Cuando los canales americanos eligen los proyectos y deciden en qué franja los colocan la siguiente temporada, hay que ingeniárselas para acabar con las maldiciones y los huecos malditos. Cada canal tiene los suyos pero pocos son tan históricos como los de ABC: los martes a las 22h, la serie de detrás de ‘Modern Family’ y los jueves a las 20h. Y este año podría ser (y hablo en condicional) que hayan resuelto como mínimo un par. ¡Bingo!
Adelantar ‘Anatomía de Grey’ a los jueves a primera hora del primetime era una solución que se sabía que daría sus frutos. Cualquier cosa podía mejorar los números de ‘The Assets’, ‘OUAT in Wonderland’ y ‘My Generation’, y los médicos de Shonda Rhimes tienen unos seguidores fieles. Después de once temporadas, este movimiento supondrá un leve desgaste pero tampoco le queda una alta esperanza de vida, sobre todo si tenemos en cuenta lo costoso que es el reparto. Ya puestos que le quedan un par de temporadas, aprovechemos para meterla en la trinchera y, además, alegrar a su creadora. Que una mujer afro-americana tenga tres series colocadas en una misma noche, demuestra que es un monstruo (en el buen sentido).
‘Scandal’ marcó máximo histórico y ‘How to get away with murder’, que Rhimes sólo produce pero donde se nota su influencia, ha sido la novedad que mejores datos ha marcado en su estreno, teniendo más espectadores que Meredith Grey y Olivia Pope (14 millones y 3.9 en los demográficos). En ABC ya abren botellas de champán en honor a Shonda, supongo que conscientes que un buen estreno no significa necesariamente que vaya a tener un prolífico recorrido, pero es un primer paso indispensable.
Después, el miércoles detrás de ‘Modern Family’ colocaron ‘Blackish’, que está gustando a la crítica americana pero que personalmente me irritó bastante (veré un par más para descubrir si no entendí su sentido del humor). Sí, otras como ‘Super Fun Night’ y ‘Mixology’ comenzaron con datos parecidos pero los Dunphy ya no tienen el tirón de antes y, en cierto modo, creo que sus buenos datos se deben al público negro. ¿No es casualidad que ‘Blackish’ y ‘How to get away with murder’ arranquen tan bien con sus claros protagonistas negros? Parece mentira que tengamos que decir esto hoy en día pero este colectivo lleva mucho tiempo menospreciado y creo que, junto con otros targets, ha respondido a la oferta (11 millones, 3.3 en los demográficos).
Y, finalmente, un éxito que hay que coger con pinzas. ‘Forever’, sobre un médico forense inmortal que ayuda a la policía, está haciendo unos datos meramente correctos en la noche del martes pero hay un factor a tener en cuenta: se estrenó el lunes y emitió un segundo episodio el martes, donde se instala definitivamente, y consiguió mantener su audiencia. ¿Ya ha encontrado su nicho, de casi siete millones y 1.8 en los demográficos? Puede que sea flojo pero siempre es mejor este adjetivo que desastroso y las series de casos tienen mayor flexibilidad que los productos seriamente serializados como serían, por ejemplo, los dramas de Shonda.
Así, mientras en FOX se dan cabezazos contra la pared por el desgaste de ‘Sleepy Hollow’, las caídas libres de ‘New Girl’ y ‘The Mindy Project’, y los fracasos estrepitosos de ‘Red Band Society’ y ‘Utopia’, ellos pueden respirar mínimamente tranquilos. Podría ser peor, sobre todo ahora que la televisión americana generalista pierde espectadores año a año y ya es una cuestión de supervivencia y de caer menos que los rivales. Pero el público americano es bastante traidor y una semana te da una buena noticia y dos meses vista ya se ha olvidado de ti. Sea como sea, seguir las audiencias americanas es una afición tan divertida como exasperante. De momento, ¡go, Shonda, go!
Adelantar ‘Anatomía de Grey’ a los jueves a primera hora del primetime era una solución que se sabía que daría sus frutos. Cualquier cosa podía mejorar los números de ‘The Assets’, ‘OUAT in Wonderland’ y ‘My Generation’, y los médicos de Shonda Rhimes tienen unos seguidores fieles. Después de once temporadas, este movimiento supondrá un leve desgaste pero tampoco le queda una alta esperanza de vida, sobre todo si tenemos en cuenta lo costoso que es el reparto. Ya puestos que le quedan un par de temporadas, aprovechemos para meterla en la trinchera y, además, alegrar a su creadora. Que una mujer afro-americana tenga tres series colocadas en una misma noche, demuestra que es un monstruo (en el buen sentido).
‘Scandal’ marcó máximo histórico y ‘How to get away with murder’, que Rhimes sólo produce pero donde se nota su influencia, ha sido la novedad que mejores datos ha marcado en su estreno, teniendo más espectadores que Meredith Grey y Olivia Pope (14 millones y 3.9 en los demográficos). En ABC ya abren botellas de champán en honor a Shonda, supongo que conscientes que un buen estreno no significa necesariamente que vaya a tener un prolífico recorrido, pero es un primer paso indispensable.
Después, el miércoles detrás de ‘Modern Family’ colocaron ‘Blackish’, que está gustando a la crítica americana pero que personalmente me irritó bastante (veré un par más para descubrir si no entendí su sentido del humor). Sí, otras como ‘Super Fun Night’ y ‘Mixology’ comenzaron con datos parecidos pero los Dunphy ya no tienen el tirón de antes y, en cierto modo, creo que sus buenos datos se deben al público negro. ¿No es casualidad que ‘Blackish’ y ‘How to get away with murder’ arranquen tan bien con sus claros protagonistas negros? Parece mentira que tengamos que decir esto hoy en día pero este colectivo lleva mucho tiempo menospreciado y creo que, junto con otros targets, ha respondido a la oferta (11 millones, 3.3 en los demográficos).
Y, finalmente, un éxito que hay que coger con pinzas. ‘Forever’, sobre un médico forense inmortal que ayuda a la policía, está haciendo unos datos meramente correctos en la noche del martes pero hay un factor a tener en cuenta: se estrenó el lunes y emitió un segundo episodio el martes, donde se instala definitivamente, y consiguió mantener su audiencia. ¿Ya ha encontrado su nicho, de casi siete millones y 1.8 en los demográficos? Puede que sea flojo pero siempre es mejor este adjetivo que desastroso y las series de casos tienen mayor flexibilidad que los productos seriamente serializados como serían, por ejemplo, los dramas de Shonda.
Así, mientras en FOX se dan cabezazos contra la pared por el desgaste de ‘Sleepy Hollow’, las caídas libres de ‘New Girl’ y ‘The Mindy Project’, y los fracasos estrepitosos de ‘Red Band Society’ y ‘Utopia’, ellos pueden respirar mínimamente tranquilos. Podría ser peor, sobre todo ahora que la televisión americana generalista pierde espectadores año a año y ya es una cuestión de supervivencia y de caer menos que los rivales. Pero el público americano es bastante traidor y una semana te da una buena noticia y dos meses vista ya se ha olvidado de ti. Sea como sea, seguir las audiencias americanas es una afición tan divertida como exasperante. De momento, ¡go, Shonda, go!
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