Todavía recuerdo los sueldos de ‘Friends’, esos actores que formaron el club del millón de dólares. Había habido otros casos de estrellas rutilantes de la televisión pero lo raro fue que hubiesen tantas personas (¡seis!) que cobrasen una cantidad tan jugosa por cada episodio y que encima hubiesen negociado en grupo. Desde entonces la televisión ha cambiado, el consumo se ha fragmentado y costaba creer que se pudiese llegar a una situación similar. Hasta que llegaron Kaley Cuoco, Jim Parsons y Johnny Galecki, claro.
Ellos son los únicos que podían adquirir este estatus y tiene sentido. ‘The Big Bang Theory’ es la comedia con el público más atractivo para los anunciantes (‘The Walking Dead’ le disputa el trono) y es una fábrica de dinero para los productores. ¿Pero igualmente cómo se puede justificar este desembolso, si tenemos en cuenta que los actores que interpretan a Raj y Howard pasarán a cobrar 750.000 dólares? Por lo que paga la CBS por los episodios, el dinero que generan vendiendo las reposiciones al canal TBS (son líderes de audiencia en el cable) y las ventas internacionales. Mueven mucho dinero y las cifras que se manejan en EE.UU. son astronómicas.
La receta del éxito, además, es curiosa. ¿Cuánta gente hay que critica las series de Chuck Lorre como ‘Mom’ y ‘Dos hombres y medio’ y luego se ríe a carcajadas con esta? Pues porque ‘The Big Bang Theory’ entiende bien al público joven y no renuncia al resto. Podría ser ‘Community’ en el sentido que podría tener referencias físicas sólo para doctorados y en cambio aplica anécdotas científicas y de la cultura geek a un humor bastante básico. Puedes no tener ni idea de nada y reírte de todo, aunque no conozcas las anécdotas de Newton, quien es Thor, ni identifiques el traje espacial de la ‘Battlestar Galactica’ original.
Estas referencias resultan atractivas al público joven, al público nerd y también al gran público, que puede apreciar un esquema tan clásico de las sitcoms. Es como ‘Friends’, con los apartamentos de frente, pero no tiene el factor evento que tuvo esa. Sí, la gente la ve en directo porque se ríe pero no creo que haya conseguido el mismo furor mediático: los peinados de Rachel y los cliffhangers de ‘Friends’ eran de esos que te quitaban el aliento (o así lo vivíamos en mi casa).
Y no, yo no soy de los grandes defensores de ‘The Big Bang Theory’, ni de esos que llevan años riéndose de la superioridad intelectual de Sheldon. Como me suele ocurrir con las sitcoms con estas características, la repetición pasa a cansarme y tengo la impresión que veo las mismas bromas una y otra vez (por algo dejé ‘2 Broke Girls’ y ‘Mom’, a pesar de gustarme en sus arranques y apreciar los repartos). Pero ahora le daré otra oportunidad, por eso de subirme al carro de lo que está de moda. Si veo ‘Scandal’, puedo ver ‘The Big Bang Theory’, sobre todo ahora que he descubierto que mi mayor problema con los físicos era el doblaje.
Ellos son los únicos que podían adquirir este estatus y tiene sentido. ‘The Big Bang Theory’ es la comedia con el público más atractivo para los anunciantes (‘The Walking Dead’ le disputa el trono) y es una fábrica de dinero para los productores. ¿Pero igualmente cómo se puede justificar este desembolso, si tenemos en cuenta que los actores que interpretan a Raj y Howard pasarán a cobrar 750.000 dólares? Por lo que paga la CBS por los episodios, el dinero que generan vendiendo las reposiciones al canal TBS (son líderes de audiencia en el cable) y las ventas internacionales. Mueven mucho dinero y las cifras que se manejan en EE.UU. son astronómicas.
La receta del éxito, además, es curiosa. ¿Cuánta gente hay que critica las series de Chuck Lorre como ‘Mom’ y ‘Dos hombres y medio’ y luego se ríe a carcajadas con esta? Pues porque ‘The Big Bang Theory’ entiende bien al público joven y no renuncia al resto. Podría ser ‘Community’ en el sentido que podría tener referencias físicas sólo para doctorados y en cambio aplica anécdotas científicas y de la cultura geek a un humor bastante básico. Puedes no tener ni idea de nada y reírte de todo, aunque no conozcas las anécdotas de Newton, quien es Thor, ni identifiques el traje espacial de la ‘Battlestar Galactica’ original.
Estas referencias resultan atractivas al público joven, al público nerd y también al gran público, que puede apreciar un esquema tan clásico de las sitcoms. Es como ‘Friends’, con los apartamentos de frente, pero no tiene el factor evento que tuvo esa. Sí, la gente la ve en directo porque se ríe pero no creo que haya conseguido el mismo furor mediático: los peinados de Rachel y los cliffhangers de ‘Friends’ eran de esos que te quitaban el aliento (o así lo vivíamos en mi casa).
Y no, yo no soy de los grandes defensores de ‘The Big Bang Theory’, ni de esos que llevan años riéndose de la superioridad intelectual de Sheldon. Como me suele ocurrir con las sitcoms con estas características, la repetición pasa a cansarme y tengo la impresión que veo las mismas bromas una y otra vez (por algo dejé ‘2 Broke Girls’ y ‘Mom’, a pesar de gustarme en sus arranques y apreciar los repartos). Pero ahora le daré otra oportunidad, por eso de subirme al carro de lo que está de moda. Si veo ‘Scandal’, puedo ver ‘The Big Bang Theory’, sobre todo ahora que he descubierto que mi mayor problema con los físicos era el doblaje.
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