buena serie, luego a divertirse.
2 comentarios:
Tienes razón en lo que dices de las series, pero respecto a la palabra pretencioso creo que te equivocas. Nunca he oído que se use como tú dices. De hecho y según el diccionario, significa "Presuntuoso, que pretende ser más de lo que es".
¿Por qué iba a querer alguien que las series sean más pretenciosas? ¿No sería mejor que fuesen, por ejemplo, más ambiciosas? ¿O es que era una ironía?
Toda la razón del mundo. He actualizado el texto para que tenga más sentido. ¡Gracias!
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