¿Os acordáis cuando en invierno nos rasgábamos las vestiduras porque no había novedades interesantes? ¿O esas series que apuntaban alto y se estrellaron? Pues el verano ha sido el revulsivo perfecto. Sin esperar nada de ninguna propuesta, más que nada porque estoy curtido y me cuesta ilusionarme, ha habido unas cuantas novedades que han sobrepasado las expectativas.
‘The Knick’, por ejemplo, podía ser la enésima obra que llevase la etiqueta de “serie de calidad” pero sin entusiasmar entre el público. Una de esas series que acostumbra a hacer HBO y que gustan más en la teoría que en la práctica (‘Boardwalk Empire’ y ‘Luck’, os miro a vosotras). Pero este proyecto que destinaron a Cinemax, el otro canal del conglomerado, funciona a otro nivel. Es una inmersión absoluta a la medicina del año 1900, en concreto en Nueva York, y Steven Soderbergh hace un buen trabajo plasmando ese universo.
No, de momento no es ‘Anatomía de Grey’. Tampoco lo será nunca, supongo. Su aproximación tiene más de documental, de contarnos otra era con otra filosofía de medicina (las cirugías eran prácticamente experimentos y una fiebre podía significar la muerte), pero es fascinante de ver. La música de Cliff Martinez, bien contemporánea, nos obliga a juzgar a todos los personajes y les desnuda a ellos, a su racismo, su machismo y su adicción a la cocaína. Clive Owen está bien en el papel principal, sí, pero lo interesante es todo lo demás.
Otra que es más emocional es ‘Outlander’, la serie que nos han vendido como un ‘Juego de Tronos’ para señoras. ¿Lo es? En concepto, sí. Pero esta adaptación de las novelas de Diana Gabaldón, que empezó con ‘Forastera’, no deja de ser un relato romántico con una gran e inequívoca heroína al frente. Una enfermera llamada Claire tras la Segunda Guerra Mundial se va de viaje a Escocia con su marido y, de repente, se encuentra en 1743. ¿Qué debe hacer una mujer en esa época sin nadie que pueda ayudarla? Pues, según parece, enamorarse de un granjero llamado Jamie.
Lo loable es que Ronald D. Moore (‘Battlestar Galactica’) quiere hacer bien las cosas. La ambientación está conseguida y el drama tiene sustancia: sabe quien es su público y entiende que también quiere algo bien hecho y bien escrito además de tensión sexual. Por esto ‘Downton Abbey’ arrasó en medio mundo porque entendió que una serie destinada al público femenino no tenía porque producirse como si fuera de segunda. Y Caitriona Balfe es una de esas actrices que parecen nacidas para interpretar un personaje de época. Podrían intercambiarla con la protagonista de ‘Call the Midwife’ y probablemente no apreciaría la diferencia. Starz por primera vez hace algo que me interesa (‘Boss’ entraría en esa categoría de series que apuntan maneras pero son un coñazo).
Y finalmente otro canal que está de enhorabuena es WGN. Empezaron en el terreno de la ficción propia con la decepcionante ‘Halem’ y ahora ‘Manhattan’ apunta maneras. ¿Otra serie sobre Nueva York? Ni en broma. Esto es un drama sobre los físicos que inventaron la bomba nuclear, que procuraban tenerla antes que el enemigo durante la Segunda Guerra Mundial. Un concepto original y otra serie sobre un entorno laboral estimulante, al igual que ‘Halt and Catch Fire’ de la que hablé (¡y que ha renovado por una segunda temporada!). Habrá que ver más pero me gusta que su piloto sea accesible, tenga ritmo y explique bien por dónde irán los tiros. No todo tiene porqué ser críptico en este mundo.
¿Quién dijo, entonces, que el verano era para las series ligeras y subproductos? ¡Se nos han amontonado los deberes de golpe!
