Ellen Parsons era una sobresaliente licenciada en derecho que consiguió trabajo en el bufete de la muy ambiciosa Patty Hewes cuando esta se enfrenta a uno de los mayores casos de su carrera. Seis meses más tarde, encuentran a Ellen con el abrigo verde manchado con la sangre de su prometido. ¿Qué sucedió?
El nuevo drama de Glenn Close, que ya había trabajado en producciones de la cadena FX con The Shield (conocida en Catalunya como Vic Mackey), prometió desde el momento en que se anunció el elenco. ¿Qué no se podía esperar de un proyecto que se centrara en esta magnífica actriz? Pues las expectativas no fallaron. En la primera temporada de Daños y Perjuicios (Damages) se halló uno de los más estimulantes thrillers que han pasado por televisión. Magnético, de los que te dejan pegados a la silla.
El planteamiento ya es de los que dejan sin aliento: vemos a una inocente Rose Byrne adentrándose al mundo de la abogacía... y ya sabemos, desde el principio, que acabará con la sangre de un asesinato impregnándole el abrigo. Quizás el proceso de reconstrucción de la historia es algo tramposo, pero debe reconocérsele su efectividad y, más que mentirnos, hace mirar hacia otro lado y deja con interrogantes. Claro que (casi) toda respuesta acaba llegando en su momento.
Y es que en el método no reside el problema, sino más bien en lo muy intrincado del argumento. La inocencia de la abogada, los viajes temporales, las siempre enigmáticas escenas de Patti Hewes, peor que Cruella De Vil, las tribulaciones del excelente Ted Danson como Arthur Frobisher, el demandado, y las subtramas que se van pegando colateralmente obligan a tener fe en el conjunto. De hecho, suerte del camino hacia al infierno de la protagonista (el de Byrne, a quien ya alcé un pedestal en otro artículo), puesto que si no fuera por ella, resultaría demasiado difícil depositar la fe en este producto tan bien diseñado. Por ella como personaje y como actriz, ya que en el reparto reside una parte elemental del éxito de este último hit en el mundo de la abogacía, que tanto se desmarca de otras series centradas en esta profesión como El abogado, Eli Stone, Shark o Ally McBeal. Daños y Perjuicios, más que una serie, es una película de diez horas. Por esto, y por lo enrevesado de la historia, casi es más aconsejable esperar a su edición en DVD.
Guión y actores aparte, este drama es un más que notable ejercicio de estilo, con una mezcla de funcionalismo televisivo y de la ambición de quien tiene un ojo puesto en la gran pantalla. Pese a seguir una misma línea, la realización se toma ciertas licencias con el potente uso de ‘I think I smell a rat’ de los White Stripes después de un falso final en el episodio piloto y un uso de la música que celebra el cinismo y la maldad que impera en la serie. Asimismo, durante todo el metraje se lanzan unos guiños al espectador de los que provocan incómodas sonrisas, como cada vez que aparece en pantalla lo que se sabe que será el arma homicida (y que consiguen enfocar en cada episodio) o la aparición del fatídico abrigo verde de la protagonista en los flashbacks. No sólo Byrne está estupenda con el precioso abrigo, sino que la envuelve en un halo de fatalismo y misericordia que recuerda que la sangre aún está por llegar.
El nuevo drama de Glenn Close, que ya había trabajado en producciones de la cadena FX con The Shield (conocida en Catalunya como Vic Mackey), prometió desde el momento en que se anunció el elenco. ¿Qué no se podía esperar de un proyecto que se centrara en esta magnífica actriz? Pues las expectativas no fallaron. En la primera temporada de Daños y Perjuicios (Damages) se halló uno de los más estimulantes thrillers que han pasado por televisión. Magnético, de los que te dejan pegados a la silla.
El planteamiento ya es de los que dejan sin aliento: vemos a una inocente Rose Byrne adentrándose al mundo de la abogacía... y ya sabemos, desde el principio, que acabará con la sangre de un asesinato impregnándole el abrigo. Quizás el proceso de reconstrucción de la historia es algo tramposo, pero debe reconocérsele su efectividad y, más que mentirnos, hace mirar hacia otro lado y deja con interrogantes. Claro que (casi) toda respuesta acaba llegando en su momento.
