viernes, 17 de octubre de 2014

El buen piloto que no esperabas

La temporada de estrenos americana no tiene gracia si no hay alguna ficción que sorprenda para bien sin saber muy bien de dónde ha salido. ‘The good wife’, ‘Arrow’ o incluso ‘Ugly Betty’ son algunas de estas series que no tenían el listón muy alto por la razón que fuera (un canal con estigma, una premisa de telenovela) pero que gustaron justamente por esto, porque aquello que prometían lo cumplían con creces. Eran series de resultados muy correctos que destacaban en ese mar de proyectos ambiciosos que decepcionaban.

En este campo de dramas que apuntan alto y se quedan a medias podríamos incluir tranquilamente ‘Gotham’. El nivel de ruido que generó durante el verano y que culminó con el estreno del piloto no hace más que dejar en evidencia que no convenció del todo. No es tanto una cuestión de audiencia, que baja gradualmente como casi todo, sino también de percepción: no suscita mucho entusiasmo y el ruido que la rodea tiene matices bastante peyorativos. Cuando se empieza a discutir si es la precuela del Batman de Christopher Nolan o del de Joel Schumacher, es que tienen un problema gordo.

En cambio, en la CW se están luciendo con una comedia que bien podría ser un absoluto desastre tal y como parecía indicar su título. No puedes titular una serie ‘Jane the virgin’ y que sea una buena serie, ¿no? Pues los prejuicios han recibido una buena bofetada porque esta comedia, que se basa en una telenovela venezolana, tiene el mejor piloto de la temporada, por lo menos si nos referimos a las networks. No es arte y ensayo, tampoco aspira a tener ningún premio pero sí merece un reconocimiento por proponerse un objetivo y ofrecer algo a la altura y muy digno.

Su argumento también es para levantarse y aplaudir de tan absurdo. Jane, hija de una madre adolescente, reserva su virginidad para el que será su marido, un policía con el que lleva años saliendo. Pero un día se va de revisión al ginecólogo y, sin querer, la inseminan artificialmente con el esperma de un amor platónico suyo. ¿De locos, verdad? Pues sumámosle una abuela que habla de la virginidad como si fuera un mito, añadámosle un actor de telenovela (dentro de esta telenovela) y una malvada que intenta retener a su marido para cobrar una cláusula de su contrato prenupcial. Pues esto, todo esto, consigue funcionar en los 45 minutos del piloto.

Quienes lean los medios americanos, podían esperarlo. Hacía tiempo que rumoreaban que era una de las mejores presentaciones que habían visto este año y aconsejaban a los lectores mayores que le dieran una oportunidad. Si les había gustado ‘Ugly Betty’, con la que guarda muchas similitudes de tono, también iban a disfrutar ‘Jane the virgin’. Pero tiene una ventaja con respecto a la serie de American Ferrara: resulta más honesta a la hora de heredar y parodiar elementos de la cultura latina de los Estados Unidos y, en mi opinión, esta no da dolor de cabeza.

El piloto no sale hace un magnífico trabajo presentando a la protagonista, una Gina Rodríguez que se hace automáticamente con el papel, también tiene un ritmo ágil que evita que se haga insoportable. Las familiares de Jane están bien retratadas, resulta cómica, encajan los momentos surrealistas (como el galán de telenovela que habla a la protagonista) y todos los giros propios del género son como heroína. Uno acaba deseando que esta serie fuera de Netflix para poder consumir todos los episodios uno detrás de otro.

Claro que este equilibrio, que permite que un concepto tan absurdo funcione como un reloj suizo en el piloto, es una rareza y ‘Jane the virgin’ lo tendrá complicado para mantener el nivel. Pero al César lo que es del César y, si toca hablar de pilotos que han sorprendido para bien, esta telenovela se merece el premio.

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