‘The Knick’, por ejemplo, podía ser la enésima obra que llevase la etiqueta de “serie de calidad” pero sin entusiasmar entre el público. Una de esas series que acostumbra a hacer HBO y que gustan más en la teoría que en la práctica (‘Boardwalk Empire’ y ‘Luck’, os miro a vosotras). Pero este proyecto que destinaron a Cinemax, el otro canal del conglomerado, funciona a otro nivel. Es una inmersión absoluta a la medicina del año 1900, en concreto en Nueva York, y Steven Soderbergh hace un buen trabajo plasmando ese universo.
No, de momento no es ‘Anatomía de Grey’. Tampoco lo será nunca, supongo. Su aproximación tiene más de documental, de contarnos otra era con otra filosofía de medicina (las cirugías eran prácticamente experimentos y una fiebre podía significar la muerte), pero es fascinante de ver. La música de Cliff Martinez, bien contemporánea, nos obliga a juzgar a todos los personajes y les desnuda a ellos, a su racismo, su machismo y su adicción a la cocaína. Clive Owen está bien en el papel principal, sí, pero lo interesante es todo lo demás.
Otra que es más emocional es ‘Outlander’, la serie que nos han vendido como un ‘Juego de Tronos’ para señoras. ¿Lo es? En concepto, sí. Pero esta adaptación de las novelas de Diana Gabaldón, que empezó con ‘Forastera’, no deja de ser un relato romántico con una gran e inequívoca heroína al frente. Una enfermera llamada Claire tras la Segunda Guerra Mundial se va de viaje a Escocia con su marido y, de repente, se encuentra en 1743. ¿Qué debe hacer una mujer en esa época sin nadie que pueda ayudarla? Pues, según parece, enamorarse de un granjero llamado Jamie.
Lo loable es que Ronald D. Moore (‘Battlestar Galactica’) quiere hacer bien las cosas. La ambientación está conseguida y el drama tiene sustancia: sabe quien es su público y entiende que también quiere algo bien hecho y bien escrito además de tensión sexual. Por esto ‘Downton Abbey’ arrasó en medio mundo porque entendió que una serie destinada al público femenino no tenía porque producirse como si fuera de segunda. Y Caitriona Balfe es una de esas actrices que parecen nacidas para interpretar un personaje de época. Podrían intercambiarla con la protagonista de ‘Call the Midwife’ y probablemente no apreciaría la diferencia. Starz por primera vez hace algo que me interesa (‘Boss’ entraría en esa categoría de series que apuntan maneras pero son un coñazo).
Y finalmente otro canal que está de enhorabuena es WGN. Empezaron en el terreno de la ficción propia con la decepcionante ‘Halem’ y ahora ‘Manhattan’ apunta maneras. ¿Otra serie sobre Nueva York? Ni en broma. Esto es un drama sobre los físicos que inventaron la bomba nuclear, que procuraban tenerla antes que el enemigo durante la Segunda Guerra Mundial. Un concepto original y otra serie sobre un entorno laboral estimulante, al igual que ‘Halt and Catch Fire’ de la que hablé (¡y que ha renovado por una segunda temporada!). Habrá que ver más pero me gusta que su piloto sea accesible, tenga ritmo y explique bien por dónde irán los tiros. No todo tiene porqué ser críptico en este mundo.
¿Quién dijo, entonces, que el verano era para las series ligeras y subproductos? ¡Se nos han amontonado los deberes de golpe!
2 comentarios:
A estas tres sumo The Honourable Woman, que de ligera no tiene nada de nada, pero sí de fascinante. Mis padres se apuntaron a ver el piloto y están enganchados, cosa que dice mucho de una serie que también se toma su tiempo presentándonos los personajes y toda la situación.
Sólo espero que en Outlander empiecen a aligerar la voz en off porque se hace demasiado cansina, y a veces suelta frases tan "de libro" que la protagonista corre el riesgo de empezar a caerme mal, y eso que en un principio la actriz me parece perfecta para este papel.
Yo tambien sumo The Honourable Woman a la lista. Muy recomendable! Hay mucha tensión, traciones y secretos entre los personajes. Homeland a quedado muy trash al lado de esta serie :)
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