Y es que en el método no reside el problema, sino más bien en lo muy intrincado del argumento. La inocencia de la abogada, los viajes temporales, las siempre enigmáticas escenas de Patti Hewes, peor que Cruella De Vil, las tribulaciones del excelente Ted Danson como Arthur Frobisher, el demandado, y las subtramas que se van pegando colateralmente obligan a tener fe en el conjunto. De hecho, suerte del camino hacia al infierno de la protagonista (el de Byrne, a quien ya alcé un pedestal en otro artículo), puesto que si no fuera por ella, resultaría demasiado difícil depositar la fe en este producto tan bien diseñado. Por ella como personaje y como actriz, ya que en el reparto reside una parte elemental del éxito de este último hit en el mundo de la abogacía, que tanto se desmarca de otras series centradas en esta profesión como El abogado, Eli Stone, Shark o Ally McBeal. Daños y Perjuicios, más que una serie, es una película de diez horas. Por esto, y por lo enrevesado de la historia, casi es más aconsejable esperar a su edición en DVD.
Guión y actores aparte, este drama es un más que notable ejercicio de estilo, con una mezcla de funcionalismo televisivo y de la ambición de quien tiene un ojo puesto en la gran pantalla. Pese a seguir una misma línea, la realización se toma ciertas licencias con el potente uso de ‘I think I smell a rat’ de los White Stripes después de un falso final en el episodio piloto y un uso de la música que celebra el cinismo y la maldad que impera en la serie. Asimismo, durante todo el metraje se lanzan unos guiños al espectador de los que provocan incómodas sonrisas, como cada vez que aparece en pantalla lo que se sabe que será el arma homicida (y que consiguen enfocar en cada episodio) o la aparición del fatídico abrigo verde de la protagonista en los flashbacks. No sólo Byrne está estupenda con el precioso abrigo, sino que la envuelve en un halo de fatalismo y misericordia que recuerda que la sangre aún está por llegar.
8 comentarios:
La verdad es que Byrne ensangrentada es el gancho de la serie, nadie le había quedado tan bien un abrigo lleno de sangre con una cara con tanta inocencia, cosa que hace pensar ¿culpable o no? le miras a la cara y piensas, no!! le miras el resto del cuerpo y dices... ¿si?
y así estas toda la serie, sobretodo cuando ves que la mala leche es contagiosa entre abogados. Mis padres estan enganchadisimos, pero como canal + da dos capitulos seguidos se han perdido alguno hasta que hemos sabido porque.
Patty es genial, pero eso ya lo sabíamos, claro. Entre Ted Danson y Rose Byrne le dan a la serie el punto extra que tiene que tener para que sea algo más que un ejercicio de estilo. Me intriga saber cómo conseguirán mantener ese estilo en la 2ª temporada.
Como ya dije en su momento, a pesar de que Glenn Close es la estrella, y Rose Byrne, la promesa, se deja muchisimo de lado a un magnífico Ted Danson, al que yo tenía más por actor cómico (me sigo partiendo con Becker) y resulta que es la maldad personificada en el cuerpo de Arthur Frobisher.
Y que nadie se olvide de Zelko Ivanec, otro crack como la copa de un pino.
Luih, en el campo de la interpretación, siempre tengo tirada por las mujeres, qué le voy a hacer.
Aunque de Zelko Ivanec debo decir que actúa bien, sí, pero se pasa con la sobreactuación y ese deje en la voz...
Me encanta leer tus crónicas, son muy buenas y completas, felicidades ;)
Besos^^
Otra que no conozco... Pero bueno, desde luego con tus posts siempre me siento como si leyera una especie de biblia de series y además tienes buen gusto.. jejeje
Un abrazo!!
Esta serie pinta muy bien, yo solo he visto su primer capítulo y como dicen más atrás, la escena inicial ya te deja enganchado, además me molan las pelis o series de malas malisimas y, en esta, Glen Close (Que siempre la confundo con Meryll Streep) lo borda.
Un abrazote muy fuerte.
Claro que me encantará que hagas una entrada sobre la nueva "Marissa Cooper", yo esta noche me voy a ver ya el capitulo 1x17 de Gossip, q ganas!
A mí me encantó esta serie ...
Me la vi enterita en un fin de semana. No podía dejar la trama ...
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